Gonzalo Gortázar, CEO de Caixabank, y Jordi Gual, presidente de la entidad, han dado una muestra de confianza en la evolución de la acción. El banco catalán no marcha todo lo bien que esperaban sus accionistas tras el fuerte castigo del pasado curso y este año la tónica es la misma. El banco es el tercer título más bajista del selectivo, al sufrir un descenso superior al 25%, no muy alejado de Ence, la más penalizada.
Los máximos responsables de la entidad prevén que el castigo haya sido desmesurado y se han lanzado a comprar tras las últimas caídas. Gonzalo Gortázar ha sido el más activo y el que más dinero ha desembolsado ya que se ha hecho con un paquete de 100.000 acciones, por las que ha desembolsado 228.958,78 euros. De hecho, con esta venta su participación ya alcanza el 0,023% del capital.
El presidente de la entidad, Jordi Gual, ha invertido menos de la mitad que el 'número dos'. Se ha hecho con 44.111 títulos, pagando 100.090,06 euros, con lo que su peso en el banco catalán es de un 0,002% del capital, según ha notificado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Estos movimientos no son los primeros que se producen en el caso de Gonzalo Gortázar durante este año. El pasado 5 de febrero notificaba al organismo supervisor que había adquirido otro paquete de 101.385 acciones tras invertir 302.127,3 euros. En aquel momento, lo hacía con un precio de 2,98 euros por acción y actualmente cotiza en los 2,24 euros, es decir, ha sufrido un desplome del 25%.
Los resultados de Caixabank no han impulsado su cotización sino todo lo contrario. La entidad catalana 'pagaba' las consecuencias del ERE en el que prescindía de 2.023 trabajadores. Sus ganancias eran de solo 622 millones de euros en el primer semestre de 2019, un resultado un 52% inferior al obtenido un año antes como consecuencia del ajuste laboral, que ha supuesto un gasto de 978 millones de euros.
Gonzalo Gortázar señalaba en la presentación de resultados que el plan estratégico 2019-2021 se realizó a finales del curso pasado y se contemplaba una leve subida de tipos que, casi con total seguridad, no llegará y tendrá un impacto sobre la rentabilidad en 2021, que pasará del 12% al 10%. Aun así, ha recalcado que "el desafío es aún mayor pero no toca revisarlas porque podemos hacer frente a esta presión".
La entidad revisaba a la baja el objetivo de crecimiento de ingresos. De hecho, su margen de intereses solo crecerá un 1%, frente al 2% anterior, mientras que las comisiones netas solo avanzarán el 1%, dos puntos porcentuales menos. Para compensar dicho efecto, la evolución de los costes de explotación se ha revisado a la baja en dos puntos, hasta el 3%. Algo que provocará la revisión de numerosos bancos de inversión ya que Nuria Álvarez, analista de Renta 4, ha advertido que "ajustaremos nuestras estimaciones de ingresos atendiendo a la nueva guía, así como al deterioro de mercado y los tipos de interés".
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