2.000 dólares por onza

Inflación, guerra... La batalla en los mercados por el oro ya ha comenzado

El uso del oro por parte de los bancos centrales ha sido siempre clave para protegerse ante situaciones adversas y preservar el valor de su divisa, aunque en el caso de Rusia no ha logrado sostener al rublo.

Lingotes de oro
Lingotes de oro
Pixabay

La Unión Europea (UE) dice que es una de las horas más oscuras para Europa desde la Segunda Guerra Mundial, con Rusia invadiendo Ucrania. En este contexto tan adverso en el plano social y económico, muchos de los precios de las materias primas están subiendo. Este tipo de noticias está provocando esa gran escalada sin control.

El crudo, el gas natural, el trigo, el maíz, el paladio, el aluminio y el níquel están cotizando todos al alza. El suceso trágico está sacudiendo al oro, un metal que ha estado recluido en las sombras mientras que otras materias primas han estado subiendo durante el año pasado. A menudo se piensa en el metal amarillo como un instrumento de cobertura geopolítica. Este riesgo intangible ya de por sí es una tarea difícil de cuantificar. Pero cuantificar la relación entre el precio de un activo y los riesgos geopolíticos es más difícil aún. Es al menos lo que consideran los expertos.

¿Pero qué pasa con el oro ante determinados eventos geopolíticos adversos? Mirando atrás en períodos en donde ha habido una percepción de tensiones de este tipo, ha sido difícil aseverar que los precios de los activos se comportaron de un modo consistente, además de que cualquier movimiento de precio positivo o negativo necesita ser visto en el contexto de una actividad económica más amplia en dicho momento.

“De todos modos, podemos destacar algunos casos de estudio geopolíticos en los cuales vimos al oro tener muy fuertes subidas”, asegura Nitesh Shah, director de análisis en WisdomTree. Hay algunos ejemplos en los que su rentabilidad ha sido significativamente superior a la de las acciones como resultado de un 'shock' energético y geopolítico.

Por ejemplo, en la guerra de Yom Kippur, que comenzó el 6 de octubre de 1973, el oro realizó un rally alcista de más del 47%, mientras que el rendimiento relativo con respecto al resto del mercado fue del 89,4%. Pero hay más evidencias a lo largo de la historia. Con los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 el oro tuvo un comportamiento alcista del 16,9% en los mercados 12 meses después, mientras que la renta variable se desplomaba más de un 15,1% en ese mismo periodo.

Tomando situaciones aún más cercanas, como los atentados de París del 13 de noviembre del 2005, el precio del oro despegó un 33,5% durante toda esa fase. Mientras, las acciones globales repuntaban un 17,6%, por debajo de la evolución positiva del metal dorado. Y es que este activo en tiempos convulsos tiende a hacerlo mejor.

A pesar de la dificultad de cuantificar el riesgo geopolítico, utilizamos el Índice de Riesgo Geopolítico desarrollado por Dario Caldara y Mateo Iacovello en la Junta de la Reserva Federal, basado en los resultados de los textos de búsqueda automatizados de archivos electrónicos de 10 periódicos (…) Siguiendo sus series contra el oro, se llega a algunos resultados interesantes”, destaca en esta misma línea Shah.

Justo antes del desarrollo de la Guerra del Golfo (1990), los precios del oro estuvieron bastante deprimidos. El comienzo de la guerra pareció despertarlos. “Inmediatamente antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos (2001), el valor del oro estaba muy bajo. Los ataques parecieron reanimarlo, mientras que la guerra de Iraq iniciada apenas después (2002) mantuvo al oro bien cubierto”, analiza el experto.

Desde su punto de vista, la mayoría de la gente “estaría de acuerdo” con lo decepcionante que fue el comportamiento del oro en 2021, con el trasfondo de un nivel de inflación elevado. “Nuestros modelos de proyección internos indican que el oro debería haber operado cerca de los 2.500 dólares la onza en enero de 2022 cuando la inflación en EEUU ascendía al 7,5%”, afirma.

¿Podría el comienzo de una guerra en Ucrania el jueves 24 de febrero del 2022 actuar como un catalizador del valor del oro de un modo similar a lo que sucedió en los eventos de 1990 y 2001? “De momento, el oro ha subido un 5% y alcanzado un máximo intradía de 2.060 dólares la onza, su mayor valor desde agosto de 2020”, opina desde la coyuntura actual.

Las incertidumbres actuales sugieren que las instituciones probablemente seguirán prestando más atención a los activos diversificadores de carteras como el oro, ya que otras opciones parecen menos atractivas. “Mientras tanto, en marcado contraste con 2013 (cuando el oro fue abandonado en gran medida a favor de las asignaciones a renta variable) las valoraciones iniciales de la renta variable son muy altas”, resalta James Luke, gestor de Schroders.

“En términos más generales, es difícil argumentar que los instrumentos de cobertura tradicionales, como la deuda pública, sean tan atractivos como lo han sido en el pasado, sobre todo porque las economías están muy endeudadas, los rendimientos siguen estando cerca de los mínimos históricos y la inflación podría ser estructuralmente más alta”, añade.

El uso del oro por parte de los bancos centrales ha sido siempre clave para protegerse ante situaciones adversas. Muchos países, en espacial los mercados emergentes, lo han utilizado para respaldar su divisa. Sin embargo, la coyuntura actual con las sanciones de Occidente a Rusia ha cambiado el tablero de juego.

El banco central del país liderado por Vladimir Putin posee 133.000 millones de dólares en reservas de oro. Es el quinto país en esta clasificación por detrás de EEUU (472.000 millones de dólares), Alemania (195.000 millones), Italia (142.000 millones) y Francia (141.000 millones). No obstante, de muy poco le está sirviendo a Rusia esta gran reserva, porque gran parte de los activos no se encuentran dentro de sus fronteras y el embargo internacional le está penalizando. Con esta situación global, se está observando como India, Kazajistán, Irlanda o Flipinas están incrementando sus reservas de oro. ¿Quizá sea el preludio de la tormenta bélica?

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