Ibercaja prevé salir al mercado entre la primavera que viene y finales de 2020

  • La entidad irá de la mano de Rothschild para aprovechar alguna de las cuatro ventanas de oportunidad que se le abren en ese periodo
Ibercaja
Ibercaja

Ibercaja tiene previsto salir a bolsa a partir del primer trimestre del año que viene, una vez que su asesor financiero independiente para realizar la operación, Rothschild, tenga listos los trabajos preliminares para la colocación, en los próximos cuatro meses, según han señalado fuentes de la entidad. En un periodo de poco más de dos años, se abrirán hasta cuatro ventanas de oportunidad para realizar la operación, la primera en la primavera del año que viene y la última en otoño de 2020.

Aunque la compañía no tiene decidido todavía el porcentaje concreto de capital que sacará al mercado, hay que tener en cuenta que debe cumplir con la obligación legal de reducir a menos del 50% el actual 87,8% que controla su Fundación, además de garantizar que quedará un free float en el mercado de no menos del 35%.

Los responsables de la caja aragonesa tampoco tienen calculado el valor mínimo con el que quisieran estar en el mercado ni una posible horquilla de precios, si bien advierten que esperan que ese nivel esté acorde con la buena marcha del banco, una vez superada la integración de Caja3, con el ajuste de empleo y de costes de los últimos dos años y una estructura en el balance que presenta un 94% de sus ingresos como recurrentes. En el seno de la caja se espera que los inversores valoren la calidad de su franquicia, sobre todo por tener un 46% de sus recursos de clientes con fondos y seguros, que son la base de su aumento de ingresos.

Ibercaja no ha realizado todavía ningún tipo de negociaciones previas para buscar inversores ‘ancla’ con los que asegurar su salida a bolsa, pero cuenta con el éxito de las últimas emisiones de capital que ha realizado, hace algo más de un año, en las que la demanda superó en casi tres veces la oferta. Para mantener ese nivel de atractivo en los mercados, la idea es presentar un banco con los ingresos al alza y bien diversificados, y los costes saneados y a la baja, una vez cerrado y descontados los costes del último ajuste laboral.

Confianza en la economía y sin fusiones

En el banco confían en una buena marcha de la economía en los próximos dos años, con un crecimiento medio del 2,5%, que avalará un buen nivel de creación de empleo (unos 400.000 nuevos puestos al año), de forma que no temen una gran convulsión que pueda dar al traste con sus planes de salida a bolsa. Su idea de cara al mercado es aprovechar ese contexto para mejorar mucho su rentabilidad en los próximos dos ejercicios y reducir la carga que tienen de activos dudosos, de forma que puedan asegurar su crecimiento sin contar incluso con una más que previsible subida de tipos de interés.

En la entidad tampoco se teme que vaya a haber una gran oleada de fusiones en el sector financiero que pueda afectarles. La salida a bolsa reafirma su idea de ser un banco independiente y con proyecto propio, con un proyecto bien diversificado que pueda ser atractivo para los inversores sin tener que pasar por una fusión. Es más, consideran que el sector está muy maduro en España, con grandes entidades que dominan buena parte del negocio, y cualquier fusión solo se justificaría en mejorar las bajas rentabilidades que todavía tienen algunas de estas entidades.

Mostrar comentarios