Vuelta a las andadas. Leonardo Sánchez-Heredero, dueño de la funeraria Parcesa, y Ladislao de Arriba Azcona, histórico comunicador y principal socio de la agencia Estudio de Comunicación, han arrancado 2023 repitiendo lo que hicieron en 2022: invirtiendo una buena parte de su patrimonio en la empresa de robótica e ingeniería Airtificial. A diferencia de lo sucedido hace doce meses, el mercado ha dado esta vez todo un espaldarazo del 120% en bolsa al vuelco accionarial de la empresa.
Los dos empresarios han dado salida a uno de los accionistas históricos, Black Toro Capital (BTC), que tenía una participación del 13% del capital de Airtificial. El tándem formado por Sánchez y Azcona, Leo y Lalo, ya sumaba más del 30% del capital y ahora ha elevado su porcentaje conjunto por encima del 45%, según los datos comunicados a la CNMV el 5 de enero.
En concreto, Sánchez-Heredero compró un 2,9% adicional de Airtificial, elevando su participación al 21,8%, mientras que Azcona adquirió el 10,1% restante de Black Toro, impulsando su porcentaje en la empresa al 23,6%. El importe real que han desembolsado en la operación es un misterio pese a que han pasado el filtro de la CNMV para este tipo de transacciones.
Según la comunicación al supervisor, los dos empresarios pagarán un fijo de 0,042 euros por acción de Airtificial al fondo luxemburgués BTC Dos Sarl controlado por Black Toro, pero añaden que hay un componente variable no especificado "en función de las circunstancias que pueden producirse a seis meses vista". Los títulos de la empresa se negociaban en torno a los 0,05 euros cuando se anunció la transacción pero cotizan por encima de 0,11.
Tras la operación, el capital flotante en bolsa se mantendrá en torno al 40%, con otros socios como Anangu Grup (6,12%), de la familia Santacana, y Elena García Becerril, que posee un 4,5% a través de Cartera Melca. La compañía ha aprobado el nombramiento del nuevo director general de la compañía, Guillermo Fernández de Peñaranda, ex directivo de Bosch y ThyssenKrupp. El nuevo mayor accionista ha apoyado la entrada en el consejo de administración de Juan Azcona.
Sánchez y Azcona, que ya compartieron pelotazo bursátil con la venta de Tecnocom a Indra en la opa de 2017, acaban de catapultar su posición inversora en Airtificial desde los números rojos a las suculentas plusvalías. La compañía resultante de la fusión de Carbures con Inypsa estuvo contra las cuerdas en 2021 hasta que el fondo de apoyo a las empresas que creó el Gobierno de Pedro Sánchez tras la pandemia dio luz verde a su rescate.
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) puso sobre su mesa uno de los préstamos blandos más gruesos (34 millones de euros) en relación al tamaño de la empresa. En paralelo, Airtificial comenzó a gestar otra recapitalización con emisión de nuevas acciones apelando al bolsillo de sus accionistas. Azcona y Sánchez fueron quienes acudieron a esa llamada y suscribieron la mayor parte de la ampliación de capital de 14 millones de euros que realizó el grupo sobre la bocina en 2021.
En aquella operación, Sánchez y Azcona suscribieron las acciones a 0,09 euros cada una, casi el doble del precio fijo al que acaban de comprar a Black Toro, para elevar sus respectivas participaciones al 18% y 12,6%, respectivamente. Con posterioridad, ambos han seguido comprando acciones en bolsa pese a la caída de la cotización de Airtificial.
Tras este periodo de reestructuración de dos años, la empresa de robotica contaba con la mayor cifra de pedidos de su historia y comenzó 2023 con una perspectiva fortalecida en su visibilidad financiera, con una estructura empresarial racionalizada de 700 empleados y con presencia industrial en 13 países de tres continentes. Entre sus proyectos más destacados están los contratos en infraestructuras del Tren Maya o Metro de Barcelona.
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