Sacude al mercado

Japón se rinde a la realidad con el fin de la era de los tipos negativos más larga

El gobernador del banco central nipón sorprende en la recta final de su mandato y eleva hasta el 0,5% la rentabilidad máxima de los bonos, lo que supone encarecer la financiación por primera vez en este siglo. 

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Japón se rinde a la realidad con el fin de la era de los tipos negativos más larga. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

Japón amaga con abandonar la prisión de la 'trampa de la liquidez'. El banco central del país nipón ha pillado por sorpresa al mercado con la relajación de su férrea política monetaria ultraexpansiva tras permitir que la rentabilidad de la deuda soberana a diez años alcance un máximo del 0,5%, frente al techo del 0,25% permitido hasta ahora. Se trata de un pequeño paso de la institución presidida por Haruhiko Kuroda, pero un paso de gigante para la tercera economía mundial, que lleva más de dos décadas aferrada a las inyecciones de liquidez. 

Aunque sobre el papel los tipos de interés se mantienen intactos en el terreno negativo (-0,1%), los mercados han interpretado este gesto como un cambio de rumbo que abre la puerta a una subida de los tipos de interés. Esta tasa se mantiene en el mismo nivel desde 2016, después de permanecer instalada en el 0% desde 2010. Pilar Aranda, analista de mercados de Bankinter, anticipa que será con la llegada de la primavera cuando el 'precio del dinero' despierte levemente de su hibernación y se eleve hasta el 0%, un movimiento que coincidirá con la salida de Kuroda al frente del BoJ. 

El asombro del mercado no se ha hecho esperar, provocando una reacción negativa en bolsa y un repunte del interés del bono a diez años superior al 50%, hasta el entorno del 0,4%, umbral inédito desde 2015. El yen también ha respondido con una fuerte apreciación frente al euro del 4,3%. A cierre del mercado español de este martes, el yen se intercambiaba a 0,718 euros, mientras que la revaluación con respecto al dólar era superior al 4% y se intercambiaba a 0,76 'billetes verdes'.

Japón ha intentado durante años levantar una inflación en mínimos, que ahora ha despertado al calor del repunte de precios mundial, hasta alcanzar el 3,6% en octubre, su cota más elevada en cuatro décadas, por encima del objetivo del BoJ. Lo ha hecho a costa de un alto endeudamiento. Su ratio de apalancamiento sobre PIB asciende al 262,5%, por lo que el aumento del rendimiento de los bonos redundará en un encarecimiento de la financiación del estado japonés. 

A pesar de la reducción de su balance de los últimos meses, el BoJ posee en cartera algo más de cinco billones de euros. La inflación perjudica directamente a la deuda, subiendo el interés y reduciendo su precio. Esto puede provocar que se vea obligado a adquirir más bonos para controlar la curva de los rendimientos, en medio de una economía debilitada, que ha registrado una contracción del 0,3% durante el tercer trimestre de 2022, en contraste con el crecimiento del 1,1% contabilizado durante los meses de abril y junio. 

Cae el último bastión de los grandes bancos centrales

La decisión, que a 'priori' puede parecer cautelosa, empuja al final de la política 'dovish' de los grandes bancos centrales a nivel mundial. Hasta la fecha, el BoJ se había mantenido reticente a cualquier endurecimiento monetario. Si bien sigue anclado en los tipos negativos y niega su intención de realizar cambios, esta nueva postura le aproxima a cerrar una etapa. 

Los garantes de la política monetaria en todo el mundo se han visto obligados a cambiar de dirección de forma brusca y rápida con el objetivo de poner coto al aumento de precios y modificar muy rápido de marchas batiendo el récord en el ritmo de las subidas de tipos. Con la Reserva Federal marcando la pauta, el resto de instituciones tardaron un poco más en seguirle. Entre ellas, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Nacional Suizo (SNB), que comenzaron a salir del letargo de los tipos en septiembre, dejando solo al BoJ, a la espera de que su nuevo líder ponga punto final a la era de los tipos negativos más larga de la historia. 

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