Deuda pública

Grecia paga por su deuda menos que EEUU y reduce su prima con España al mínimo

El país griego entierra su pasado como país problemático para los inversores internacionales tras la brusca tendencia a la baja de su deuda pública y la renovación de mandato del Gobierno Mitsotakis.

El primer ministro griego y líder de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis.
El primer ministro griego y líder de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis.
Giannis Papanikos / Europa Press

Está ocurriendo casi un milagro en los mercados de deuda: Grecia está de moda. Es el mismo país que estuvo al borde de la quiebra varias veces durante la crisis de deuda de 2010 a 2012, o que entró en corralito bancario en el verano de 2015. Fue rescatado y refinanciado con ayuda de sus socios europeos, el FMI y, finalmente, el Banco Central Europeo (BCE) hasta que comenzó a caminar solo de nuevo.

El riesgo país del emisor heleno sigue cayendo en los últimos meses en un contexto de subidas de tipos de interés tanto en Europa como en Estados Unidos. Lo ha hecho hasta el punto de que el coste de emisión de los bonos de Grecia a 10 años (3,7%) ya sería menor desde este jueves que el de Estados Unidos al mismo plazo (3,8%), según la rentabilidad de la deuda en el mercado secundario. 

Se trata de algo novedoso para los operadores de renta fija, salvo por el momento puntual de 2020 cuando la Fed aplastó los tipos de interés de golpe al 0% para contener las rentabilidades de la deuda. Aunque parece redundante, Grecia se financia más barato que EEUU ante el 'gran banco' que es el mercado financiero.

Hay muchos países de la zona euro que se financian más barato que el Tesoro de EEUU, pero Grecia casi nunca ha sido uno de ellos debido a la reputación de país que gestionaba mal sus cuentas públicas, gastaba más de lo que ingresaba e, incluso, llegó a contratar derivados financieros para maquillar su nivel de deuda y cumplir así con los requisitos para poder acceder al euro en 2001, dos años después que la hornada inicial formada por España, Italia, Francia o Alemania, entre otros.

Pero en 2023, Grecia se está granjeando un nuevo perfil de crédito de buen pagador y menor riesgo, con lo que está estrechando progresivamente la prima de riesgo respecto a la referencia alemana -que mide el diferencial de rentabilidad de la deuda a 10 años de ambos países- bajado de los 140 puntos básicos, su nivel más bajo desde mediados de 2021 cuando llegó a estar en torno a los 100 puntos. También está pagando casi medio punto, o 50 puntos básicos, menos que Italia y Reino Unido.

Pero hay otra prima en la que fijarse. Grecia ha reducido la brecha que le separaba con España a su nivel más bajo desde el lanzamiento del euro. El diferencial del interés en el bono griego a 10 años y el español al mismo plazo bajó este jueves hasta 30 puntos básicos (3,7% frente a 3,4%), algo no visto desde 2021, aunque por debajo de ese nivel no hay registros disponibles. El diferencial llegó a ser de más de 3.000  puntos básicos en lo peor de 2012, cuando los inversores temían la desintegración del euro y la crisis europea terminó con el rescate bancario a España de aquel año.

Invierta como los mejores en eToro Advertisement

Imite las acciones de otros inversores de eToro en tiempo real con CopyTrader™

Copiar a un inversor no equivale a un consejo de inversión. El valor de sus inversiones puede aumentar o disminuir. Su capital está en riesgo.

El efecto Mitsotakis

El gran catalizador de la rebaja de costes financieros de Grecia en los últimos años ha sido la política del actual primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, líder del conservador Nueva Democracia. Accedió a la jefatura de gobierno en julio de 2019 en minoría, pero con el apoyo del partido socialista PASOK para poner fin a la etapa de cuatro años de convulsión e inestabilidad con la coalición de izquierda Syriza

Aquel Gobierno liderado por Alexis Tsipras llegó a Atenas en 2015 con la promesa de sacar a Grecia del camino de la austeridad en el gasto público y con las recetas de su gurú económico Yannis Varoufakis, que planteó un pulso con el resto de socios europeos que le habían asistido financieramente hasta entonces para volver a incurrir en déficits públicos y engordar la deuda. Aquel enfrentamiento desencadenó la huida de inversores, fuga de depósitos y la entrada en un corralito temporal. 

El episodio quedó grabado a fuego en la ciudadanía griega hasta el punto de que en 2019 apostaron por un giro político al lado conservador y en 2023 han reforzado ese voto. Mitsotakis logró la revalida en las elecciones generales del pasado 14 de mayo, pero volvió a quedarse en minoría pese a liderar la lista más votada. No obstante, la modificación electoral de la etapa Syriza para facilitar el desbloqueo parlamentario le permitirá el próximo 25 de junio ganar la mayoría suficiente para dirigir el país en solitario porque el ganador en segunda votación se lleva hasta 50 escaños extra.

El impulso de los fondo Next Generation

Después de experimentar una década de crecimiento perdido y un aumento significativo de la deuda pública, Grecia está dando pasos acelerados para abordar su deuda a través de superávits presupuestarios y un impulso en el crecimiento económico. Desde el año 2020, la relación entre la deuda y el PIB se ha reducido del 206% al 171,3%, reduciéndose en casi 35 puntos porcentuales.  

Los analistas pronostican que hasta 2026 habrá bajado otros 30 puntos, hasta el 135%, si Mitsotakis sique en el gobierno y mantiene los superavits públicos y reformas. La confianza es tal que bancos de inversión como Julius Baer prevén que la deuda griega recupere el nivel de grado de inversión, por encima de BB+. Esa subida de nota le abriría las puertas para colocar su deuda entre los grandes fondos, planes de pensiones y aseguradoras que hasta no pueden debido a su nota de riesgo.

Durante los tres últimos años, al igual que países como España o Italia, el BCE ha sido un comprador protagonista de su deuda, aunque Grecia goza de una ventaja adicional: los préstamos a largo plazo que obtuvo de los rescates europeos. También están generando un crecimiento adicional los Fondos Next Generation vinculados con la pandemia. Se estima que PIB crecerá un 7% adicional en cuatro años por el efecto de estas inversiones. Grecia recibió una asignación de 22.000 millones de euros en ayuda directa sin reembolso, convirtiéndose en el sexto país que mayor importe percibió en esa partida por detrás de Italia (81.800 millones), España (77.000 M), Francia (38.800 M), Polonia (37.700 M), Alemania (28.800 millones M).

Mostrar comentarios