Pedro del Pozo

"Echo en falta medidas de apoyo a las empresas más claras y decididas"

El director de Inversiones Financieras en Mutualidad de la Abogacía cree que los estímulos del BCE han evitado quiebras pero han convertido a algunas empresas en zombis dependientes de la liquidez.

"Echo en falta medidas de apoyo a las empresas más claras y decididas"
"Echo en falta medidas de apoyo a las empresas más claras y decididas"
Mutualidad de la Abogacía

Salir de una crisis como la del coronavirus de la mejor manera posible requiere tirar de las políticas más razonables desde el punto de vista de la gestión. Y ¿Son razonables las medidas económicas que ha puesto en marcha hasta ahora el Gobierno español? El director de Inversiones Financieras en Mutualidad de la Abogacía, Pedro del Pozo, echa "bastantes cosas de menos". Reconoce que medidas como los ERTEs o la llegada de los 140.000 millones de euros en fondos europeos del programa 'Next Generation' son muy positivas, pero recuerda que ante un colapso como el que ha vivido la economía mundial por la pandemia de coronavirus hay que retrotraerse al pasado para ver cómo salimos de otras crisis y evitar cometer errores. "Esto es una crisis fundamentalmente de demanda y ya dijo Keynes cómo hay que salir de ellas: con inversión pública y con gasto público que realmente tenga un efecto", recuerda, de ahí que sea tan importante decidir bien el destino del fondo de recuperación. 

"En un momento en el que uno casi puede endeudarse libremente, en que el mercado no le va a penalizar, la atención principal y primordial de todo gobierno responsable es evitar que se derrumbe su tejido empresarial", sostiene del Pozo, por lo que desde su punto de vista y en el caso español "tiene que haber un apoyo claro y decidido a las empresas porque eso significará poder mantener los niveles de empleo en el futuro, cuando todo vaya avanzando". En su conversación vía telemática con 'La Información', Pedro del Pozo advierte de que si el tejido industrial no aguanta, una vez que salgamos de esta crisis "nos llevará mucho más tiempo y muchos más recursos poner de nuevo en marcha el sistema". Por ello, considera que debe haber un cuidado especial con todo el entramado de la economía, puesto que eso redundará en que los niveles de empleo y los de consumo se recuperen lo antes posible.

Mientras tanto, confía en que la política acomodaticia del Banco Central Europeo (BCE) y de sus homólogos a nivel mundial se mantenga y siga respaldando la recuperación. Si bien a corto plazo no prevé nuevas "inyecciones masivas de liquidez" como las del año pasado, incide en que esto no se puede descartar de forma tajante porque siempre puede surgir otro 'cisne negro' que lleve a los emisores a tener que elevar el manguerazo a la economía. "La cantidad de liquidez que hay en el sistema es tan hiper abundante que lo que hemos provocado con este exceso de analgésicos es que estamos insensibilizados en unos niveles que pueden durar años o décadas", explica del Pozo. Esa política de acompañamiento a la economía se mantendrá con sus ventajas e inconvenientes. "La ventaja es que no hemos quebrado y el inconveniente es que estamos convirtiendo buena parte de las empresas en muchos países en auténticos zombis, cuando no dependientes de la liquidez".

Los estímulos del BCE han evitado quiebras pero han convertido a buena parte de las empresas en zombis dependientes de la liquidez

El director de Inversiones Financieras en Mutualidad de la Abogacía ve probable a lo largo de este año "algún episodio de inflación, incluso sorprendente", por ejemplo en Estados Unidos, que es quien tira del carro, y donde el nivel de ahorro de los particulares está cotas no vistas desde la Segunda Guerra Mundial. "El americano medio tiene una propensión marginal al consumo especialmente elevada. Eso significa que en el momento en que ponga a trabajar toda esa cantidad de ahorro... y lo hará, probablemente veamos algún episodio de inflación realmente sorprendente". Pese a ello, recuerda el compromiso, tanto de la Reserva Federal como del BCE de no actuar aunque la subida de precios pueda dispararse de forma puntual. En cualquier caso, no cree que la inflación se vaya a ir estructuralmente a niveles muy elevados al margen de esos episodios muy concretos. 

Éste será el año de la recuperación macroeconómica, otra cosa será su "alcance", que dependerá de la evolución del coronavirus, de las eficacia de las vacunas o de las políticas que se tomen en consideración. Entre esas políticas y desde el punto de vista monetario, Pedro del Pozo considera que ni es viable "y tampoco sería una buena noticia para el mercado" una condonación de la deuda por pate del BCE a países como España o Italia, que ha reclamado recientemente un grupo de economistas europeos. "Al final en relación con los niveles de deuda, aunque sean muy elevados, creo que es fundamental que exista algo que no existía hace una década, que es un comprador de último recurso, que es lo que viene siendo el BCE", señala.

En su opinión, una medida de este tipo tiene unos efectos que pueden ser de una elevadísima distorsión en términos de asignación de activos. "Nos estaríamos cargando la confianza del mercado", sentencia, puesto que el inversor no estaría apostando tanto por la fiabilidad de un determinado proyecto, en este caso Europa, sino por la posibilidad o no de que alguien venga a condonarte la deuda. Así, advierte de que tendría repercusiones desde el punto de vista de asignación de activos que podrían ser mucho más perniciosas que el efecto positivo buscado. 

Consolidación de la rotación de activos 

Después de un año que se ha convertido en el paradigma de la separación entre la marcha de los mercados y la de la economía (con un 'rally' en los mercados desde los mínimos de marzo y la mayor recesión en tiempos de paz en la inmensa mayoría de las grandes economías) la pandemia seguirá marcando el curso este año, mientras que la incertidumbre política irá en principio rebajándose. La llegada de Biden a Estados Unidos -con la más que previsible aprobación de su estímulo de 1,9 billones- y la de Mario Draghi a Italia son un buen ejemplo de ello. En lo que respecta a la renta variable a corto plazo prevé que se consolide la rotación sectorial. 

Va a ser un año muy complicado para la renta fija por los bajos tipos y el despertar de la inflación

"No estamos negativos en renta variable, pero sí creemos que hay determinados activos que han corrido mucho y que no están baratos" y pone el ejemplo todo lo que tienen que ver con la tecnología, con el ‘growth’...  Ahora serían los activos más cíclicos, que se quedaron atrás en el año pasado, los que se verían beneficiados por esa cierta dosis de inflación. "Y aquí España tiene bastante que ganar. Tenemos consumo, tenemos turismo, incluso los propios bancos", apunta.

En lo que respecta a la renta fija, prevé que éste sea un ejercicio "muy complicado" porque los tipos son ahora muy bajos y ese proceso de inflación probablemente tenga un efecto más negativo que positivo. No ven movimientos drásticos en las primas española o italiana o en el bono alemán, pero sí como los que se están produciendo en los bonos americanos, con una cierta subida de rentabilidad del 10 años a medida de que la economía se empieza a normalizar. "Ese proceso está ahí, probablemente se produzca en el año, es nuestro escenario base, y eso significa que los bonos que se están comprando ahora tengan una valoración peor a final de año. Esto con todas las cautelas y dependiendo de las compañías y de los activos. Probablemente sea un año complicado para la renta fija, esperemos que no tanto como lo fue el 2018, pero siempre habrá oportunidades", sentencia.

Pedro del Pozo explica que la política de inversiones de Mutualidad de la Abogacía es conservadora, muy tradicional y sencilla. Como todas las empresas de seguros de vida, el componente principal es la renta fija –casi un 80% al cierre del año 2020-, fundamentalmente ‘investment grade’ y con una duración muy elevada, por lo que tiene una rentabilidad media acumulada muy elevada en esa parte de renta fija. En deuda pública es muy importante el componente español y de las comunidades autónomas ‘no FLA’ (las que no se acogieron al rescate del Fondo de Liquidez Autonómico).  La parte de crédito, mucho más diversificada, cuenta con más de 110 emisores distintos. Tienen, además, un 7% en inversión inmobiliaria indirecta, un componente de renta variable del 9% y el resto de la cartera sería liquidez. La inversión sostenible es una prioridad estratégica tanto a corto como a largo plazo.

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