Bruselas y Londres corren otra vez en dirección al precipicio de un 'divorcio' sin acuerdo, es decir, una salida del Reino Unido del bloque sin la red de seguridad de un pacto comercial que vaya a regir las relaciones entre ambas partes desde el próximo 1 de enero. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha asegurado este mismo viernes que es hora de prepararse para esa posibilidad. Lo decía tras el ultimátum dado por los Veintisiete en la Cumbre de Jefes de Estado, en la que solicitaban a su gobierno que cediese en algunos puntos de fricción si no quería dar por concluidas las negociaciones. Mientras unos y otros tensan la cuerda, un buen puñado de compañías del Ibex 35, que representan prácticamente la mitad del valor del índice (209.107 de los 449.490 millones de euros a los que capitaliza actualmente) se juegan la friolera de 30.800 millones en ingresos procedentes de las islas.
De todas ellas, la firma más expuesta es el holding de aerolíneas IAG, matriz de Iberia y British Airways, y no solo en términos de facturación. El 32,7% de sus ventas totales dependen de Reino Unido (son 8.362 millones de los 25.506 que facturó en total el pasado ejercicio), pero su situación es aún más incómoda, puesto que la Comisión Europea sigue sin tener claros sus planes para mantener la licencia de vuelo y poder operar en cielo comunitario si se produce ese escenario de salida abrupta. Bruselas exige que más de la mitad del accionariado esté en manos comunitarias -que IAG garantice su "españolidad"-, una premisa que el grupo capitaneado por el español Luis Gallego asegura cumplir desde que se inició este conflicto.
Muy expuesta también a este mercado se encuentra Ferrovial, que opera el aeropuerto de Heathrow y ostenta una participación del 50% en ASG -los aeródromos de Aberdeen, Glasgow y Southampton-. La multinacional de las infraestructuras prácticamente obtuvo una cuarta parte de sus ventas en suelo británico el pasado ejercicio (3.140 millones de un total de 13.044 millones de euros). En el Plan Estratégico 2020-2024, que la compañía capitaneada por Rafael del Pino e Ignacio Madridejos presentó a comienzos de año, confiaba en que Reino Unido siguiera siendo relevante para su negocio tras el Brexit.
Bien es cierto que esa hoja de ruta se presentó antes de que estallase la crisis del coronavirus, un 'golpe' que ha nublado por completo el horizonte tanto a nivel macro como empresarial. El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertaba de que todo dependerá de la evolución de la pandemia en los próximos meses y de la adopción de nuevas restricciones de movilidad y distanciamiento social que de momento ya afectan a algunos núcleos de población de España, Francia, Alemania y también de Reino Unido. Ahora, la posibilidad de que a este panorama se sume un abandono caótico del bloque por parte de los británicos añade más gasolina al fuego de la incertidumbre.
La banca, atenta también al emisor británico
Por detrás de IAG y Ferrovial se sitúa el Sabadell, tercera compañía del Ibex 35 más expuesta las islas a través de su filial TSB, que aporta 1.091 millones de euros (el 22%) de un margen bruto total de 4.932 millones que la entidad alcanzó el año pasado. El banco que encabezan Jaume Guardiola y Josep Oliú está en todas las quinielas para protagonizar otra de las fusiones del sector tras la pactada por Caixabank y Bankia y la que han puesto en marcha Unicaja y Liberbank. Como el resto de entidades cotiza actualmente por debajo de su valor en libros y es, de hecho, el segundo valor más castigado del selectivo español desde enero con un retroceso del 72%, superado únicamente por el desplome del 78% en IAG.
La banca del selectivo español tiene también al Santander con un ojo puesto en Londres, si bien, en su caso el negocio británico aportó el 9,5% del margen bruto total del grupo (4.727 millones de euros de un récord de ingresos de 49.494 millones). Recientemente, el Banco de Inglaterra sondeó a un grupo de grandes bancos que operan en el país, entre los que se encuentran la filial de la entidad que preside Ana Botín, pero también Lloyds, HSBC o Barclays, para para comprobar si estarían preparados financiera y técnicamente en caso de que el emisor colocase los tipos de intervención (a los que presta el dinero a las entidades) a cero o en negativo, algo que sucedería por primera vez en la historia. Se trata de una medida que ya han tomado otros grandes bancos centrales con el objetivo de que evitar una crisis de liquidez ante mayor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
En lo que respecta a Iberdrola, su filial británica, ScottishPower, ingresa 6.326 millones (el 17,34% de los 36.473,9 millones de euros que el grupo facturó en total el pasado ejercicio) a través de sus negocios de redes, renovables y de generación y clientes. La filial del grupo que capitanea Ignacio Galán es la primera empresa energética integrada del Reino Unido que produce un 100% de electricidad verde, es decir, de energía que proviene íntegramente de fuentes renovables (de la energía eólica marina y terrestre).
Otro de los pesos pesados del índice selectivo español que está muy pendiente de las conversaciones entre Londres y Bruselas es Telefónica, con una fuerte apuesta por las islas. La operadora española y Liberty Global anunciaron en mayo un acuerdo de fusión de O2 y Virgin Media (sus dos filiales en Reino Unido) para crear mayor operador inglés por activos. Ahora prevén invertir más de 11.000 millones de euros en el despliegue de nuevas redes, tecnología y servicios a lo largo del próximo lustro, tal y como han explicado a The Times sus máximos responsables.
A cierre de 2019, la firma presidida por José María Álvarez-Pallete percibía de tierras británicas el 14,7% de los 48.422 millones de euros de su facturación total (7.109 millones de euros). Estas cifras le otorgan una presencia mayor de la que tiene por aquellas tierras la primera compañía del selectivo español por capitalización bursátil, Inditex. La multinacional gallega obtuvo el año pasado unas ventas totales de 26.286 millones de euros, de las que menos del 5% procedería de Reino Unido, que contribuyó con 78 millones al resultado antes de impuestos del grupo textil.
