Frena el repunte

El euro se juega la paridad con el dólar: el BCE blinda su retórica sin subir tipos

Pese al ritmo de crecimiento de los precios en la zona euro, en máximos históricos, el Banco Central Europeo insiste en un endurecimiento "gradual", lejos de la aceleración de la Fed. 

El euro marca máximos de más de dos años contra el dólar con gas para seguir
El euro marca máximos de más de dos años contra el dólar con gas para seguir
Pixabay

El euro comenzó a corregir este lunes las ganancias acumuladas en las últimas semanas frente al dólar y retomó la tendencia bajista que le aproxima a la paridad. El Banco Central Europeo (BCE) se resiste a seguir el ritmo de subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed) y mantiene los tasas de interés negativas frente a una inflación en máximos históricos que, además, sorprendió en mayo al alza frente a las expectativas. 

El tono más decidido de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, -anunció la posibilidad de tener tasas positivas en el tercer trimestre- dio alas a la moneda europea en los últimos días, hasta ahora lastrada en el año por el mayor endurecimiento de la política monetaria de su homólogo estadounidense. De esta manera, marcó máximos de mayo tras situarse próximo a los 1,08 dólares y la cotización del euro frente al dólar logró en mayo su primera subida mensual en 2022. En total, la moneda europea se ha encarecido un 1,6%. Sin embargo, la subida se vio moderada en la última sesión del mes. Cayó hasta los 1,07 dólares tras conocerse un nuevo máximo histórico en el incremento de los precios de la zona euro. 

La respuesta europea no parece suficiente para el mercado en un contexto de subidas masivas de tipos en otras zonas económicas. Pese a que la elevada inflación invita a una política monetaria más estricta para frenar el ritmo de crecimiento, el BCE se resiste a acelerar la retirada de estímulos. Phillip Lane, economista jefe del BCE, apunta a una normalización "gradual", con subidas de 25 puntos básicos en julio y septiembre. Este discurso también lo defienden otros miembros del BCE. El gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy, afirmó que "las últimas cifras de inflación de mayo en Francia y otros países confirman el aumento que esperábamos", aunque señaló "la necesidad de una normalización progresiva" de la política monetaria. 

Por su parte, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, también espera que el BCE suba los tipos de interés en julio y en septiembre, y más adelante decidir si los continúa incrementando. En la línea de un endurecimiento gradual, cree que "no es óptimo comprometerse con ninguna trayectoria de tasas de interés específica, y mucho menos en el contexto incierto actual".

La fortaleza del dólar también se ve impulsada por la subida del precio del petróleo. Precisamente este martes el coste del barril de Brent repuntaba hasta máximos de dos meses tras el veto parcial que ha aprobado la Unión Europeo en su sexto paquete de sanciones contra Rusia. Esta decisión tiene un impacto económico negativo para Europa y aviva el riesgo de recesión. Según un informe de ING, "esto complica la vida al BCE" y no descartan que el banco central no cumpla "plenamente" con el endurecimiento agresivo que hasta ahora se cotizaba en el mercado. 

Por otra parte, las preocupaciones de una mayor inflación también reducen el apetito por el riesgo de los inversores. Desde Beka Finance Private Banking añaden que la corrección de este marte se produjo ante una "vuelta atrás de los activos de riesgo y por esas correlaciones el euro sufre". La incertidumbre sobre el crecimiento económico se ha agravado por las sanciones europeas contra Rusia y la respuesta del Kremlin, especialmente en el plano energético, y añaden "la visión de que el endurecimiento monetario será más largo del esperado".

En el pulso euro-dólar, la primera es la perdedora desde que la Fed comenzó a mostrar un tono más agresivo en su política monetaria, lo que hacía más atractiva a la segunda. Además, "el discurso de Lagarde era bastante 'dovish' a finales del año pasado e inicios del 2022", apunta Diego Morín, analista de IG, que añade que "el conflicto bélico intensificó mucho más el disparo de los precios". En ese sentido, cree que, pese a un cambio en la política monetaria del BCE que conduzca a rebotes, los vaivenes en la divisa europea seguirán estando vigentes, ya que "sigue inmersa dentro de una tendencia bajista". No obstante, ve "complicado" llegar a la paridad.

Por su parte, el equipo de Beka Finance Private Banking señala que ante los mínimos de 2017 que marcó el euro frente al dólar, "no habría nadie que pensara que la paridad era algo evitable". Aún así, cree que "los pares de divisas son cosa de dos":  en EEUU podríamos estar en niveles máximos de agresividad proyectada a futuro en política monetaria. Por ello, apuesta por que en la medida que mejoren los datos de precios en Norteamérica, veremos que "se calmarán en parte las expectativas de subidas y el euro debería apreciarse".

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