Límite, 1 de junio

Fitch pone en perspectiva negativa la deuda de EEUU sin pacto sobre el techo

Las agencias de calificación comienzan a presionar a los demócratas y a los republicanos para que alcancen un pacto lo antes posible, que evite la catástrofe de que la primera economía del mundo se queden sin liquidez. 

Biden
Fitch pone en observación negativa a EEUU sin pacto sobre el techo de deuda
EFE

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe... y Estados Unidos se la está jugando con la falta de acuerdo para elevar el techo de deuda en la primera economía del mundo. Por si los avisos de Janet Yellen, secretaria del Tesoro estadounidense, no son suficientes, las agencias de calificación crediticia se están sumando. La madrugada del jueves ha sido Fitch, que puso en perspectiva negativa la calificación de la deuda estadounidense ante el desacuerdo político y lo apretado del calendario: habría que lograr un pacto antes del 1 de junio. La agencia la califica con AAA.

Aunque no es la primera vez que la primera economía del mundo se encuentra en esta tesitura, el nerviosismo comienza a trasladarse al mercado de deuda y a las bolsas a medida que se acerca la fecha límite. La agencia indicó en una nota que esa alerta para la posible rebaja "refleja el incremento del partidismo político que está bloqueando el alcance de una resolución para elevar o suspender el límite de deuda pese a la rápida proximidad de la fecha X", según recoge EFE.

La fecha X se refiere al momento que el Departamento del Tesoro estima que se acabarán las reservas del país si el Congreso no consigue ponerse de acuerdo para elevar el techo de deuda, que se alcanzó en enero y marca el límite legal al dinero que puede pedir prestado el Gobierno. Fitch señala que espera "una resolución sobre el límite de deuda antes de la fecha X", pero cree que han "aumentado los riesgos" de que este no se eleve o suspenda antes de ese momento y que, "en consecuencia, el Gobierno pueda empezar a incumplir los pagos en algunas de sus obligaciones".

Pese a todo, la agencia matizó su mensaje señalando que estima "una muy baja probabilidad" de que EEUU no cumpla con los pagos sobre los títulos de deuda "por completo y a tiempo", y además tiene expectativas de que esta "se mantenga en 'AAA' incluso en el escenario de una suspensión de pagos". El presidente Joe Biden y el líder de los republicanos en el Congreso, Kevin McCarthy, aseguraron este mismo miércoles que la suspensión de pagos no es una opción y están avanzando, pero la situación parece encallada, con el mandatario negándose a aceptar las exigencias la oposición de gastar menos que el año pasado.

Si bien la deuda estadounidense se suele considerar un activo seguro en los mercados financieros, de vez en cuando el país se asoma al impago porque el Gobierno solo puede pedir prestado hasta el límite que marca el Congreso. Por lo general, el país suele elevar o suspender el límite sin condiciones, como reclama la Casa Blanca, y es lo que ha sucedido en más de 70 ocasiones desde la década de los setenta. En 2011, una situación muy similar a la actual se saldó con la rebaja de la calificación crediticia del país por parte de la agencia de riesgo Standard & Poor's desde "AAA" a "AA+

DBRS sigue la estela

DBRS Morningstar también se suma a este toque de atención y ha decidido colocar en "revisión con implicaciones negativas" los ratings de emisor 'AAA' en moneda local y extranjera a largo plazo de Estados Unidos. De este modo, en menos de 24 horas dos de las cuatro principales agencias de calificación crediticia han amenazado con rebajar la máxima nota de solvencia de la que disfruta la deuda a largo plazo del país. "Si el Congreso no actúa, el Gobierno federal de los Estados Unidos no podrá pagar todas sus obligaciones", advierte la agencia canadiense, subrayando que, si bien el momento exacto en que el país agotará el efectivo disponible y las medidas extraordinarias, la llamada fecha X, no está claro, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha alertado de que podría ser tan pronto como el próximo 1 de junio.

"Si bien todavía esperamos que el Congreso aumente el techo de la deuda antes de que el Tesoro se quede sin los recursos disponibles, existe el riesgo de que no actúe a medida que se acerca la fecha X", apunta la agencia, que consideraría cualquier pago atrasado de intereses o principal como incumplimiento. "En tal escenario, las correspondientes calificaciones de emisor de EEUU se rebajarían a incumplimiento selectivo", explica. Asimismo, la calificadora de riesgos señala que en el caso de que el Tesoro de los EEUU priorice los pagos de la deuda después de la fecha X para evitar un incumplimiento podría conducir probablemente a una acción de calificación si se mantuviera de forma prolongada, ya que dicha estrategia tendría un impacto muy negativo en la economía y rápidamente podría encontrarse con problemas legales y operativos.

Además, el hecho de que no se levante el techo de manera oportuna podría indicar que la polarización política está afectando la calidad y la previsibilidad de la formulación de políticas de EEUU, añade. De hecho, la agencia advierte de que, incluso si el Congreso termina aumentando finalmente el techo de la deuda antes de la fecha X, la perspectiva de repetidos enfrentamientos al respecto en un entorno político polarizado puede llevar a DBRS Morningstar a juzgar que el riesgo crediticio de EEUU ha aumentado a un nivel que ya no es consistente con una nota 'AAA'.

Por otro lado, la calificadora destaca que, si bien el estancamiento del techo de la deuda representa una amenaza potencial para la nota 'AAA' de los EEUU, el país dispone de fortalezas excepcionales que respaldan su perfil crediticio, incluyendo la gran escala de su economía, que representa una cuarta parte de la producción mundial, así como su resistencia a los impactos, dada su diversificación en la industria y la geografía, su mercado laboral flexible y su posición de liderazgo mundial en términos de investigación e innovación.

De igual forma, recuerda que los mercados financieros de EEUU y el dólar estadounidense están en el centro del comercio mundial y los flujos de capital, lo que proporciona al país un grado inusualmente alto de flexibilidad financiera. "Si bien un pago tardío de la deuda podría erosionar la reputación del dólar como la moneda de reserva principal del mundo y los bonos del Gobierno de EE.UU. como activos de refugio seguro global, es probable que las fortalezas crediticias fundamentales de EE.UU. continúen respaldando las calificaciones", concluye.

Mostrar comentarios