Semana de volatilidad y movimientos en el capital de BBVA que recuerdan a la famosa cuádruple 'hora bruja', con el vencimiento de opciones en numerosos índices mundiales. La entidad presidida por Carlos Torres pagará dividendo el próximo 10 de abril, fecha marcada por sus accionistas, y lo hará abonando 0,16 euros brutos por título. No obstante, y si se quiere cobrar esta retribución, el último día de negociación con derecho a dicho pago será este viernes, 5 de abril.
Por tanto, los accionistas de la entidad financiera recibirán, una vez descontada la retención del 19% que Hacienda aplica al pago de dividendos (hasta 6.000 euros), una retribución neta de 0,1296 euros por título. Esta remuneración supone un 20% más que la realizada por BBVA el curso pasado, lo que siempre suscita gran interés para aquellos 'cazadividendos' atraídos por un pago que ofrece una rentabilidad neta, a precios de mercado, de un 2,43%.
Como es habitual, el volumen de negociación en bolsa del banco se dispara los días antes de hacerse efectivo dicho pago. Por ejemplo, el lunes se realizaron grandes operaciones por 1.368,8 millones de euros en la compra de 263,17 millones de acciones, equivalentes a un 3,6% del capital de la entidad, en el mercado de bloques de BME. Algo inusual ya que el volumen medio diario del banco es de 18,68 millones en los últimos meses, mientras que el martes la negociación fue de 214,2 millones de euros.
Estas operaciones son habituales en el banco en vísperas del pago de sus dividendos. El curso pasado los inversores optaron, a través del mercado de bloques, por mover casi 1.685 millones de euros, 300 más que este año. Además, en esta ocasión y tal como señala Victoria Torre, responsable de Desarrollo de Contenidos de Self Bank, se une que en la sesión del lunes "observamos un aumento del volumen negociado del Ibex 35 de más del 100% respecto a la media de los últimos 20 días, sobre todo en el mercado de bloques, coincidiendo con el primer día del trimestre".
La experta de Self Bank pone el punto de mira en BBVA. La entidad "tuvo un aumento del volumen negociado respecto a la media del mes de marzo del 960%, lo que hizo que el mercado pusiera los ojos en su cotización, que consiguió anotarse una subida de más del 4%". No obstante, también habría que tener en cuenta el rebalanceo en la cartera de los fondos de inversión lo que "pudo influir en el aumento del cambio de manos de las acciones del banco".
Además, este martes la tónica fue similar, aunque menos significativa, con los inversores atentos a la tensión de la lira por las elecciones en Turquía. De hecho, BlackRock aumentaba la semana pasada su préstamo de acciones a terceros, días antes del pago de dividendo: del 0,231% hasta el 1,029%, a la vez que reducía las acciones directas tras rebajar su presencia del 5,708% al 4,866% del total de acciones de la entidad
La propia entidad ha señalado, a raíz de estas operaciones, que "estos movimientos son habituales en el mercado de bloques en las fechas tanto anteriores como posteriores al pago de dividendos", en clara alusión a la retribución que hará efectiva la próxima semana. Por tanto, la posibilidad de que un gran inversores tome fuerza en el capital pierde peso visto el comportamiento de años anteriores.
Esta tónica es similar a la que se vive en el mercado de bloques (el volumen mínimo de operación debe ser 50.000 euros) cuando otros 'blue chips' del Ibex van a pagar dividendos. Por ejemplo, Telefónica pagó un dividendo el 20 de diciembre y un día antes la 'teleco' negociaba en el mercado de BME un total de 1.261 millones de euros en grandes paquetes de acciones.
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