Deuda corporativa

La Fed da el primer paso hacia la 'nueva normalidad' con una venta de sus bonos

El banco central venderá toda su cartera de bonos de empresas y ETFs, valorada en 11.000 millones de euros, que adquirió durante el 'crash' de los mercados de 2020 para calmar a los inversores.

Jerome Powell gobierna la Fed de EEUU.
Jerome Powell gobierna la Fed de EEUU.
L. I. / Fed

Un pequeño paso de la Reserva Federal (Fed) pero un gran paso para el mercado de bonos. El inesperado anuncio del banco central que dirige Jerome Powell apenas ha provocado reacción en los mercados, pero supone la precuela del temido proceso de 'tapering', o reducción de estímulos monetarios, una vez encarrilada la salida de la crisis en EEUU.

La Fed ha tomado la decisión de liquidar la cartera de bonos privados de empresas, crédito y ETFs que compró como parte de sus instrumentos de emergencia durante la agitación financiera que provocó el Covid-19. Se trata de una partida de deuda corporativa por valor de 5.000 millones de dólares y participaciones en fondos cotizados por otros 8.500 millones. En total, 13.500 millones de dólares (unos 11.000 millones de euros al cambio actual).

No obstante, este instrumento temporal -denominado fondo de crédito corporativo para el mercado secundario (SMCCF)- ya no estaba operativo y, de hecho, se inactivó el 31 de diciembre de 2020 todavía con Donald Trump en la Casa Blanca y Steve Mcnuchin al frente del Tesoro. “Fue vital para restaurar el funcionamiento del mercado el año pasado, apoyando la disponibilidad de crédito para las grandes empresas y apoyando el empleo durante la pandemia”, explica el banco central.

No se trata de una operación de gran relevancia por volumen, pero sí lo es por el significado sobre lo que está por venir. "En primer lugar, es una reducción total de las tenencias de deuda, no una disminución leve, ya que la compra de crédito empresarial se detuvo a finales de 2020. En segundo lugar, es un cambio de la posición que la Fed había adoptado implícitamente: que mantendría los activos hasta el vencimiento", señalan Padhraic Garvey, responsable de análisis para América del banco holandés ING.

De hecho, los 13.500 millones de la cartera de la Fed se quedan pequeños con el volumen diario de 43.000 millones del mercado de deuda corporativa o los 10 billones de dólares del saldo vivo de las emisiones corporativas privadas en EEUU. No parece que la institución monetaria vaya a tener problemas para salir de este mercado en el que entró sin demasiada energía. “Cuando la Fed acumuló estas posiciones, no fueron particularmente agresivas, en parte porque el mercado crediticio había comenzado a recuperarse”, añade Garvey.

Las ventas de la cartera de SMCCF serán “graduales y ordenadas”, según la Fed. El organismo de Powell tendrá cuidado a la hora de vender estas posiciones con el objetivod de “minimizar cualquier impacto adverso” en el funcionamiento del mercado. Para ello tendrá en cuenta criterios como la liquidez diaria, la actividad de los fondos negociados en bolsa y de los bonos corporativos. Todo un ensayo del futuro ‘tapering’ que está por venir.

Pero el movimiento no ha pasado del todo desapercibido, sobre todo, por el contexto actual de tensiones en la inflación, alto crecimiento, calentamiento del precio de la vivienda, bonanza bursátil y recuperación del empleo. Son las presiones que revolotean a los gobernadores de la Fed para un cambio de escenario. Desde ING consideran que la desinversión de activos añadirá liquidez al mercado en un momento en el que la liquidez peca por exceso que por defecto. “Cuando hay más de 400.000 millones de dólares que regresan a la Fed a través de su ventana de recompra inversa (repo), claramente hay una falta de alternativas en el mercado. Toda pequeña ayuda”, subraya.

Por todo ello ha sido inevitable que se haya despertado la especulación. Un amplio consenso de analistas considera que está en modo estudio y preparación para comenzar a recortar las compras mensuales por valor de 120.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas. El banco central ha construido buena parte de su balance de 8 billones de dólares con este tipo de activos. De ahí que una posible desinversión de la deuda pública ponga de los nervios a los inversores con solo mentarla. Powell ha sido claro en las últimas reuniones de política monetaria sobre la hoja de ruta de la Fed cuando empiece a mover ficha de verdad: avisará con tiempo. ¿Será ésta la primera advertencia?

Mostrar comentarios