Florentino afronta la visita en ACS del primer gran fondo bajista en año y medio

  • La constructora se había mantenido fuera del alcance de los grandes ‘hedge funds’ mientras ha durado la operación Abertis.
El presidente de ACS, Florentino Pérez, ante la última junta de accionistas
El presidente de ACS, Florentino Pérez, ante la última junta de accionistas
ACS - Archivo

Un 'hedge fund' acaba de entrar en corto sobre ACS. Lo que pudiera parecer el pan de cada día en el mercado español es toda una novedad tratándose de la constructora de Florentino Pérez. Desde hace año y medio, ningún gran ‘tiburón’ bajista se había atrevido a tentar la suerte contra las acciones de ACS. Desde hace unas horas, el ‘hedge fund’ Carlson Capital ha superado del 0,5% del capìtal de la empresa en posición corta -que se revaloriza con la caída de las acciones-, una apuesta valorada en unos 56 millones de euros.

Carlson Capital es una firma alternativa de gestión de activos que lleva invirtiendo desde hace un cuarto de siglo.. Fundada en 1993 por Clint Carlson, el fondo cuenta con más de 8.000 millones de dólares en activos. Tiene sede en Dallas, aunque cuenta con oficinas en Nueva York, Greenwich, Londres y Houston. De hecho, la posición corta sobre ACS proviene de su oficina londinense.

ACS, que acaba concluir un ejercicio intenso con la integración del gigante de las autopistas Abertis -le doblaba por tamaño en bolsa-, se convierte en la cuarta constructora española que recibe la visita de estos inversores que nadie quiere. Los grandes ‘hedge funds’ de Londres y Nueva York llevan años operando a la baja en empresas como OHL o Sacyr, con serios problemas financieros por sus proyectos internacionales, pero también han plantado su pica en Acciona, la constructora de los Entrecanales. Firmas como Marshall Wace o AQR acumulan grandes cortos en estas empresas.

ACS, en consorcio con la italiana Atlantia (Benetton), se hizo con el control Abertis el pasado año en una operación valorada en más de 18.000 millones de euros. Es allí donde los inversores han comenzado a percibir problemas debido al retraso en las indemnizaciones del Estado por la quiebra de las radiales o los problemas para extender algunas concesiones como la A7 en Cataluña. La compañía también afronta litigios en el Tribunal Constitucional por el proyecto Castor (almacén de gas en el Mediterráneo) que provocó unas pérdidas multimillonarias para el Estado, garante del proyecto.

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