Apuesta de los analistas

¿Invertir en China? El diferente rumbo de su economía dirige el foco a su bolsa

Los datos de inflación en el país están lejos de los registrados en Occidente y muestran signos de ralentización que abren el camino a una relajación en su política monetaria.

Bolsa de China
Bolsa de China

El miedo a una retirada acelerada de los estímulos monetarios por parte de los bancos centrales, sobre todo de la Reserva Federal de EEUU (Fed), ante la elevada inflación está provocando en las últimas semanas salidas de la renta variable para buscar refugio en otros activos. El efectivo, por ejemplo, gana terreno ante una visión más bajista. Sin embargo, el menor rendimiento que se prevé para las bolsas este año no es homogéneo y China, tras un 2021 a la cola de los principales mercados, logra atraer la atención de los analistas. El país no registra el elevado repunte de precios de Occidente y los signos de ralentización en su economía dan pie a una flexibilización de su política monetaria y fiscal. El Banco Popular de China del país ya rebajó los tipos de interés a medio plazo por primera vez desde abril de 2020.

El apoyo para el crecimiento por parte del Gobierno da alas a su renta variable. "Será una de las pocas áreas con mayores estímulos en 2022 que en 2021", afirma Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión y producto de Mutuactivos. La gestora ha elevado el peso en la renta variable china porque, además de los estímulos, confían en una menor presión hacia el sector tecnológico ante la celebración del Congreso del Partido Comunista.

La gestora Amundi también destaca que las acciones de la bolsa de Hong Kong ahora parecen atractivas, ya que "ha mejorado la visibilidad de la política y las bajas valoraciones ya tienen en cuenta la incertidumbre ante el futuro". Otros bancos de inversión globales, como Credit Suisse o Goldman Sachs, también han promocionado las acciones chinas elevando su recomendación de la región. 

Por ahora, el Hang Seng, el índice de referencia de la Bolsa de Hong Kong, es uno de los pocos a nivel global que mantiene una rentabilidad positiva en lo que va de año. Desde enero avanza casi un 4%, mientras que el S&P 500 se deja más del 9% y el Nasdaq, casi el 14%. Las ganancias se han visto reducidas esta semana por el temor a nuevos rebrotes de la Covid que vuelven a azotar a la antigua colonia británica. Por su parte, el índice de Shangai, aunque el rendimiento en el año es negativo, se recupera en febrero con ganancias próximas al 4% después de que cerró enero como su peor mes desde octubre de 2018. 

La apuesta por la renta variable china se produce ante un escenario distinto al de las otras potencias económicas, especialmente en lo que se refiere a la inflación. Los analistas destacan que las cifras han sorprendido por la inusual bajada de los precios de los alimentos antes del Año Nuevo chino y una fuerte caída del IPP. En diciembre, la tasa de inflación interanual del país se situó en el 0,9%, frente al 1,5% registrado en el último mes de 2021 y lo que supone la menor subida de los precios en el país desde septiembre del año pasado. Además, el índice de precios de producción industrial (IPP) registró en enero una subida interanual del 9,1%, frente al alza del 10,3% observada en diciembre de 2021, lo que representa el menor incremento desde el pasado mes de agosto.

Estas cifras distan mucho de las registradas en EEUU y Europa, que centran las preocupaciones de los inversores. Además, se espera que el IPC de China se siga conteniendo en 2022 y que el IPP caiga bruscamente, "impulsado por los elevados efectos de base y una subida más lenta del precio de las materias primas", destacan desde Amundi. Este enfriamiento de la inflación da espacio al Banco Popular de China para flexibilizar su política monetaria con el objetivo de apoyar una economía en desaceleración.

En el último trimestre de 2021, el crecimiento interanual de su producto interior bruto (PIB) ya dio pistas del rumbo que seguía la economía del gigante asiático. Alcanzó el 4%, superando incluso las expectativas, pero fue el avance más débil desde principios de 2020. Los datos, que se conocieron en enero, llevaron al banco central chino a rebajar sus tipos de interés por primera vez en casi dos años. La decisión afectó a los tipos a medio plazo y, aunque fue reducida -rebajó solo diez puntos básicos, anticipó una política monetaria más laxa en los próximos meses.

Pese al estímulo monetario y fiscal del Gobierno chino, los analistas de Amundi reconocen "riesgos a corto plazo en la política de tolerancia cero hacia la Covid y las consiguientes medidas de confinamiento, además de un entorno moderado en torno al consumo y al sector inmobiliario". En ese sentido, un informe de Euler Hermes - Solunion señala que "incluso aunque el contexto sanitario se suavice, es probable que el consumo privado se mantenga por debajo de la tendencia anterior a la pandemia en 2022". No obstante, las autoridades chinas rebajan el pesimismo y el regulador del país defiende que su estrategia de 'Covid cero' está impulsando la economía.

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