El Banco Central de la República de Turquía (CBRT, por sus siglas en inglés) ha anunciado este jueves una nueva rebaja de los tipos de interés de referencia con efectos inmediatos hasta situarlos en el 14% desde el 15% anterior. Este recorte del precio oficial del dinero de 100 puntos básicos se suma a los anunciados en noviembre, octubre y septiembre, periodo en el que los tipos turcos han pasado del 19% al 14% (-500 puntos básicos).
La cotización de la lira turca frente a las principales monedas se derrumba tras confirmarse este nuevo movimiento monetario a la baja que se produce en un contexto de altísima inflación en Turquía, por encima del 21%. La decisión del banco central sigue marcada por la toma de control del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan de la institución con el cese de varios altos cargos críticos con la gestión económica del país y del rumbo monetario.
De este modo, el cruce entre dólar, euro y la moneda turca llegaba a situarse tras la decisión en los 17,6 liras por euro y 15,3 por cada dólar, nuevos mínimos históricos y alrededor de un 4% de caída respecto a la jornada anterior. En lo que va de semana, la lira se desploma un 10% y supera ya el 50% de caída desde enero en su peor ejercicio desde 2001.
Turquía ha rebajado los tipos en 500 puntos básicos desde septiembre. En lo que va de semana, la lira se desploma un 10% y supera el 50% de caída desde enero, su peor ejercicio desde 2001.
Según las conclusiones del CRBT, los datos sobre la marcha de la economía y los indicadores adelantados muestran que "la actividad económica interna sigue siendo sólida, con la ayuda de una sólida demanda externa". Además, la vacuna ha facilitado la recuperación de los servicios, el turismo y sectores afines, que se han visto afectados negativamente por la pandemia.
"Se espera que la balanza por cuenta corriente registre un superávit en 2022 debido al fortalecimiento de la tendencia alcista de las exportaciones. El refuerzo de la tendencia de mejora de la balanza por cuenta corriente es importante para el objetivo de estabilidad de precios y, en ese sentido, se sigue de cerca la evolución de los préstamos", asegura el banco central.
El aumento de las exportaciones se está produciendo, sin embargo, a costa de la pérdida de valor de la moneda y una inflación fuera de control que está asfixiando a los hogares y empresas. "El aumento del IPC en noviembre ha sido impulsado por la evolución de los tipos de cambio y factores del lado de la oferta, como el aumento de los precios mundiales de los productos alimenticios y agrícolas, las limitaciones de la oferta y la evolución de la demanda", añade el instituto que preside Sahap Kavcıoglu.
"El impacto acumulativo de las decisiones recientes se monitoreará en el primer trimestre de 2022 y durante este período, todos los aspectos del marco de políticas serán reevaluados para sentar las bases para una estabilidad de precios sostenible", ha añadido la institución. Dicho de otro modo, Turquía revisará el rumbo de su política monetaria ya en 2022 y algunos expertos esperan que dé marcha atrás y suba tipos pese a Erdogan.
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