Disparado desde la pandemia

La Fed ya planea reducir balance: la hoja de ruta ante los 9 billones de su cartera

Jerome Powell confirmó que tras finalizar el programa de compras de activos comenzarán a recortar su balance, que es "considerablemente más grande de lo que se necesita". 

Jerome powell
Jerome powell
Europa Press

"Es hora de finalizar las compras de activos primero y, después, en el momento adecuado, empezar a reducir balance, que es considerablemente más alto de lo que se necesita". Tras reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), dio protagonismo a la reducción de su cartera, uno de las actuaciones que más preocupa al mercado con el mal recuerdo de la retirada de estímulos entre 2017 y 2019 en mente y que podría producirse antes de lo previsto por el excesivo nivel actual. Ante el estallido de la pandemia, el volumen en balance se vio disparado para drenar de liquidez el sistema y actualmente marca récord, próximo a los 9 billones de dólares.

En marzo de 2020, antes de la parálisis económica por la Covid-19, la Fed tenía en cartera activos por valor de algo más de 4 billones de dólares. Entonces se lanzó a comprar se lanzó a comprar bonos del Tesoro y titulaciones hipotecarias para financiar las políticas fiscales y los estímulos y sostener la economía del país. Así, desde diciembre de 2020 compró deuda por importe de 120.000 millones de dólares al mes, una cifra que se ha reducido en los últimos meses y en febrero se limitará a 30.000 millones mensuales en compras de deuda. Como resultado, casi dos años después, el balance total se ha más que duplicado hasta los 8,8 billones, según los datos de la propia Fed. 

El dato continuará en ascenso. El próximo mes de marzo se dará por finalizado el programa de compras, pero hasta entonces el banco central de EEUU comprará en enero 40.000 millones de dólares en valores del Tesoro y 20.000 millones de valores respaldados por hipotecas. En febrero, las compras se reducirán a 20.000 millones de deuda pública y 10.000 millones de titulaciones hipotecarias. Pero, incluso una vez concluidas estas adquisiciones, la propia rentabilidad de la cartera elevará su volumen. Es decir, la curva se estabilizará una vez la Fed deje de reinvertir. 

Su tamaño actual representa cerca del 36% del PIB estadounidense, cuando en el peor momento de la gran crisis financiera sólo llegó a suponer el 15%. La Fed reconoce que es un nivel "considerablemente" alto y busca reducirlo a través del denominado ajuste cuantitativo. Powell no indicó qué cantidad se debería eliminar de su balance para que alcanzara una cifra óptima, pero el miembro de la Junta de Gobernadores, Christopher Waller, sugirió que a largo plazo debería ser de alrededor del 20% del PIB. Cuanto más largo sea el marco de tiempo para aplicar este ajuste, menor reducción se requiere.

La última vez que llevó a cabo este ajuste fue entre finales de 2017 y agosto de 2019, cuando la Fed redujo cerca del 15% de la cartera. Además de reducir balance, dejó a cero el 'quantitative easing' y subió tipos, pero Powell se vio obligado a frenar ante la desaceleración de la primera economía del mundo. La decisión fue "equivocada", según señala en un comentario de mercado Ramón Forcada, director de Análisis Financiero y de Mercados de Bankinter, porque "fue muy rápido y eso es lo que el mercado teme, que esta vez también quiera ir rápido". 

Pese a la experiencia anterior, la Fed busca ahora reducir su cartera en una "cantidad sustancial", según afirmó el propio Powell, aunque sin concretar el tiempo y el ritmo. No obstante, anticipó algunas cuestiones. El punto de partida será a partir de la primera subida de tipos -es probable que el banco central busque discutir el tema en las siguientes dos reuniones- y a través de un proceso ordenado y previsible.  Además, Powell defendió que no venderán títulos y que la reducción del balance provendrá únicamente del vencimiento de los mismos, "principalmente mediante el ajuste de las cantidades reinvertidas".

Tras las 'pistas' de la Fed, David Kohl, Chief Economist de Julius Baer, explica que "el FOMC está decidido a poner fin a su política monetaria laxa más rápido de lo esperado, pero sigue siendo flexible, lo que sugiere que la 'Fed put' todavía existe". Por su parte, Jason England, gestor de carteras de bonos globales en Janus Henderson, cree que la Fed podría utilizar el balance para enfrentar cualquier desarrollo imprevisto: "un par de aumentos de tasas, una pausa y si la curva se aplana demasiado, el balance podría desplegarse para ejercer presión alcista sobre los bonos a más largo plazo". 

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