Javier Hidalgo regresa al accionariado de Globalia tras adquirir un 10% del capital

  • El cambio del accionariado supone también un incremento de la participación de la directora de Compras, Cristina Hidalgo. 
Fotografía Globalia portada pequeña
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El consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, se ha convertido en el segundo accionista de la compañía turística al hacerse con un 10% de las acciones de la empresa. Hidalgo ha adquirido la participación que el Santander había heredado de manos del Popular y un porcentaje a Inversiones Tirema, de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno. 

De esta forma, Hidalgo se sitúa así por detrás de Juan José Hidalgo, el empresario salmantino que fundó el grupo matriz de Air Europa, Halcón Viajes, Be Live Hotels y Travelplan.

Además, la directora de Compras de Globalia, Cristina Hidalgo Gutiérrez, ha aumentado su participación en el accionariado hasta el 7,04% tras comprar un 1,9% a Tirema, ha añadido el grupo.

Una apuesta "clara y rotunda" 

Para el consejero delegado de Globalia, esta operación refleja su apuesta "clara y rontunda" por el proyecto del grupo turístico, sus empresas y sus empleados. Según destaca, Javier Hidalgo regresa a la compañía tras unas "intensas negociaciones" hasta cerrar esta compra también y muestra así su "firme apuesta" por consolidar al grupo turístico como referente del sector.

Consiguió dejar atrás los números rojos 

La compañía volvía a la senda de los beneficios en el año 2017 tras dos ejercicios en números rojos, al ganar 16,5 millones de euros, frente a unas pérdidas de 15 millones en 2016. ¿La causa? El impulso por el crecimiento de su división aérea Air Europa y la hotelera Be Live Hotels.

Los ingresos de la compañía avanzaron un 3,5%, hasta alcanzar los 3.667 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación, ebitda, se mantuvo en 102 millones, según explicó el presidente de la firma. Las pérdidas en el ejercicio anterior se debieron, en parte, a la provisión por los fondos retenidos en Venezuela, que suponen "una deuda muy gorda" para el grupo, de 200 millones de dólares, que Hidalgo confía en recuperar un día porque "la esperanza nunca en la vida se puede perder".

El plan de la empresa es tener un gran centro de distribución (hub) en Madrid, pero las terminales del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en las que opera "se han quedado pequeñas" para la compañía. "Ahí es donde estamos sufriendo para el crecimiento, nos hacen falta más pasarelas o 'finger', ya que algunas veces no tenemos suficientes y operar en remoto es un problema, la gente se molesta", ha explicado.

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