Mayor regulación

Los grandes inversores miran para otro lado ante la caída de las criptomonedas

El bitcoin cotiza ya por debajo de los 30.000 dólares y la capitalización total del mercado se reducido más de la mitad en apenas dos meses, hasta los 1,2 billones de dólares. 

criptomoneda Bitcoin
criptomoneda Bitcoin
Pixabay

La pérdida del nivel de los 30.000 dólares por cada bitcoin, por primera vez desde enero, marca un nuevo punto de inflexión en la espiral bajista de la criptomoneda más utilizada y en el sector en su conjunto. Mientras que hace poco más de dos meses la capitalización del mercado se elevaba hasta los 2,5 billones de dólares, actualmente su valor total se ha reducido más que la mitad, por debajo de los 1,2 billones. Las criptomonedas se enfrentan a un escenario de dudas y mayor regulación del que los inversores institucionales, aquellas entidades que agrupan grandes cantidades de dinero para su gestión e inversión, están dispuestos a asumir. De hecho, ya miran para otro lado

Así, en paralelo al precio del bitcoin, la demanda institucional mantiene su tendencia a la baja. Según los datos publicados este lunes por la plataforma Coinbase, la inversión institucional en criptomonedas cayó un 77% en lo que va de año en Europa, un desplome que se reduce al 68% a nivel global. Todo ello, mientras el volumen de transacciones total ha aumentado en ese mismo periodo un 32%. Los datos se confirman con las declaraciones de Larry Fink, consejero delegado de Blackrock, la mayor gestora de fondos del mundo, que aseguró que hay "poca demanda" de criptomonedas

Fink destacó que el actual enfoque del mercado minorista, al igual que el de las criptomonedas, era principalmente especulativo, lo que le aleja de los potenciales clientes de la gestora. Los inversores institucionales han perdido el interés ante la elevada incertidumbre que rodea al sector. Pese a que a finales de 2020 y principios de 2021 se subieron a la 'ola' del bitcoin, que llegó a superar los 63.000 dólares, ahora el FOMO ('Fear of missing out', el sentimiento de quedarse fuera de la tendencia) ha desaparecido ante la falta de brillo de las criptomonedas, que solo en el último mes acumulan una pérdida de más del 18% de su valor. 

En los últimos siete días el desplome es de casi el 9% y, como consecuencia, este martes el bitcoin cayó por debajo del nivel de los 30.000 dólares, cotizando sobre los 29.700 dólares. Ese límite no lo alcanzaba desde el pasado mes de enero, cuando mantenía su tendencia alcista y acumulaba máximos históricos, hasta los 63.500 dólares que llegó a alcanzar en abril.  El bitcoin no es la única 'cripto' que ha perdido valor y mantiene la tendencia bajista desde los máximos de abril. El ethereum acumula un recorte de casi el 10% en los últimos siete días y en el caso de Binance Coin y Cardano, la cuarta y la quinta criptomoneda más utilizada, las pérdidas ascienden al 13,5% y casi el 18%, respectivamente. 

Pese a estos desplomes, los precios de las criptomonedas continúan todavía muy por encima de su valor hace un año e incluso son similares a los del pasado mes de diciembre. La capitalización total del mercado asciende a poco menos de 1,2 billones de dólares, mientras que ese dato al cierre de 2020 era de más de 762.700 millones, un 57% más.

Más allá de su menor rentabilidad en los últimos meses, en la falta de atractivo por las criptomonedas también interviene la mayor regulación. El primer veto a las monedas del entorno blockchain llegó desde China, que instó a las principales entidades bancarias del país a no proporcionar servicios relacionados con los criptoactivos, pero otros países también han puesto el foco regulatorio sobre este sector. Reino Unido, por ejemplo, impuso restricciones a las actividades en Binance, la mayor plataforma de intercambio de criptomonedas, y países como Italia, Japón o Singapur han seguido su ejemplo. 

Irrupción de los bancos centrales en los criptoactivos

Además, las criptomonedas cuentan con nuevos competidores. Los bancos centrales se han lanzado a sacar sus propias monedas digitales para evitar la especulación y la falta de regulación y control que conlleva la tecnología blockchain de estas monedas. China lidera la carrera de divisas digitales, ya que ya cuenta con su propio yuan digital, que ya circula en varias ciudades del país. Sin embargo, el contexto es diferente al de otras criptomonedas como el bitcoin: su valor está ligado al del yuan tradicional, evita la especulación, y no está descentralizado, sino que permite el control por parte del banco central chino, emisor de la moneda.

Su lanzamiento todavía no es oficial, pero la prueba ha permitido que casi 21 millones de usuarios cuenten con su propio monedero digital (wallet) para almacenar este dinero y se han realizado transacciones por valor de 34.500 millones de yuanes (más de 4.500 millones de euros). 

El ejemplo lo podrían seguir pronto Europa y EEUU. El BCE dio luz verde la semana pasada a un proyecto de euro digital, aunque tardará varios años en completarse. El objetivo es lanzar una versión digital del euro para satisfacer la creciente demanda de medios de pago electrónicos y abordar el auge de las criptomonedas. Por su parte, la idea del dólar digital también está sobre la mesa de la Reserva Federal de Estados Unidos, pero su presidente, Jerome Powell, reciente se ha mostrado "legítimamente indeciso" y afirmó que todavía no ha tomado una decisión sobre los pros y los contras de una moneda digital del banco central. En cualquier caso, afirmó que primero querría la autorización del Congreso tomar cualquier medida.

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