​Iberdrola, Repsol, Arcelor... las españolas invierten 1.888 millones en autocartera

  • Entre sus objetivos, lanzar un mensaje de confianza al mercado, retribuir al accionista o hacer frente a los planes de remuneración a los empleados
Recompra de acciones propias en 2019
Recompra de acciones propias en 2019

Iberdrola, Repsol, ArcelorMittal, ACS... hasta seis cotizadas españolas, la gran mayoría del Ibex 35, han anunciado planes de recompra de acciones propias en lo que va de año. Ya sea para lanzar un mensaje de confianza al mercado y demostrar que sus títulos todavía tienen potencial, ya sea para retribuir al accionista o para hacer frente a los planes de remuneración a los empleados, las firmas se han lanzado en estos dos primeros meses de 2019 a engordar su autocartera. 

Al recomprar sus acciones, la compañía reduce los títulos en circulación, haciendo que el porcentaje de su capital que se reparten los accionistas sea mayor. Esto eleva su Beneficio por Acción (BPA) y según José María Luna, de Profim, consigue dos efectos: eleva su cotización impulsando la demanda y genera un efecto llamado a otros inversores. "Es una forma de beneficiar al accionista sin abonar dividendo", añade. 

Joaquín Robles, analista de XTB, explica que la firma que toma esta decisión goza en ese momento de liquidez y prefiere adquirir títulos propios para contar con un paquete que, al amortizar en un futuro, le permite obtener más liquidez aún. En ese periodo en que retira del mercado esas acciones no paga dividendo sobre dicho porcentaje. La compra de autocartera sirve, además, para frenar una oleada de ventas en un momento complicado para la firma en cuestión en bolsa

Una de las últimas compañías en anunciar la recompra de acciones propias ha sido Repsol, justo antes de presentar resultados anuales esta misma semana (28 de febrero). La petrolera comunicó a la CNMV una serie de compras de acciones propias que le llevan a incrementar el volumen de su autocartera hasta el 0,32% este año por unos 75 millones de euros. Según la información disponible en el regulador se haría con unos 5 millones de títulos que cotizan en bolsa.

También coincidiendo con la publicación de sus resultados anuales, ArcelorMittal anunció el pasado 7 de febrero el lanzamiento de un programa para la recompra de un máximo de 4 millones de acciones propias hasta el 31 de diciembre de este año por 113,42 millones de dólares (unos 100 millones de euros). La firma, que está entre las diez más alcistas en lo que va de año, logra alejarse de los mínimos de 2016 que marcó a finales de 2018, un ejercicio en el que la guerra comercial y los aranceles al acero han golpeado con fuerza al valor. 

Como medida para retribuir al accionistas y compensar el efecto dilutivo que tiene el pago de dividendo flexible o scrip, Iberdrola anunció un plan que le llevará a hacerse con hasta un 2% de su capital. La eléctrica prevé invertir un máximo de 1.147 millones de euros con los que poder hacerse con 135 millones de acciones. Su programa se mantendrá vigente hasta el próximo 14 de junio.

El mismo objetivo perseguía la pasada semana ACS cuando anunció una importante amortización de capital (retirada de la circulación de las acciones y destrucción de éstas) por 101 millones de euros que le permitían acabar con casi 3 millones de títulos. Previamente y para plantar cara al bajista Carlson Capital la firma que capitanea Florentino Pérez había invertido 120 millones `para hacerse con 3.385.205 de acciones propias.

Gisela Turazzini, de Blackbird, ve esencial valorar el impacto de la compra de acciones propias, puesto que habitualmente el efecto es positivo, pero suele ser moderado, a no ser que el programa supere el 5% del capital social. En este sentido, destaca los anunciados por Mediaset y Talgo, que suponen hasta un 10% y un 16% del capital social, respectivamente. "Este acontecimiento es muy positivo para la compañía, puesto que como decimos, supone crear valor al mejorar la participación en los beneficios de la misma pero sobre todo por el impacto que tiene en el mercado", asegura.

Con objeto de parar el castigo en bolsa -donde retrocedió más del 41% en 2018- el grupo audiovisual anunció a finales de enero un programa de recompra de acciones propias por un máximo de 200 millones de euros que le permitirán adquirir hasta un 9,9% de su capital (alrededor de 32,4 millones de acciones). El grupo tiene un 50% del capital social en manos de Mediaset Italia y un 10% de su capital social aflorado en fondos de inversión y en puestos del consejo. En este sentido, puede decirse que como mínimo, el 25% de todo el mercado está siendo comprado lo que significa, según los expertos, que el impacto de la compañía es muy elevado.

Mientras, Talgo anunció un programa de recompra de acciones propias para adquirir hasta un importe máximo 100 millones de euros o 22,5 millones de títulos, representativos de un 16,5% del capital social actual. En Talgo, que está participada en un 50% por el fondo de capital riesgo Trilantic y la familia Oriol, "el caso se exagera al haber aflorado los fondos de inversión o aseguradoras, en torno a un 10%, lo que supone que prácticamente el 50% de todo el mercado será comprado en los 18 meses que dura el programa de recompra", puntualiza Turazzini. Al estrecharse el mercado, la cotización sufre un estrangulamiento que la hace subir de manera irremediable.

En este sentido, "creemos que estar invertido en una acción que comienza un programa de compra de acciones es positivo, pero si no supera el 5%, no modificaríamos la estrategia operativa. Si supera el 5%, sí recomendaríamos comprar, debido a los factores que hemos comentado, especialmente en situaciones de reducido free float, como es el caso de Talgo y Mediaset", zanjan desde Blackbird.

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