Caída histórica

El gas europeo se desploma casi un 50% en cuatro días tras bajar de los 100 euros

El mercado registra un cambio radical en los precios mientras por quinto día consecutivo el gasoducto Yamal-Europa, gestionado por la rusa Gazprom, mantiene el flujo inverso desde Alemania hacia Polonia.

Punto de control de un gasoducto de gas natural.
Punto de control de un gasoducto de gas natural.
Europa Press

Giro de 180 grados en los mercados energéticos mientras Europa comienza a quitarse de encima la presión de Rusia sobre el suministro gracias a la entrada masiva de GNL (Gas Natural Licuado) procedente de EEUU, Qatar, Nigeria y Argelia en la red europea de regasificadoras. De hecho, los inversores han tomado nota de que el gasoducto Yamal-Europa, gestionado por la rusa Gazprom, está revirtiendo el flujo de gas natural desde Alemania hacia Polonia y Rusia por quinto día consecutivo.

El movimiento, que reduce los temores a una falta de suministro, se produce después de las tensiones históricas de precios de la semana pasada. El precio del gas europeo, según la referencia TTF del hub de Róterdam, llegó a desplomarse otro 10% este lunes por la mañana, por debajo de los 100 euros por primera vez en dos semanas, aunque al cierre se aminoraba su caída al 4%, hasta 107 euros. En solo cuatro sesiones, el índice holandés ha pasado de marcar un récord histórico por encima a los 180 euros por MWh a situarse en 97 euros, lo que supone una caída histórica cercana al 50%. 

El Mibgas, que suele mimetizar al TTF holandés pese a que mide los precios del gas que entra en España y Portugal a través de GNL y el gasoducto de Argelia, cotiza en 81 euros, según la última subasta de precios, después de haber marcado un récord de 190 euros la semana pasada. En este caso, el descenso se eleva por encima del 57% desde el 22 de diciembre. 

De este modo, el gas europeo comienza a cerrar el diferencial que le separaba desde hace dos meses del Henry Hub, la referencia de EEUU, cuya cotización se mueve desde hace semanas en torno a los 3,6 dólares por mmBtu, un 40% por debajo de los máximos alcanzados en octubre. El equivalente en esa unidad energética del TTF holandés cotiza a 44 dólares por mmBtu (unidad termal británica), es decir, un diferencial del 1.000%.

Los mercados de gas natural han tenido dos caras muy diferentes en ambos lados del Atlántico en diciembre. "Se han estado moviendo en direcciones opuestas últimamente. Si bien las fuerzas fundamentales del mercado prevalecen en América del Norte y los precios disminuyeron significativamente debido a los abundantes suministros, el miedo y la geopolítica parecen dominar en Europa y los precios volvieron a los máximos de finales de otoño", señalaba en un informe reciente Julius Baer.

El presidente ruso, Vladimir Putin,  acusó la semana pasada a Europa de crear el problema al creerse "más inteligentes que los demás", se mostró dispuesto a ayudar en la crisis energética. "Estamos listos para ayudar, y lo estamos haciendo", dijo Putin durante su maratoniana conferencia de prensa de final de año, en la que ha vuelto a señalar a la UE como responsable de la crisis energética actual. "Ellos crearon estos problemas por sí mismos, y deberían resolverlos por su cuenta también", ha señalado.

El pulso de Europa con Rusia

Según los expertos del banco suizo, las temperaturas frías y la baja intensidad del viento (eólica) elevaron la demanda de las centrales eléctricas de combustibles fósiles y, por tanto, impulsaron temporalmente la demanda de gas natural. "Más importante aún, la escalada de tensiones entre Rusia y Ucrania parecen alimentar los temores de oferta y agregar una prima de riesgo sobre los precios", señala Norbert Rücker, director de análisis. 

Pese al poder de negociación que tiene Rusia sobre el suministro a Europa, el Viejo Continente cuenta con una posición de fuerza igualmente poderosa ya que es el principal cliente del gas ruso. "Tanto Rusia como Europa son mutuamente dependientes entre sí en términos de comercio de energía", asegura la firma suiza. 

Según sus datos, Rusia envía alrededor del 95% de sus exportaciones totales a Europa, casi el 95% a través de gasoductos, lo que representa alrededor del 30%-35% de los suministros de Europa en general, a la par con Noruega. En cuanto al sector del petróleo, el 50% de las exportaciones  de crudo del país también van hacia la Europa occidental y el 65% lo hace a través de oleoductos. Representa alrededor del 25% al 30% de los suministros de Europa en general.

"Económicamente, Rusia es un petroestado con grandes partes de su economía e ingresos gubernamentales que dependen del comercio de energía con Europa. Dicho esto, aunque los oleoductos dominan el comercio y son un blanco fácil de sancionar, el gas y el petróleo continuaron fluyendo a través de la infraestructura existente incluso durante los períodos más fríos de la Guerra Fría", recuerdan en el banco suizo.

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