Se desploma en el Ibex

Grifols desata las alarmas en la bolsa tras el relevo de Mayer por Glanzmann

La firma catalana opta por un perfil de la casa con amplia experiencia en el negocio de los hemoderivados para que complete el plan de reestructuración y materialice la promesa de reducción del nivel de deuda.

El presidente de Grifols, Víctor Grifols, junto a los co consejeros delegados Raimon Grifols y Víctor Grifols Deu.
El presidente de Grifols, Víctor Grifols, junto a los co consejeros delegados Raimon Grifols y Víctor Grifols Deu.
EUROPA PRESS

El cambio en la cúpula de Grifols genera recelo entre los inversores. La renuncia inminente de Steven F. Mayer de la presidencia del grupo ha tomado por sorpresa al mercado, que había depositado un voto de confianza en la compañía tras el anuncio de su plan de reestructuración. Si bien la salida se produce por motivos personales y de salud, el segundo reemplazo en el cargo en menos de un año en sustitución de Víctor Grifols Roura siembra la incertidumbre sobre el grupo. Sus títulos cayeron este miércoles un 10,5% en bolsa, hasta los 12,84 euros, poniendo en riesgo la boyante trayectoria que ha experimentado en el parqué español desde otoño, cuando el ex de Cerberus asumió las riendas. Siguen así la estela del martes en Wall Street, donde perdió más de un 7%. 

El desplome borra la revalorización del 5,6% que había acumulado en la última semana y que le han erigido como segunda punta de lanza del Ibex 35, con un rebote superior al 33% desde el inicio de 2023, solo por detrás de Banco Sabadell (+35%) a cierre de mercado de este martes. Las casas de análisis se han lanzado a la carrera por elevar su precio objetivo en los últimos días ante la subida experimentada, manteniendo su precio objetivo a doce meses cerca de los 18 euros. CaixaBank BPI, Jefferies, JB Capital Markets han revisado al alza este miércoles el precio objetivo de Grifols, recomendando su compra. De momento, la única posición bajista que consta en los registros de la CNMV es la de AKO Capital con un corto del 0,84%.

La firma con sede en Cataluña ha optado por poner al frente a un hombre fuerte dentro de la casa, pero ajeno a la familia, presente en la gestión a través de Raimon Grifols Roura y Víctor de Grifols Deu (hermano e hijo de Víctor Grifols), ambos con el puesto de consejeros delegados solidarios. El motivo por el que este imperio de los hemoderivados ha decidido desligar de la presidencia a los miembros directos del clan es una incógnita

Thomas Glanzmann lleva tomando decisiones de Grifols en la sombra desde 2006, cuando entró a formar parte del consejo, por lo que con su elección pretenden dar continuidad al mandato del hasta ahora presidente. Glanzmann, que ha desarrollado toda su carrera en el sector del plasma, afronta ahora el reto de seguir adelante con el programa de ahorro de costes trazado por Mayer, que implica tanto el despido de 2.300 personas, como seguir con la clausura de centros de extracción de sangre y recortar gastos en las instalaciones que sigan activas. 

Cotización en España
Cotización en Nasdaq

Muestra así su preferencia por un un perfil industrial en esta nueva etapa que abren después de que Mayer -con experiencia en el 'private equity'- haya establecido una hoja de ruta enfocada en la reducción de las ratios de apalancamiento. Víctor Grifols, que ostenta la presidencia de honor dominical, dejó tras su paso a un lado de la empresa un legado de 9.300 millones en deuda. Ahora, las subidas de los tipos de interés soplan en contra de la compañía, que ve como la estrategia de las adquisiciones recurriendo a la financiación externa se ha convertido en un principal obstáculo.   

En los últimos ejercicios Grifols ha crecido vía compras. Solo entre 2019 y 2022 se ha hecho con activos de su socio chino Creat Group por valor de 3.000 millones. Este montante incluye Shanghái RAAS, BPL Plasma USA y la alemana Biotest, operaciones que ha realizado al margen de una reducción de sus ingresos tras la pandemia. A estas se suman Kiro Robotics o Haema AG, entre otras operaciones, años atrás. 

Los analistas estiman que la deuda asciende a 10.500 millones, por lo que se habría elevado en más de un 46% desde el cierre de 2018 y en más de 1.200 millones en los últimos catorce meses. De confirmarse, esto complica el objetivo previsto por Mayer de haber reducido esta cifra hasta 7,9 veces el ebitda a finales 2022. En estas circunstancias, la ampliación de capital se postula como una de las pocas salidas que tiene Grifols para insuflar de oxígeno a sus cuentas, opción que, por ahora, rechazan desde el consejo. 

En su lugar, se han comprometido a reducir sus inversiones y, por lo tanto, a no llevar a cabo ninguna operación corporativa significativa. Como medida de ahorro, el dividendo también permanecerá congelado hasta que la ratio se reduzca a cuatro veces el resultado bruto de explotación, estimación que Grifols esperaba alcanzar este año ante el despegue de las extracciones de sangre. Glanzmann hará su puesta de largo el próximo 28 de febrero, cuando la compañía presente los resultados anuales de 2022. El consenso de 'Bloomberg' prevé un ebitda de 1.242 millones (+21%) y sitúa los ingresos al filo de los 6.000 millones (+20%). 

Uno de sus principales talones de Aquiles es el bajo nivel de capital flotante, dado que más de un tercio del capital está controlado por la saga de los Grifols. Entre sus inversores institucionales más relevantes destacan Capital Group (5,66%), BlakcRock (2,9%), Deutsche Bank (2,1%), Vanguard Group (2,1%) y BNP Paribas (1,7%). 

Mostrar comentarios