Sube un 200% desde mínimos

Fernández Sousa se refuerza en Pharma Mar con un ojo en el Ibex 35 y Nasdaq

El presidente de la biotecnológica realiza su primera compra de acciones en cuatro años tras la aprobación de la FDA para el antitumoral Zepsyre y sigue los pasos de su esposa Montserrat Andrade.

Jóse María Fernández Sousa-Faro
Jóse María Fernández Sousa-Faro
L. I.

Celebración de su bonus de 2,7 millones de euros con una compra de acciones, la primera en años. El presidente de PharmaMar, José María Fernández de Sousa-Faro, ha pasado de predicar las bondades del negocio de la biotecnológica gallega a comprar sus acciones por primera vez desde 2016, según los registros de la CNMV. El ejecutivo gallego ha comprado 12.000 títulos a mercado tras invertir cerca de 95.000 euros en una operación fechada el 25 de junio, 48 horas después de la realizada por su esposa y consejera de la empresa, Montserrat Andrade, que adquirió 229.203 acciones ese día a un precio especial de 2,5 euros fuera de mercado.

En total, el matrimonio Fernández-Andrade se hizo con acciones valoradas en 2 millones de euros en vísperas del primer reparto de dividendos de la compañía, que se ejecutó este martes 30 de junio con la distribución de 4 céntimos por títulos. La operación de Andrade, con un descuento del 66% respecto a la cotización en bolsa de PharmaMar, se debe a la ejecución de un “acuerdo privado” entre sociedades familiares, según avanzó eldiario.es. La adquisición del presidente fue a precios de mercado (7,86 euros) al igual que el movimiento de otro ‘insider’ de la compañía: Mª Concepción Sanz, directora del área legal, que se hizo con 2.500 títulos por 20.000 euros.

Fernández-Sousa se mantiene como el mayor accionista de la empresa con el 11,1% del capital, un paquete valorado en cerca de 200 millones de euros. Andrade Detrell es la tercera accionista del grupo con el 4,66% por delante de Sandra Ortega (5%), hija de Amancio Ortega y Rosalía de Mera. Tanto ella como su madre se convirtieron durante años en las principales valedoras de PharmaMar entre los grandes inversores cuando pocos creían en la compañía y las puertas a sus medicamentos se cerraban ante los grandes reguladores en EEUU y Europa. Ahora todo parece haber cambiado radicalmente y, en 2020, la compañía no para de cosechar alegrías.

El boom inversor sobre la compañía comenzó, al igual que en otras empresas del sector farmacéutico, a raíz del estallido de la crisis del Covid-19. PharmaMar anunció primero que comenzaría a fabricar kits propios de detección del coronavirus y, además, impulsó el Aplidin, su viejo compuesto antitumoral pendiente de aprobación, como un candidato a tratar el virus por sus propiedades como inhibidor de su reproducción celular. Sin embargo, el gran hito de la compañía no ha surgido de la pandemia sino de los avances de su fármaco antitumoral lurbinectedina (Zepsyre-Zepzelca).

El sueño de cotizar en el Nasdaq

La histórica aprobación de la FDA hace dos semanas para la comercialización en EEUU de su medicamento ha dado otro baño de euforia a la compañía. La empresa gallega, ahora relocalizada en Madrid, firmó en 2019 un acuerdo valorado en 1.000 millones con Jazz Pharmaceuticals para sacar al mercado este fármaco, aunque el contrato estaba ligado a esta aprobación. 

Fernández de Sousa se llevará hasta 2,7 millones de euros como bonus en 2020 por este motivo, un montante que multiplica decenas de veces su reciente inversión en acciones de la empresa. El giro de 180 grados en la confianza de la compañía se ha visto reforzado por las buenas noticias de su cartera de medicamentos y, sobre todo, por el respaldo inversor recibido en las últimas semanas. 

PharmaMar se ha situado a la cabeza de la Bolsa española en 2020 con una revalorización del 120% que se eleva al 220% si se toma como referencia los mínimos en 2,5 euros que marcó el pasado mes de febrero. La confianza del presidente de la empresa parece ciega, no solo por la respuesta ante la crisis del coronavirus sino por el atractivo logrado ante los inversores. Este miércoles, el primer accionista de la compañía ha reiterado a 'Reuters' sus intenciones de cotizar a toda costa en el Nasdaq, aunque sin especificar si lo haría directamente o a través de alguna adquisición.

Tanto es así que Fernández de Sousa ha puesto su foco en EEUU y el mercado tecnológico Nasdaq, donde cotizan las grandes compañías del sector biotech a nivel mundial. “PharmaMar quiere comprar una biotech que cotice en EEUU”, fue el mensaje del presidente del grupo la semana pasada en una entrevista con Expansión. 

Parece el momento del boom de su sector. El subíndice de biotecnología del Nasdaq se ha disparado alrededor del 25% en el segundo trimestre, su mejor comportamiento trimestral en casi 20 años, hasta alcanzar un valor total de 1,2 billones de dólares. Para Pharma Mar parece el mejor escaparate posible, sobre todo, después de haber recibido recientemente un revés en el parqué español con la revisión del Ibex 35. 

La biotech, que supera los 1.700 millones de euros de capitalización en bolsa y es uno de los valores más liquidez en términos de negociación, no fue la elegida para sustituir a Mediaset en la revisión semestral. Su lugar lo ocupó, en cambio, la farmacéutica Almirall. Pese a todo, la compañía de los Fernández-Sousa (José María, su primo Pedro Fernández y su mujer Montserrat controlan algo más del 20% del capital) tendrá una nueva oportunidad cuando se excluya Másmóvil, objetivo de una opa de exclusión de un consorcio de capital riesgo.

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