Italia suspende la cotización de Banca Carige tras la revolución en su cúpula

  • La propia entidad había pedido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que tomara dicha decisión hasta que comunicara sus cambios societarios.
Sede del Banco Central Europeo
Sede del Banco Central Europeo
Efe

El regulador bursátil de Italia (Consob) ha anunciado la suspensión, durante toda la jornada de este miércoles, de la cotización de Banca Carige tras nombrar el BCE a tres administradores temporales, así como a un comité de vigilancia de tres miembros, para hacerse cargo de la entidad y reemplazar a su cúpula directiva, después de la dimisión de la mayoría de los miembros del consejo de la entidad italiana.

De este modo, la institución ha designado a Fabio Innocenzi, Pietro Modiano y Raffaele Lener como administradores temporales de Banca Carige. Asimismo, el BCE nombró también a Gianluca Brancadoro, Andrea Guaccero y Alessandro Zanotti como miembros del comité de vigilancia de Banca Carige.

La renuncia de la mayor parte del consejo de Banca Carige hizo necesario nombrar una administración temporal para dirigir el banco con el fin de estabilizar su dirección y buscar soluciones eficaces para garantizar la estabilidad y el cumplimiento sostenibles, indicó el banco central en un comunicado.

"La decisión de imponer una administración temporal es una medida de intervención temprana dirigida a garantizar la continuidad y perseguir los objetivos de un plan estratégico", precisó el banco central, subrayando que el nombramiento de la administración temporal "tiene como resultado la remoción de los órganos de gestión y control de Banca Carige".

Los administradores temporales tienen la tarea de preservar la estabilidad del banco, monitorizando de cerca su situación e informando continuamente al BCE y, si es necesario, tomando medidas para garantizar que el banco restaure el cumplimiento de los requisitos de capital de manera sostenible. 

La propia entidad había pedido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que suspendiera la cotización de sus títulos en la Bolsa italiana hasta que comunicara sus cambios societarios. La Consob ha aceptado porque, subraya, "su deber es vigilar las negociaciones para asegurar la transparencia, el ordenado desarrollo de los intercambios y la seguridad de los inversores". El banco genovés afronta un duro momento financiero y en los últimos meses ha arrastrado graves pérdidas en la Bolsa de Milán, hasta registrar caídas del 18% de su valor.

El miedo de los inversores al futuro del banco se debe al rechazo de la junta de accionistas el pasado 22 de diciembre a la puesta en marcha de una ampliación de capital por 400 millones de euros. El accionista mayoritario, la familia Malacalza, con el 27,5% de los títulos, bloqueó esta iniciativa y también la emisión de bonos subordinados de entre 320 y 400 millones. Dos acciones -la ampliación y la emisión de bonos- con las que la antigua Caja de Ahorros genovesa pretendía fortalecer su posición, en un plan vigilado por el Banco Central Europeo (BCE),

Y es que el banco, que ya tuvo que lanzar una ampliación de 500 millones de euros a finales de 2017, recibió en julio una advertencia del BCE que, en su calidad de supervisor bancario, le pidió que atajara la situación de crisis en la que se encuentra.

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