Hucha, paga, monedas... ¿Cómo y cuándo introducir a los niños en las finanzas?

  • Con 3 años es complicado entender algunos conceptos, pero ya puede explicarse que el dinero no sale de cajeros sin fin y que trabajamos para obtenerlo
Cómo introducir a los niños en las finanzas
Cómo introducir a los niños en las finanzas
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-Mamá, quiero esa muñeca... me gusta ese puzzle y esas pinturas... quiero una bici con ruedines como esa-. 

-No, cariño. No podemos comprar todas esas cosas. No tenemos dinero para tanto-.

Situaciones como ésta son de lo más comunes y pueden dar qué pensar sobre cuándo y cómo empezar a hablar a los niños de finanzas para que aprendan y entiendan conceptos básicos del mundo que les rodea. En La Información trasladamos esa pregunta a María Jesús Soto Barragán, Licenciada en Derecho y experta en finanzas, que es la autora de Mi primer libro de economía, ahorro e inversión. Desde su punto de vista el momento depende de cada familia y de la madurez del niño. "Sin duda hay que hacerlo desde el primer momento en el que reciben una propina, una paga o una asignación semanal, y deben decidir qué hacer con ello", apunta.

En su opinión, el hábito financiero saludable de ahorrar y el de consumir responsablemente deben ponerse en práctica desde edades tempranas, como se hace con los hábitos higiénicos como lavarse los dientes o ducharse, para que se haga de forma natural en la adolescencia y de adultos. Tal vez para un niño de 3 años sea complicado entender cualquier concepto financiero, puesto que los números se aprenden con esa edad, sin embrago Victoria Torre, de Self Bank, considera que ya a esa edad un niño sí puede entender que el dinero "no sale de los cajeros sin fin" y que los mayores trabajamos "y a cambio nos dan dinero".

Sueldo, ahorro, hucha... y muchos juegos

El momento para empezar a afianzar los conceptos anteriores e introducir otros nuevos como sueldo, ahorro, hucha, banco o tarjeta... puede ser, según los expertas consultadas, entre los 6 y los 9 años. Entonces, el juego puede ser un buen modo de que los pequeños de la casa entiendan estos términos tan cotidianos. "Los conceptos se pueden asimilar mejor jugando y poniendo a prueba lo que sabemos, para seguir adquiriendo más conocimientos y llevarlos después a la práctica. Hoy en día hay recursos audiovisuales y lúdicos que ayudan mucho", añade Soto.

Entre 9 y 12 años se pueden incorporar términos más complejos, como gastos, ingresos, ahorros. En ese momento puede resultar positivo asignar a los niños una paga para sus gastos, "pero si de verdad se les quiere concienciar, debería respetarse el limite asignado", matiza Torre. El niño puede entender ya desde ese momento que contar con una asignación para sus gastos, tiene que pensar bien qué quiere hacer con ese dinero y saber cuánto tiempo le costará ahorrar para comprar ese libro o juguete que desea. 

A partir de 12 años, pasaríamos a hablarles de conceptos como presupuesto o deuda; el primero desde una perspectiva más a largo plazo redunda en la idea de gasto, ingreso y ahorro. Que nos ayuden a hacer la compra puede ser un buen modo de que se familiaricen con otros gastos, tal y como explican desde Self Bank.

¿Mejor en casa o en la escuela?

Lo ideal sería, en opinión de las expertas, combinar la teoría en las aulas y la práctica en casa. "Acostumbrarles a compartir los datos básicos del presupuesto familiar desde que son pequeños les hace comprender que el dinero no cae del cielo", enfatiza la economista María Jesús Soto. Desde su punto de vista nuestro país debería tomarse más en serio la necesidad de implementar la educación económica y financiera básica, para que se enseñe a todos los niños desde cualquier edad y asignatura.

"Se puede hacer, pues la economía somos nosotros, las personas tomando decisiones desde que encendemos la luz cada mañana. Para ello se deben dejar a un lado los prejuicios y tratar la economía como la ciencia que es, al margen de cualquier ideología", asevera.

Los expertos destacan cómo España está por detrás de algunos países en el ámbito de la educación económica y financiera de los niños y jóvenes. En varios países europeos existe una asignatura que responde al concepto de “economía doméstica”. En España, las asignaturas específicas de economía y emprendimiento son solo optativas. "La sociedad debería ser más exigente con el mundo educativo, pidiendo que se sea más activo en este tipo de formación. Queda mucho por hacer, aunque se haya progresado bastante estos últimos años", concluye la economista.

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