Divergencia economía y bolsa

En busca de valor oculto: cuáles son las bolsas más atractivas para final de año

La recuperación bursátil de 2020 se ha producido mientras que el crecimiento económico se derrumbaba, los beneficios de la mayoría de las empresas disminuían y los dividendos se reducían drásticamente.

Las bolsas han vivido un año récord en 2020 a la baja y al alza.
Las bolsas han vivido un año récord en 2020 a la baja y al alza.
Pexel / Pixabay

A pesar de que el virus no ha desaparecido como tal, en lo que respecta a los mercados financieros lo peor parece, al menos de momento, que quedó atrás en marzo. En ese momento, una cartera típica de acciones globales perdió hasta un tercio de su valor en sólo seis semanas. No obstante, como suele ser habitual, la desesperación suele crear en retrospectiva algunas fantásticas oportunidades de compra en el mercado de renta variable.

En este entorno, desde marzo las bolsas se han disparado salvo alguna sonada excepción como el Ibex 35 español o el Cac 40 francés. Para muchos, esta recuperación se ha producido mientras que el crecimiento económico se derrumbaba, los beneficios de la mayoría de las empresas disminuían y los dividendos se reducían drásticamente.

Sin embargo, una divergencia entre los datos económicos y los precios de las acciones no es tan sorprendente como se podría pensar. “Los mercados bursátiles miran hacia delante, por lo que la recuperación refleja en parte el optimismo de que la situación mejorará”, comenta Duncan Lamont, CFA, responsable de Investigación y Análisis de Schroders. En este caso, los gobiernos y los bancos centrales también han apuntalado la recuperación con su impresionante apoyo fiscal y monetario.

La gran desventaja de que los precios de las acciones se hayan adelantado tanto a los fundamentales de las empresas (por ejemplo, los beneficios) es que, pueden encontrarse en una situación de sobrevaloración. Especialmente en Wall Street, que vive un año récord en el sector tecnológico.

“De las 25 medidas de valoración de los mercados de valores, 19 están en territorio caro. 12 están un 20% por encima de la mediana de los últimos 15 años”, destaca el experto. Nada parece especialmente barato. “En general, los inversores tienen que prepararse para obtener menos rentabilidad de la esperada”, augura Lamont.

En este contexto, el mercado estadounidense destaca por ser el más caro, se mire por donde se mire. Sin embargo, esto no es nuevo. “Ha estado caro en términos de valoración durante años, pero ha seguido superando a otros mercados”, describe Lamont.

Las acciones FAMAG (Facebook, Apple, Amazon, Microsoft y Google) se han beneficiado de muchas tendencias que se han acelerado este año: uso de la tecnología, desarrollo de la nube, teletrabajo, compras online y así sucesivamente.

En un mundo de bajo y decreciente crecimiento, la gran expansión que estas empresas han sido capaces de ofrecer ha sido muy apreciada por los inversores. Sin embargo, los precios actuales de estas acciones se han convertido en previsiones de crecimiento bastante épicas para el futuro y queda por ver si pueden cumplirlas.

“El foco regulatorio también está pesando sobre ellas. Los riesgos abundan y las valoraciones son claramente caras, pero habría que ser un inversor muy osado para no incluir EE.UU. dentro de una cartera global”, apunta el experto de Schroders.

El atractivo o no en otras bolsas

Las valoraciones en otros mercados son más baratas, pero están lejos de considerarse baratas en términos históricos. Hay que tener en cuenta que, con Estados Unidos representando casi el 60% del mercado de valores mundial (y el 66% de los mercados desarrollados), muchos inversores inconscientemente tienen mucha exposición al mercado estadounidense. “Esto puede haberles servido de mucho, pero, por aburrido que parezca, una cartera más diversificada sobre una base geográfica puede soportar mejor una gama de posibles resultados”, destaca Lamont.

La buena noticia para la renta variable es que casi todas las opciones de inversión parecen caras. Por ejemplo, los rendimientos del efectivo y de los bonos son muy bajos. Los inversores tienen que poner su dinero en algún activo y la falta de alternativas atractivas podría ayudar a sostener las acciones, a pesar de las valoraciones poco atrayentes. También es difícil que esto cambie pronto.

No obstante, parece que China y algunos países asiáticos estarían mejor colocados para tener revalorizaciones más altas. “El mayor control de la pandemia en China, Singapur y otras regiones asiáticas hace que las bolsas de los mercados emergentes puedan estar en una mejor posición para crecer (…) Además cotizan a unos múltiplos mucho más baratos que Estados Unidos y Europa –a pesar de las caídas en los mercados del viejo continente–“, analizan los expertos de SunTrust en un último informe.

“Por el contrario, las bolsas latinoamericanas pueden vivir aún turbulencias, dado que el Covid-19 ha dañado mucho a sus economías y, por extensión, a las empresas cotizadas”, agrega la firma de análisis. “Pese a que por valoración estos mercados cotizan a unos números más interesantes, la realidad es que de aquí a final de año es difícil que puedan tener un buen comportamiento”, aporta.

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