Caídas hasta 0,97 unidades

El euro sufre tras la Fed: Lagarde admite que el BCE no seguirá su ritmo de tipos

La divisa europea cotiza con fuertes descensos la última subida de tipos de interés en EEUU que amplía el diferencial entre ambas áreas económicas hasta rozar los 200 puntos básicos.

Gráfico euro-dólar portada 2x2. Tema María. Miércoles
El euro ha marcado mínimos de 20 años en 2022.
Nerea de Bilbao (Infografía)

La cotización del euro frente al dólar se aleja de la paridad y se aproxima a los mínimos de finales de septiembre por debajo de 0,96 dólares después de que la Reserva Federal (Fed) haya subido los tipos de interés en EEUU hasta rozar el 4% y apunte a un techo más alto en los próximos meses. 

De este modo, el cambio del euro frente al 'billete verde' baja este jueves cerca del 1%, hasta los 0,973 dólares, lo que supone el peor cambio de la moneda europea desde el 28 de septiembre cuando marcó mínimos de 20 años por debajo de los 0,96 dólares.

La presidente del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha lanzado un mensaje pesimista tras la reunión de la Fed y la agresividad en las subidas de tipos que se está llevando a cabo su homólogo Jerome Powell. 

"No somos iguales y no podemos avanzar al mismo ritmo y con el mismo diagnóstico, pero también nos influyen las consecuencias (de las decisiones de la Fed) en los mercados", ha apuntado en un coloquio en Letonia.

La semana pasada, el Consejo de Gobierno del BCE decidió elevar los tipos de interés en 75 puntos básicos, situando el tipo de interés para sus operaciones de refinanciación en el 2%, su nivel más alto desde enero de 2009.

La institución indicó entonces que con esta tercera subida consecutiva de los tipos había logrado "un avance considerable en la reversión de la orientación acomodaticia de la política monetaria", aunque adelantó que prevé seguir subiendo los tipos para devolver la inflación al objetivo del 2%.

Una recesión a la vista

La debilidad del euro se ha convertido en una fuente de preocupación para el BCE debido a sus efectos inflacionistas para la economía europea. Las tensiones de precios de un dólar más fuerte se trasladan a toda la cadena de suministros energéticos y de materias primas.

Lagarde considera que la recesión suave contemplada en las previsiones de la institución no será suficiente para calmar las presiones inflacionistas en la eurozona. "Nuestras previsiones contemplan la posibilidad de una recesión suave en la eurozona, pero no creemos que esa recesión sea suficiente para domar la inflación", ha señalado.

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