La vacuna contra la Covid-19 ha sido la salida para una crisis sanitaria inédita. Más de la mitad de la población mundial ya ha recibido al menos la primera dosis de la inyección casi dos años después de la irrupción de la pandemia. Es el resultado de una carrera a contrarreloj con un importante desembolso, tanto público como privado, que ahora se ve reflejado en las cuentas de las farmacéuticas que han visto impulsados sus ingresos. En total, las cuatro farmacéuticas con una vacuna contra la Covid aprobada por la EMA (Agencia Europea del Medicamento), Pfizer, Moderna, Astrazeneca y Janssen, ingresaron 37.962 millones de dólares (algo más de 33.000 millones de euros) de enero a septiembre de 2021.
Las vacunas han supuesto una nueva fuente de ingresos para estas compañías, aunque su influencia en el resultado difiere, según el volumen vendido y el tamaño de su negocio original. Así, Moderna es la compañía cuyos resultados más dependen de las ventas de vacunas. En concreto, en los nueve primeros meses del año ingresó 11.300 millones de dólares, de los que 10.700 millones fueron de las ventas de vacunas, casi el 95%. En total, ha vendido 510 millones de dosis que le han permitido multiplicar por casi 50 la facturación de hace un año.
Aún así, los datos no superaron las expectativas del mercado y, de hecho, la compañía ha reducido sus previsiones para los próximos meses señalando los retrasos en el envío internacional y problemas temporales relacionados con la capacidad de fabricación. Como consecuencia, la firma estadounidense espera recaudar en 2021 entre 15.000 y 18.000 millones de dólares frente a la estimación anterior de 20.000 millones.
El escenario de Pfizer es el contrario. Según avanzó en la presentación de sus resultados, ya ha elevado su pronóstico de ventas de vacunas hasta los 36.000 millones de dólares en todo 2021. Además, avanza ingresos extraordinarios en 2022, de 29.000 millones, a medida que expande su distribución global e inicia la campaña de vacunación de refuerzo y a niños en EEUU. Por ahora, hasta septiembre ha ingresado casi 24.280 millones de dólares (21.200 millones de euros), que representan algo más del 40% de sus ingresos totales.
La UE tiene un acuerdo por 900 millones de dosis con Pfizer y BioNTech, con la opción de duplicar su pedido para 2022 y 2023, que se suman a otros dos contratos ya firmados. Este incremento de pedidos también repercute al socio del brazo biotecnológico, BioNTech. En su caso, también ha elevado su pronóstico de ingresos hasta los 17.000 millones de euros este año.
Estas cifras están lejos de las de sus rivales Astrazeneca y Janssen. La primera apenas ha ingresado 2.200 millones de dólares por la vacuna que desarrolló junto a la Universidad de Oxford, después de que se comprometió a no obtener rentabilidad por ello durante la pandemia. Sin embargo, la compañía da por finalizada la pandemia y ya busca sacar beneficio de la vacuna -a excepción de las dosis para los países en desarrollo- después de que sus ganancias se hayan reducido un 78% en lo que va de año, con pérdidas del tercer trimestre. Según informó la compañía en sus cuentas trimestrales, espera que las nuevas vacunas se muevan a una "rentabilidad modesta" a medida que se reciban nuevos pedidos.
La UE finalizó el contrato con Astrazeneca
Pero, pese a obtener un mayor beneficio con la venta de estos pedidos, Astrazeneca dejará de facturar en la Unión Europea, que decidió no extender su contrato inicial tras un enfrentamiento por los retrasos para distribuir las dosis entre los países. Ambas partes finalmente llegaron a un acuerdo que garantiza las dosis acordadas que faltaban por distribuir, pero se dio por finalizada la relación comercial. En total, la farmacéutica anglo-sueca repartirá 300 millones de dosis, de los que 100 millones ya fueron entregados hasta el segundo trimestre de 2021. A la falta de nuevas ventas en la UE, se suma que todavía no ha obtenido la aprobación en EEUU.
Por su parte, Janssen, filial del grupo norteamericano Johnson & Johnson, ingresó 766 millones de dólares por su vacuna, que apenas representa un 1% de las ventas de la corporación. Pese a este dato, la compañía mantiene su pronóstico de que en 2021 los ingresos por la venta de vacunas contra la Covid alcanzarán los 2.500 millones, para lo que deberá más que triplicar su facturación actual durante el último trimestre. La situación se torna compleja después de que en EEUU la vacuna Janssen es la menos popular y, entre a quienes se administró esta vacuna, solo una tercera parte la ha vuelto a elegir para recibir la de refuerzo. El resto apostó por Pfizer o Moderna, según recoge la cadena estadounidense CNBC.
Covid y tendencias en bolsa
Los inversores siguen de cerca la evolución de estos ingresos para sacar rentabilidad. Con el inicio de las investigaciones de la vacuna contra la Covid y los primeros resultados ya hicieron despegar a los protagonistas y el 'rally' alcista continúa este año aunque con más moderación. Moderna registra la mayor revalorización desde enero, superior al 120%. Sin embargo, su cotización es la más volátil y retrocede cerca de un 50% desde sus máximos registrados en septiembre. Tras presentar resultados se dejó más de un 30% en apenas una semana.
La cotización de Moderna también se ve lastrada como consecuencia del impulso de sus rivales, como Pfizer, que cotiza en máximos históricos. A las buenas previsiones de ventas se suma el éxito de la efectividad de la píldora que limita el riesgo de la Covid. La farmacéutica estadounidense anunció hace una semana que ha conseguido fabricar una píldora experimental que reduce el riesgo de hospitalización y muerte en casi un 90% entre las personas infectadas con el virus. La noticia le hizo revalorizarse un 10% en un solo día. Desde enero gana un 35%.
El resto del sector farmacéutico está marcado por los avances en la Covid. Así, por ejemplo, Novavax, pendiente de que su vacuna reciba la autorización de la EMA ha retrocedido en las últimas semanas ante las dudas por la tardanza en su aprobación. Por su parte, la alemana Merck, pese a que no trabaja en ninguna vacuna, alcanzó máximos históricos la semana pasada ante las expectativas sobre su pastilla contra el coronavirus, que se está probando en ensayos clínicos para su tratamiento.
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