El conflicto comercial y la drástica revisión a la baja que ha llevado a cabo la Organización Mundial de Comercio (OMC) de sus expectativas de crecimiento para el comercio mundial en 2019 y 2020, han enfriado el ánimo de los inversores. Tanto que el Ibex 35 y el resto de bolsas europeas profundizan en los recortes iniciales de la mano del sector industrial y de la banca. Así, el selectivo español ha retrocedido un 2,77%, su mayor caída en más de tres años (el 4 de octubre de 2017 caía un 2,85%), hasta los 8.912 puntos. La caída ha sido en línea con el Cac de París, el Dax de Frankfurt mientras que el Ftse londinense se deja un 3,3%, pendiente de la última propuesta sobre el Brexit que va a hacer el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, a la Comisión Europea.
La recogida de beneficios se hace sentir sobre todo en el sector industrial, especialmente expuesto al conflicto arancelario, y en los más cíclicos. Así, ArcelorMittal encabeza los descensos con una caída del 5,87%, seguidas de Amadeus, Santander y ACS, que retroceden entre un 4,3% y 4,2%. El resto de bancos también registra retrocesos, que van del 3,86% que se deja el BBVA al 1,56% que pierde Bankia. De hecho, solo Acciona y MásMóvil han cerrado en positivo con un leve rebote del 0,16% y 0,18%, respectivamente.
La tensión se palpa en el ambiente y lleva a los bonos de las principales economías del euro a registrar caídas en su rentabilidad. La de la deuda española a diez años lo hace hasta el 0,16% y la del Bund hasta el -0,54%, lo que sitúa la prima de riesgo de nuestro país en los 70 puntos básicos. Al mismo tiempo, el euro mantiene su debilidad frente al dólar, si bien recupera el nivel de 1,09 unidades en su cruce frente al billete verde.
En lo que respecta a las materias primas, el barril de crudo Brent para entrega en diciembre gana algo de terreno hasta los 59,45 euros; mientras que el del crudo ligero West Texas avanza hasta los 54,38 dólares. En el caso de los futuros de la onza de oro, su valor se deprecia ligeramente hasta los 1.488 dólares. "Seguimos por tanto pendientes de conseguir identificar el suelo en la desaceleración económica, algo que por el momento no se vislumbra, en un contexto marcado por las tensiones comerciales y el impacto de los aranceles ya aplicados", apuntan desde Renta 4.
La crisis política por la que atraviesa EEUU, con un fuerte enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo, y el conflicto comercial que mantiene con China ayudan muy poco en términos de confianza, algo que podría terminar pasando factura tanto al consumo privado como a la inversión empresarial, apunta Juan J. Fernández-Figares, responsable de Análisis de Link Securities.
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