Interés común: las empresas familiares dan una rentabilidad extra del 4% al año

  • La alineación de intereses de los fundadores con los accionistas es plena en la mayoría de los casos ya que se juegan parte de su patrimonio. 
El presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco Riberas
El presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco Riberas
EFE

Las empresas familiares son sinónimo de éxito a la hora de invertir.  Numerosos fondos de inversión españoles, y también a nivel mundial, fijan este criterio para tomar sus decisiones. ¿El verdadero motivo? Los directivos de estas compañías están alineados con los accionistas que depositan su confianza en la acción, ya que se juegan parte de su patrimonio y buscarán maximizar su rentabilidad y contribuir a un mayor valor. 

Credit Suisse ha decidido ir un paso más allá. Al atractivo teórico de este tipo de compañías se une la cuantificación acerca de cómo evolucionan en bolsa y si verdaderamente se produce dicho éxito. El resultado del estudio realizado es contundente: invertir en compañías familiares a nivel global da, de media y de manera anual, un 4% más de rentabilidad que el resto de las empresas. 

El banco suizo, que cuenta con gestora de fondos en nuestro país, fija una serie de criterios a la hora de buscar inversiones 'atractivas'. Entre ellas, destaca la alineación de intereses con el accionista por parte de los directivos de las compañías, junto a otros tres: ventajas competitivas, alta rentabilidad gracias a una generación de flujos de caja elevados y deuda baja, incluso con la posibilidad de que tengan caja neta. 

Invertir en empresas familiares es garantía de éxito pero deben cumplir una clase de criterios que, a juicio de la gestora, son importantes para separar el 'grano de la paja'. En este sentido, el equipo de la firma ha señalado que deben contar con dividendos sostenibles (algunas apuestan por pagos demasiado elevados en determinados momentos), que no haya negocios relacionados con otras compañías del grupo, estar pendientes del relevo generacional y que la familia no frene decisiones estratégicas necesarias. 

Esta filosofía es la que Credit Suisse ha plasmado en uno de sus fondos de inversión: el Credit Suisse Family Business. La filosofía de este producto de inversión es clara e invertirá, al menos, un 90% de su patrimonio en compañías familiares en la que sus fundadores o el presidente de la compañía tengan un mínimo de un 20% de la participación o los derechos de voto. 

Las principales posiciones del Credit Suisse Family Business son en Europa (más del 50%) y Estados Unidos (más del 20%). Por su parte, Canadá representa un pequeño porcentaje de la cartera, alrededor del 7%. Este peso irá a más durante este ejercicio ya que, a juicio de los expertos de la gestora, es un mercado atractivo, poco explorado y que ofrece muchas oportunidades al contar con un gran número de empresas familiares. 

La gestora de Credit Suisse en España ha señalado esta estrategia dentro de sus perspectivas de mercado y estrategia de la gestora para 2019. La firma ha destacado el potencial de la renta variable para este curso ya que las caídas del 2018 han provocado que nazcan oportunidades a precios atractivos. De hecho, señalan que los mercados han descontado caídas del 4% de los beneficios empresariales pero éstos crecerán entre un 4% y un 7%. Por tanto, estamos ante una buena oportunidad para sacar la caña y pescar ya que el mercado tiende a lo que vale por fundamentales. 

En renta fija también habrá oportunidad de inversión, a pesar de que la volatilidad ha llegado para quedarse por la normativa de Basilea III. Los expertos de la firma destacan que el bund (bono alemán a diez años) podría irse hasta el 0,8% de rentabilidad, lo que implicaría una caída de precio del 6%, y el de Estados Unidos alcanzar la cota del 3,1%, lo que sería un descenso del precio de en torno al 4%. 

Fuera de la deuda pública, la privada también ofrecería importantes oportunidades. No obstante, hay que alejarse de plazos largo, compañías frágiles en términos de endeudamiento que puedan dar cualquier susto y, por tanto, sí apostar por productos de deuda de compañías con balances fuertes y saneados. Al respecto, han destacado la deuda subordinada (híbridos corporativos) de compañías como eléctricas o 'telecos'. 

Mostrar comentarios