Canceló el contrato

Evergrande se muda para ahorrarse el alquiler de su sede central en Shenzhen

El gigante inmobiliario, acuciado por problemas de liquidez, busca reducir sus costes y se ha trasladado a otro edificio de su propiedad en la misma ciudad. 

Evergrande sigue copando buena parte de la atención mediática en terreno bursátil. Todo después de que la promotora inmobiliaria se haya hundido a mínimos desde 2010 en la Bolsa de Hong Kong. El efecto contagio se ha notado en el resto de parqués de todo el mundo, especialmente en el Ibex 35, que iniciaba la semana con la banca española en números rojos.
Evergrande se muda para ahorrarse el alquiler de su sede central en Shenzhen
EFE

El gigante inmobiliario chino Evergrande, acuciado por las dificultades de liquidez para afrontar un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares (264.785 millones de euros), ha decidido cancelar el contrato de arrendamiento de sus oficinas centrales en Shenzhen  para reducir costes. El conglomerado se ha trasladado a otro edificio de su propiedad en la misma ciudad. 

"Para ahorrar costes, la compañía llevó a cabo en diciembre de 2021 los procedimientos de cancelación del contrato de arrendamiento del Centro de excelencia de Houhai y se mudó a instalaciones de su propiedad en Shenzhen", ha confirmado la empresa. La compañía emitió la declaración después de que el medio chino The Paper informara que Evergrande había trasladado su sede de Shenzhen a la cercana Guangzhou. Evergrande se fundó en Guangzhou y se mudó a Shenzhen en 2017, donde por ahora permanece. 

Según recoge Reuters, el lunes por la tarde el logotipo de la empresa había sido retirado parcialmente de un lateral de su actual sede, el Centro de Excelencia. Personal de seguridad, acompañado de vehículos de seguridad, vigilaba y varios de ellos confirmaron que la empresa había abandonado el edificio el mes pasado.

Las acciones de Evergrande, que perdieron casi un 90% de su valor durante el pasado año, cotizaban con caídas superiores al 1% en la Bolsa de Hong Kong, donde volvieron a negociarse con normalidad hace una semana, después de haber sido suspendidas a petición de la propia empresa. Finalmente cerró la sesión con un retroceso próximo al 0,6%. 

El conglomerado inmobiliario chino, que acumula un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares, reconoció a principios de diciembre que no existen garantías de que pueda disponer de los fondos necesarios para hacer frente a sus obligaciones financieras.

De hecho, las agencias de calificación S&P Global Ratings y Fitch declararon a la compañía en "impago selectivo" e "impago restringido", respectivamente, después de que no realizara los pagos de los cupones de sus pagarés senior en dólares y una vez expirados los períodos de gracia correspondientes.

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