El gigante francés del lujo Kering, dueño de marcas como Gucci o Yves Saint Laurent, está sufriendo un fuerte castigo en bolsa este miércoles tras anunciar un retroceso de sus beneficios en el último año del 38,6 % hasta los 1.972,2 millones de euros. La compañía ha logrado, sin embargo, limitar el impacto de la pandemia en sus cuentas a lo largo del último trimestre. Sus acciones retroceden un 7,4% en París (han llegado a hacerlo por encima del 8,5%) hasta los 524 euros.
La empresa ha registrado una notable contracción de sus ventas en el último ejercicio, del 17,5% hasta los 13.100,2 millones, afectada por los cierres de tiendas a causa de los confinamientos. Todas las principales marcas del grupo redujeron las ventas excepto la casa de moda italiana Bottega Veneta, que las elevó un 3,7% hasta los 1.210,3 millones, gracias al impulso de los mercados asiáticos donde está presente a lo largo del segundo semestre del año (su facturación en ese periodo avanza un 18%.
Gucci, el principal aporte al negocio del grupo, vio retroceder sus ventas un 22,7% hasta los 7.440,6 millones, aunque la caída se frenó también a partir de junio gracias al tirón de la demanda en China, una de las pocas economías que ha logrado escapar a la recesión con un alza de su PIB del 2,3%, y al auge de las ventas por Internet (que se han disparado un 70%). Las dos variables han permitido capear el efecto negativo causado por el cierre de establecimientos en todo el mundo y el freno al turismo.
Otra de las firmas más emblemáticas del conglomerado francés, Yves Saint Laurent, facturó 1.744,4 millones, lo que supone una caída del 14,9% en el conjunto del año, si bien las elevó en el segundo semestre un 2,1% y también consiguió registrar un fuerte alza del comercio 'online' aunque en la segunda mitad del año revitalizó sus ventas, que subieron un 2,1 % en datos comparables en una enseña que vio crecer un 80 % en el conjunto del año sus ventas a distancia.
Pago de dividendo... pero sin visibilidad sobre el ejercicio
El consejero delegado de Kering, François-Henri Pinault, destacó la "capacidad de resistencia" de la empresa frente a un contexto desfavorable y consideró que salen "reforzados de la crisis" provocada por el coronavirus. Sin embargo, los inversores están penalizando el hecho de que la compañía no haya ofrecido perspectivas concretas para el ejercicio actual, en el que se ha propuesto seguir invirtiendo en el desarrollo de las ventas a través de Internet. La dirección ha anunciado además que propondrá el pago de un dividendo de 8 euros por acción.
Con una capitalización de 64.747 millones de euros, Kering se sitúa por detrás de los gigantes LVMH (que con 271.307 millones de euros es la compañía que más vale de toda la bolsa europea) y de L'Oreal, que capitaliza en los 175.963 millones de euros.
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