Según Société Générale

España afronta una rebaja de rating si no exprime bien los fondos europeos

Preocupa que a medio plazo la crisis afecte "al crecimiento potencial" de nuestro país a partir de 2021 y 2022,  por lo que la capacidad que tengamos de absorber el dinero del 'Next Generation' será clave.

Société Générale
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EFE

Hasta la fecha, las agencias de rating han determinado que la respuesta de todos los países europeos a la crisis ha sido la adecuada y esto ha evitado tener que hacer frente a rebajas de calificación, también en el caso de España. Sí preocupa que a medio plazo la crisis afecte "al crecimiento potencial" de nuestro país a partir de 2021 y 2022, y es precisamente por ello que la capacidad que tengamos de absorber los fondos europeos del 'Next Generation' (del plan de recuperación del que España opta a 140.000 millones entre subsidios y préstamos) será clave. 

Tradicionalmente nuestro país ha mostrado una capacidad muy baja de utilizar los fondos estructurales. Se ha situado, de hecho, a la cola de los socios europeos con un 35% de la absorción y distribución del dinero al que optaba desde Bruselas. En Société Générale no prevén, en principio, una rebaja de calificación a la deuda de nuestro país este año. Sin embargo, advierten de que "si la absorción (de esas ayudas) es muy baja por incapacidad política o administrativa esto sí puede afectar a la perspectiva de España este año". Es la advertencia que ha lanzado Jaime Sanz, responsable de Asesoramiento de Rating para estados soberanos de la entidad gala.

El próximo mes de marzo será S&P la que revise el rating de nuestro país, que mantiene con perspectiva negativa, y ha sido precisamente la agencia estadounidense la que nos ha dado un toque de atención en los últimos días por la escasa capacidad para exprimir los fondos comunitarios. Su implementación es esencial porque, como añaden desde Société Générale, "tiene la capacidad de mejorar el PIB en el año y de mejorar la estructura económica si se utilizan de manera razonable y en su mayoría".

La pasada semana era otra calificadora, Moody's, la que ponía el foco sobre nuestro país al asegurar que "la estabilización de la deuda pública planteará un desafío político crítico", ya que supondrá una carga elevada en general y es probable que su reducción sea más gradual a medio plazo de como lo fue tras la crisis financiera mundial de 2008. La situación a futuro es complicada si tenemos en cuenta que, de acuerdo con los últimos datos publicados por el Banco de España, la deuda total española en circulación (pública y privada) ascendía a 2,963 billones de euros en noviembre, una cifra sin precedentes. De cara a los próximos meses está previsto que siga incrementándose en medio de la batalla contra la Covid, que seguirá obligando a elevar el gasto y el pasivo para hacerle frente. 

La inmunización será clave este año

De cara a este año, las perspectivas para el mercado de capitales de deuda que maneja la firma con sede en París contemplan que, una vez que se han despejado algunos de los nubarrones que pesaban sobre el horizonte económico (como el resultado de las elecciones en Estados Unidos, el acuerdo alcanzado en torno al Brexit y el desarrollo de las vacunas contra la Covid-19), la inestabilidad podría venir del proceso de inmunización de la población, así como de la velocidad y la forma en la que se recupere la economía. "Esperamos que para al menos el primer semestre de 2021, tanto los 'spreads' como los tipos de interés se mantengan bajos hasta que se vean los primeros signos de una sólida mejoría económica", sostienen desde la entidad francesa.

Las excelentes condiciones del mercado durante el inicio del pasado ejercicio, permitieron a los emisores españoles acometer proyectos estratégicos desde los primeros días de enero, ajenos a los primeros rumores de la Covid-19 en Wuhan. Sin embargo, el incesante incremento de casos de Covid-19, incluyendo Europa, hizo que los mercados optasen por ser más cautos hasta esclarecerse la reacción de las instituciones públicas, generando un importante incremento del coste de la deuda y el cierre de los mercados primarios durante las semanas sucesivas. La rápida y contundente reacción por parte de los bancos centrales e instituciones públicas fue esencial para calmar las aguas.

La emisión de bonos en España creció hasta los 107.000 millones de euros en 2020, un 38,5% más respecto al año anterior, para hacer frente a las consecuencias de la crisis generada por la pandemia de coronavirus, según los datos recogidos por Société Générale. El sector privado, tanto corporativo como financiero, emitió un volumen total de 48.425 millones de euros durante el año, lo que supone un volumen similar al del año pasado.

En concreto, el sector corporativo emitió bonos por un valor de 26.725 millones de euros, un 61% más que en 2019. Iberdrola, Repsol y Telefónica protagonizaron las principales emisiones corporativas del año. No obstante, el volumen de emisiones del sector financiero cayó un 31%, hasta los 21.700 millones de euros, siendo Santander, BBVA, Sabadell y Caixabank los emisores más activos. Mientras, el sector público, colocó un total de 58.350 millones de euros mediante 14 operaciones sindicadas -un 106% más respecto a 2019-, siendo el Reino de España el emisor más activo, puesto que colocó un total de 52.000 millones de euros a través de 5 operaciones y recibió una demanda agregada de 282.500 millones.

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