EBN Banco sigue dando pasos para convertirse en una alternativa a las grandes entidades financieras. El antiguo banco de las cajas de ahorro relanzó su actividad a partir de 2015 con la llegada de sus actuales dueños: el inversor y ex consejero del Popular, José Gracia Barba, y el que fuera director de Finanzas de Telefónica, Santiago Fernández-Valbuena.
Bajo la dirección de José María Alonso-Gamo, el pequeño banco de inversión cerró 2020 con un beneficio récord de 13,4 millones de euros, un 197% más que en 2019. La tendencia continuaba en el primer semestre de 2021, periodo en el que ganó 3,4 millones, según los datos del Banco de España.
Con unos fondos propios de 86 millones de euros y un perímetro de activos de 776 millones, EBN ha llevado a cabo su segunda ampliación de capital en tres años aunque no con el objetivo de sanear su balance, sino para respaldar el crecimiento de su actividad. Fuentes del banco declinaron comentar tanto el destino como el comprador de las acciones -si hay un inversor externo y ajeno a Gracia-Valbuena- a la espera de su comunicación al supervisor.
Según consta en el registro, el banco que dirige Alonso-Gamo ha emitido 736.000 nuevas acciones con un valor nominal de 5 millones de euros, hasta situar el capital social en los 50,9 millones. El importe desembolsado se sitúa en torno a 10 millones incluyendo la prima de emisión. Gracia y Valbuena compraron en 2015 EBN a las cajas Ceiss, Ibercaja, Unicaja y BMN por una cifra cercana a los 50 millones de euros.
De 'boutique' a banco para todo
En estos cinco años, EBN ha tenido que lidiar con el escenario de represión financiera instaurado por el Banco Central Europeo (BCE) y su política de tipos cero que ha puesto contra las cuerdas al sector bancario en términos de baja rentabilidad. En este escenario, la pequeña 'boutique' de banca para empresa rehizo su negocio prácticamente desde cero, apostando por la gestión de patrimonios y comercialización de fondos de inversión.
A finales de 2020 comenzó a ofrecer también depósitos remunerados a particulares. De hecho, EBN ha sido uno de los pocos bancos en atreverse a remunerar el dinero de los depositantes con rentabilidades de hasta el 0,6% en plazos fijos de dos años, según anunció el pasado noviembre.
Hasta marzo de 2021, los depósitos de clientes crecieron un 11%, hasta situarse en 604,07 millones de euros, y el crédito a la clientela subió un 9,36%, hasta 357,28 millones. EBN asegura que no cuenta con morosidad en su balance ni créditos dudosos, al menos en su balance de 2020.
En abril de 2021 anunció su primera gran alianza con la italiana Banca Sistema para impulsar su negocio de factoring en el sur de Europa (España, Portugal e Italia) con un objetivo de 1.300 millones de euros en volumen de negocio. Se trata de una actividad centrada en pymes por la que se cede a una entidad financiera una factura o el derecho de cobro a cambio del abono anticipado de ese importe con un descuento prefijado.
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