En plena ola de caídas en los mercados de capitales a nivel global, la Bolsa de Lisboa emerge como un oasis bursátil ajeno a la volatilidad para los inversores. Su principal índice, el PSI, se ha revalorizado desde enero más de un 11% y cotiza en máximos desde hace siete años. La tendencia es la contraria a los pesos pesados de la zona euro. El Dax alemán y el Cac francés se dejan casi un 12% cada uno. En el caso del Ibex 35, este miércoles volvió a positivo en el año, pero de apenas el 0,5%. La composición del selectivo portugués, con peso bancario y energético, son factores a favor, pero también la estabilidad política del país y su exposición a Brasil.
El PSI, formado por las mayores cotizadas portuguesas, alcanzó este miércoles los 6.184 puntos, un nivel inédito desde mayo de 2015, después de cinco sesiones consecutivas de subidas. En el mes de abril el índice luso ya alcanzó estos máximos, pero ahora los ha superado gracias al impulso superior al 8% solo desde el lunes de la semana pasada. Este movimiento consolida su avance anual. En los meses previos se ha situado a la cabeza de la zona euro y pese a registrar pérdidas en algunos periodos, fueron mucho más moderadas que en otros índices del Viejo Continente. La tendencia no es nueva y su revalorización en los últimos tres años, superior al 20%, se sitúa por encima de sus pares europeos.
Pese a la buena evolución del índice portugués, hay que tener en cuenta la menor liquidez que registra. De hecho, el volumen negociado de media en el último mes en la Bolsa de Lisboa, apenas representa el 3%, por ejemplo, de la Bolsa de París y menos del 6% de la de Ámsterdam, según las estadísticas de Euronext.
Para entender el comportamiento del mercado portugués este año, Salvatore Bruno, director de inversiones en Generali Investments Partners, destaca que juega a favor "la exposición a una parte de los mercados emergentes, en primer lugar Brasil, y la buena situación de las finanzas públicas y la estabilidad política". Pese a que todavía se encuentra entre las economías más endeudadas de la zona euro -por detrás de Grecia e Italia-, su ministro de Finanzas se comprometió recientemente ha reducir su deuda. Además, en las últimas previsiones de la Comisión Europea, revisó al alza su previsión de crecimiento hasta el 5,8%, el mayor potencial entre los Veintisiete.
Precisamente, la estabilidad de la deuda y el contexto político suponen un apoyo, explica Bruno, para el sector bancario. Banco Comercial Portugués, el mayor banco cotizado del país valorado en casi 2.800 millones de euros, es uno de los valores más alcistas (+31%). La entidad también se ve impulsada por el incremento de los tipos de interés previsto para la zona euro. En el primer trimestre del año el margen financiero del banco -diferencia entre los intereses cobrados en préstamos y los pagados en depósitos- creció un 24,1%. Además, duplicó su beneficio pese a un impacto negativo de la filial polaca, Bank Millenium, que concentra el 30% de su actividad.
El mercado luso también se ve impulsado por la industria papelera. Semapa, un holding cuyas ventas provienen en su mayoría de la producción de pasta de papel, logra un impulso superior al 27% desde enero y su filial Navigator, la mayor productora de papel en Europa, un 21%. Pero, en especial, destaca Altri SGPS, dedicada a la producción de pasta de celulosa a partir del eucalipto y a la coproducción de energía, que es el valor más alcista en el año (+40%) en el mercado luso. La compañía portuguesa anunció en abril su primera fábrica de fibras textiles en España y la segunda en Europa en el municipio lucense de Palas de Rei.
Altri es, a su vez, accionista de referencia de GreenVolt, compañía especializada en la producción de energía con biomasa y que desde enero sube más de un 10%. La petrolera Galp es el segundo valor que más sube desde enero (+36%) en medio del rally del precio del petróleo y el gas natural. Solo los márgenes de refino de Galp -la diferencia entre el valor del crudo y los ingresos generados por su venta en forma de productos petrolíferos como la gasolina o el gasóleo- pasaron de 1,9 dólares por barril a 6,9 hasta marzo. Además, la eléctrica REN sube un 18%.
La exposición al segmento energético también contribuye positivamente al índice PSI, aunque la tendencia es mixta en el acumulado del año. EDP Renovables, la compañía de mayor capitalización en la Bolsa de Lisboa (22.000 millones de euros) cotiza con avances más moderados, inferiores al 5%. Se trata de la filial de renovables de la eléctrica portuguesa EDP, a quien supera en valor después de que se deje en el año algo más de un 1%. La compañía de bienes de consumo Jeronimo Martins, que cierre el 'top 3' de mayor valor en el PSI, también cae un 5%.
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