Ante la crisis de la Covid

Los emergentes piden paso para 2021: recuperación en 'rally' gracias a China

Las perspectivas son positivas para la renta variable, las monedas y los bonos asiáticos, con una modesta apreciación del tipo de cambio frente al dólar y una subida controlada de las curvas asiáticas

Apetito por los emergentes: las gestoras ven oportunidades en el largo plazo
Los emergentes piden paso para 2021: recuperación en 'rally' gracias a China
Pixabay

Los emergentes, con Asia a la cabeza, piden paso en el tramo final del año para una recuperación en forma de 'rally' en 2021 gracias al tirón de China, la única entre las grandes economías que conseguirá mantener el tipo y registrará un avance este ejercicio a pesar de la pandemia de coronavirus. La nueva Asociación Económica Integral Regional (RCEP) ha servido para crear un bloque económico de naciones que cubre un tercio de la población mundial y casi un tercio del PIB y del comercio global, lo que aportará un revulsivo 'extra' para toda la zona de Asia-Pacífico.

Las perspectivas constructivas para la región no están sin embargo exentas de desafíos, entre los que destaca la introducción exitosa de una vacuna contra la Covid-19, que será determinante para países como Indonesia, India y Filipinas, cuyos gobiernos siguen peleando para controlar la expansión del virus. En el caso de otros, como Tailandia, la clave estará en el retorno de la actividad turística, que es su principal fuente de ingresos con un peso de cercano al 20% en su PIB. Al mismo tiempo y si se mantiene la recuperación incipiente de las exportaciones y en los precios de las materias primas, Indonesia y Malasia se encontrarán entre los nombres ganadores, dado que su crecimiento y sus ingresos fiscales son altamente dependientes de las venta de productos básicos al exterior.

En general, el mercado confía en que la renta variable, las monedas y los bonos asiáticos se comporten bien el año próximo, con una modesta apreciación del tipo de cambio frente al dólar y una subida controlada de las curvas asiáticas, según las perspectivas que arrojan desde Bank of America. En la entidad confían en que las limitaciones a la demanda interna se levantan lentamente y en que la tasa de ahorro de los hogares vaya cayendo. "Nuestra principal hipótesis para 2021 es que la economía mundial convergerá hacia un entorno de crecimiento lento, todavía con un importante apoyo de los bancos centrales, aunque este crecimiento se desplazará ligeramente hacia las economías emergentes", apunta Didier Saint-Georges, managing Director de la gestora francesa Carmignac.

Los factores se tornan positivos para apoyar a los mercados emergentes en 2021, sobre todo a medida que el canal comercial (impulso de crédito chino y ciclo mundial) y el canal financiero (liquidez del dólar estadounidense y condiciones de financiación) se hagan favorables. Con esta premisa los números no pueden ser más optimistas para economías como la india, para la que el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un avance del 8,8% este año que en el Instituto de Estudios Bursátiles elevan incluso hasta el 10,7% desde el 10,35 que el PIB va camino de retroceder este año. 

También prevén que la India saboree en 2021 las mieles de unas tasas de crecimiento más altas en la gestora del Banco Santander y destacan cómo, pese a estar entre los países más golpeados por la pandemia, su estructura sectorial, muy dependiente de servicios tecnológicos, y la acumulación de reformas estructurales de calado por parte del Ejecutivo de Narendra Modi a lo largo los últimos años constituyen "palancas en las que catapultar el crecimiento económico" a partir de ahora. Para los países que componen la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés) el avance el año próximo ascendería al 6,2%, de acuerdo con las expectativas del organismo. Tailandia, Indonesia, Malasia, Singapur y Filipinas forman parte de la organización desde finales de los años 60.

Más políticas fiscales y menos manguerazo monetario

Ante una coyuntura sin precedentes, los gobiernos de los emergentes asiáticos han exhibido hasta ahora una mayor inclinación por las políticas de estímulo fiscal, mientras una parte notable de los bancos centrales se han mostrado reacios a reducir los tipos de interés cero y a adoptar plenamente la expansión cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) y la monetización de la deuda, es decir, a financiar el déficit público mediante el aumento del dinero en circulación con el consiguiente problema de subida de los precios que podría generarse.

La mayoría de los emergentes asiáticos han optado por los estímulos fiscales antes que por el estímulo monetario

Esto ha sido así salvo para Indonesia, India y Filipinas, que sí han sido más agresivos en las políticas monetarias. Desde BoA sostienen que para estos tres estados existe la posibilidad de que sus emisores apliquen nuevos recortes de tasas y de que aprueben programas de compra de bonos, si bien mantienen que el sesgo de política general en los emergentes asiáticos es "avanzar en la política fiscal" para contrarrestar la pandemia, una opción que en las grandes potencias occidentales ha traído más de un quebradero de cabeza. El estancamiento entre demócratas y republicanos para pactar un nuevo plan de estímulo en Estados Unidos o el camino no exento de baches para poner en marcha los fondos del 'Next Generation' en Europa así lo han corroborado.

El resultado de este sesgo de política divergente entre las economías avanzadas y los mercados emergentes de Asia es que los rendimientos nominales de los segundos "serán atractivos para los inversores extranjeros", puntualizan desde BoA. Además de la normalización de la pandemia de Covid-19, la combinación de políticas de apoyo para Asia y la tolerancia de los bancos centrales a la apreciación del tipo de cambio, otro factor clave para los mercados financieros de la región será el desarrollo de la disputa comercial entre Washington y Pekín.

Los desafíos de la guerra comercial para la región

Los mercados dan por hecho que, pese a mantener su presión sobre el gigante asiático, el presidente electo, Joe Biden, será más predecible en sus relaciones con su principal adversario económico. Así, la pugna que las dos potencias mantienen por la hegemonía mundial generará cambios bruscos en la cadena de producción y suministro. Desde la mayor gestora de fondos del mundo, BlackRock, consideran que entre las mejores oportunidades de cara al próximo ejercicio estaría China, al considerar que "jugará un papel relevante" y aconsejan también Asia ex-Japón ya que estos países "han encarado antes el impacto del coronavirus".

El responsable de renta variable del centro de inversiones de Deutsche Bank en España, Diego Jiménez-Albarracín, considera "muy positivas" las perspectivas para las bolsas de Taiwán, Singapur, Malasia y, en general, para los socios comerciales regionales de China, que serán los que primero se beneficien de la recuperación del coronavirus. En la entidad germana considera que las empresas de los emergentes podrían ser interesantes por el menor riesgo de duración, índices más granulares, que facilitan la diversificación, y por la capacidad que tendrían de beneficiarse de una reactivación del comercio mundial de y los pactos comerciales regionales, sobre todo en Asia.

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