Erdogan quiere reformar el Banco Central de Turquía... y Trump 'le mira de reojo'

Recep Tayyip Erdogan
Recep Tayyip Erdogan
EFE

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha mostrado partidario de reformar el banco central de su país. Lo hace tras haber dado un golpe sobre la mesa y haber cesado a su gobernador, Murat Çetinkaya, hace apenas unos días, y cuando los bancos centrales de todo el mundo padecen una crisis de imagen ante las noticias que torpedean su independencia: con Donald Trump lanzando mensajes constantes al presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jerome Powell, para que baje los tipos de interés; y el reciente nombramiento de Christine Lagarde, con un fuerte perfil político, para que suceda a Mario Draghi a partir de octubre, cuando éste abandone el Banco Central Europeo (BCE).

El diario turco Habertürk se hace eco de unas declaraciones del mandatario a su regreso de Bosnia-Herzegovina a los periodistas que lo acompañaron en el viaje: "el banco central es crucial para las finanzas. Si no lo reformamos, podríamos afrontar serias dificultades", aseguró Erdogan. La lira turca recupera algo de terreno frente al euro y frente al dólar. Así, fija su cambio en 6,45 unidades frente a la divisa comunitaria y en 5,74 unidades frente al billete verde.

Çetinkaya fue destituido el sábado pasado mediante decreto presidencial tras rechazar las presiones de Erdogan para bajar los tipos de interés, que se encuentran actualmente en el 24% en el país. "No inspiraba confianza a los mercados. Su comunicación con los mercados no era buena", fue la justificación que dio el líder turco tras su decisión de cesarlo. "Sus decisiones se estaban volviendo insoportables. Al ver todo esto, evaluamos la situación y decidimos que era necesario un cambio", añadió.

Sin embargo la decisión de Erdogan también ha tenido su coste, sobre todo a través de un fuerte castigo a la lira turca, que ya acumulaba un hundimiento del 30% en relación al euro en el último año. Esa depreciación y el fuerte aumento de los precios generaron desencuentros entre el jefe de la entidad emisora y el mandatario turco, que insiste en bajar los tipos de interés.

Numerosos analistas han denunciado que la inacción del Gobierno y los intentos de Erdogan de inmiscuirse en la labor del banco central asustan a los inversores y frenan la llegada de divisas, imprescindibles para Turquía. La decisión de Erdogan de destituir al presidente del banco central de su país se produce apenas unos días antes de la próxima reunión de la entidad, que tendrá lugar el próximo 25 de julio, el mismo día que se reúne también el Banco Central Europeo (BCE).

De esta cita se espera una bajada de los tipos de interés, después de que la inflación interanual, que se había disparado hasta el 25% en octubre pasado, se redujera hasta el 15% el mes pasado, es decir, hasta su nivel más bajo desde julio de 2018.

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