España casi se financia 'gratis': el miedo a la recesión agita el tsunami de la deuda

España a un paso de financiarse 'gratis': el miedo a la recesión genera un tsunami en la deuda
España a un paso de financiarse 'gratis': el miedo a la recesión genera un tsunami en la deuda
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El miedo a la recesión ha barrido como un tsunami el mercado de la deuda. La caída de rentabilidades en los bonos soberanos, por la aversión al riesgo y la búsqueda de activos considerados más seguros con los que capear el temporal en las bolsas y afrontar la mayor debilidad de la economía, no tiene precedentes... al menos no en el caso español. Es cierto que nuestro país ya había logrado en los últimos meses colocar el interés de sus letras a plazos más cortos en negativo, siguiendo el camino marcado por Alemania (incluso su bono a 30 años cotiza en negativo y en mínimos históricos). Sin embargo, nunca antes el bono de referencia, el diez años, se había situado en niveles como el actual: el 0,054% (ha llegado a bajar al 0,03%). Esto implica que nuestro país está al borde de financiarse gratis y cada vez más cerca de hacerlo también en negativo

En general, el bono a 10 años es una referencia clave para el mercado, dado que es uno de los termómetros del pulso y la salud de una economía. Además, está considerado como el activo de mejor calificación crediticia, dado que es el título "sin riesgo" por excelencia de la renta fija. En teoría, la curva de tipos de interés a 10 años tiende a ser mucho más estable si la comparamos con plazos más cortos, y es por ello que ofrece una mayor garantía, además de la seguridad de tener detrás a un Estado que la respalde.

Ahora, los inversores están dispuestos a que les exijan un interés por poner su dinero a cubierto y, al mismo tiempo, ven cada vez más probable y más cercano el pinchazo de la economía. Tanto, que el mercado pide ya una rentabilidad mayor o muy similar por la deuda a más corto plazo que por la referencia a 10 años. Es lo que estamos viendo con la inversión o aplanamiento de la curva de tipos de interés en Estados Unidos, uno de los síntomas que el mercado toma como augurio de que esa recesión se acerca. Así, el bono a diez años norteamericano ofrece un 1,502%, apenas tres puntos básicos más que lo que renta su bono a 2 años.

Los expertos consultados inciden en que la situación es tan anómala a nivel global que hablar, por ejemplo, de rentabilidades negativas en la deuda a 30 años alemana implica dar por hecho que el país permanecerá estancado, en la cuerda floja, durante las próximas tres décadas, algo que parece más bien inverosímil. Sin embargo, los temores del mercado no son infundados en cuanto al panorama que proyectan a corto o medio plazo.

Los datos macro cada vez más débiles en China y el hecho de que Pekín amenace con tomar represalias si EEUU mantiene las subidas de aranceles a algunos productos previstas para final de año no ayuda nada. En Europa preocupa que la locomotora alemana se haya gripado y registre ya una contracción (-0,1% en el segundo trimestre), la segunda no consecutiva en lo que va de año por el pinchazo de las exportaciones, y va camino de arrastrar consigo al resto de las economías europeas. 

En la subasta celebrada por el Tesoro el pasado martes, nuestro país logró captar 4.521 millones de euros en letras a 6 y 12 meses pagando el interés más bajo para esos vencimientos desde que se tiene constancia, un -0,5%. El próximo martes España volverá a verse las caras con los mercados, aunque en este caso con la emisión de letras a 3 y 9 meses, y tendrá la oportunidad de rebajar aún más sus costes de financiación y de marcar nuevos récord. 

Un mercado convulso

Todos son hitos en medio de la incertidumbre actual y el estado de nerviosismo permanente en el que están instalados los mercados. Que la Reserva Federal de Estados Unidos haya recortado los tipos oficiales con la bolsa en zona de máximos históricos es uno de ellos. Y que estos máximos se hayan logrado durante semanas con la deuda pulverizando sus mínimos de rentabilidad también lo ha sido.

La situación es tal que uno de los nombres que más sonó para presidir el Banco Central Europeo (BCE) cuando Mario Draghi abandone la entidad en octubre, el presidente del Banco Central de Finlandia y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Olli Rehn, ha hecho un llamamiento para que la máxima autoridad monetaria aplique un “fuerte y significativo programa de estímulos” en la reunión del mes de septiembre. “Es preferible que el BCE se exceda en sus nuevas medidas a que decepcione las expectativas del mercado”, ha asegurado en una entrevista con The Wall Street Journal.

En la última sesión, el Bund alemán ha llegado a rebajar su interés al -0,7%. Una jornada en la que los recortes se han impuesto en Europa: el Mib de Milán ha sido el índice más bajista en medio de la incertidumbre política (-2,53%); el Ftse londinense se ha dejado un 1,13%; el Dax alemán un 0,7%; un 0,27% ha perdido el Cac de París y un levísimo 0,04% el Ibex 35, lo suficiente para marcar un nuevo mínimo anual en los 8.519 puntos. En Wall Street el tono ha sido mixto con avances inferiores al medio punto para el Dow Jones y el S&P 500 y un retroceso de una décima para el tecnológico Nasdaq.

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