Frente a Vestas o Siemens Gamesa

General Electric saca a relucir a su gigante eólico en plena transición verde

El grupo estadounidense, tras años sometida a reestructuraciones, anunció su división en tres negocios independientes centrados en la aviación, la salud y la energía.

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El histórico conglomerado estadounidense General Electric (GE) pasará a ser una firma únicamente de aviación y dará salida independiente a sus áreas de salud y energía. El cambio organizativo se produce tras años de restructuraciones y saca a relucir a un negocio hasta ahora 'tapado' en el gigante estadounidense. Su división de energía es una potencia eólica y se disputa el mercado con los nombres tradicionales del sector como la danesa Vestas o la española Siemens Gamesa (filial de la alemana). 

La división está prevista para 2024 y hasta entonces General Electric quiere sacar brillo a sus negocios para convertirlos en líderes del mercado. Su división de energía incluirá el negocio de fabricación de turbinas eólicas, turbinas para centrales eléctricas tradicionales (gas natural) y sus negocios digitales. La energía renovable representó algo más del 21% de sus ingresos totales hasta el mes de septiembre, según sus últimos resultados trimestrales. El dato es inferior a otras de sus divisiones, pero su actividad actual le posiciona como un actor importante ante una transición acelerada hacia fuentes de energía más limpias en medio de la preocupación por el cambio climático.

En la actualidad, cuenta con más de 49.000 unidades instaladas y su cartera de soluciones de energía eólica incluye turbinas terrestres y marinas, servicios de soporte flexibles y tecnología para actualizar su flota. Dentro del sector ocupa un lugar destacado después de que en 2020 ya disputó el 'trono' del mayor fabricante de turbinas a Vestas. Según un informe de BloombergNEF, GE alcanzó el primer puesto el año pasado, por encima de Vestas, que había ocupado ese nivel durante cuatro años. No obstante, el Consejo Global de Energía Eólica (GWEC) recoge que la compañía danesa mantuvo el liderazgo como proveedor de estos productos, pese al impulso de GE, que subió dos puestos hasta situarse por detrás de Vestas. Les separan algo más de 2.000 MW instalados

El informe de GWEC destaca el "crecimiento explosivo en el mercado local de EEUU y la sólida posición en España" de General Electric. A pesar de las interrupciones en las cadenas de suministro y en la ejecución de proyectos, el fabricante de turbinas estadounidense reportó más de 10 GW instalados en el país y se consolidó como proveedor número uno EEUU, un puesto que ya alcanzó en 2019.

EEUU es uno de los mercados más disputados al liderar los sistemas de energía eólica, junto a China y Alemania. En ese papel destacado cobra protagonismo recientemente el mercado 'offshore' -energía obtenida en plantas marinas- ante los planes del presidente Joe Biden de desplegar 30GW de energía eólica marina para 2030 para cumplir con los objetivos climáticos. Sin embargo, su producción 'offshore' actual es todavía limitada, por lo que los productores de turbinas marinas tienen un mercado a explotar. El mayor parque eólico marino -propiedad de Iberdrola a través de su filial Avangrid- ya está en proceso y contará con 62 turbinas Haliade-X de General Electric. 

El crecimiento, tanto en EEUU como en otros países, no pasa desapercibido para otras compañías. Como consecuencia, GE se enfrenta a la dura competencia de los actuales rivales y de nuevos que también reorganizan sus negocios para sacar provecho del auge mundial de las energías renovables. Ese camino ya lo hizo Siemens. La compañía alemana protagonizó la mayor división corporativa del país tras separar Siemens Energy, a su vez matriz de Siemens Gamesa en un objetivo por descarbonizar su balance

'Profit warning' en el sector eólico

Pese al creciente interés, los beneficios del sector tardarán todavía en despuntar. En sus últimos resultados GE advertía que los ingresos de las energías renovables se iban a estancar. De hecho, esa división registró todavía pérdidas de 484 millones de dólares hasta septiembre de este año, aunque el dato mejora el del año pasado. Las previsiones van en línea con las de Vestas o Siemens Gamesa. La primera redujo sus expectativas de ingresos y beneficios tras un trimestre impactado por la inestabilidad de la cadena de suministro, el aumento de los precios de la energía y una inflación acelerada de los costes de las materias primas, el transporte y los componentes de las turbinas. 

La revisión del crecimiento lastró al sector en bolsa, agravando las pérdidas que ya acumulaban en bolsa desde enero. Vestas se desplomó un 18% en un solo día tras el anuncio de su 'profit warning' y en noviembre ya acumula una caída superior al 23%, que se agrava casi el 26% desde enero. En el caso de Siemens Gamesa, la caída anual alcanza el 34%, similar a la de alemana Nordex. Goldwind, el tercer mayor proveedor de turbinas y número uno en China, se desmarcan de esta tendencia tras ganar posiciones en el sector.  Avanza casi un 10% en la bolsa de Hong Kong desde enero.

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