María Jesús Soto

"La educación financiera para jóvenes será más importante que la tecnología"

La autora del libro 'Cuidemos de nuestro planeta: criterios ASG e inversión sostenible' profundiza sobre la importancia de la cultura financiera y el impacto de los nuevos criterios asociados a la sostenibilidad.

María Jesús Soto, economista y divulgadora de educación financiera
María Jesús Soto, economista y divulgadora de educación financiera
L. I. / Archivo

María Jesús Soto, presidenta de la Fundación María Jesús Soto y autora de 'Cuidemos de nuestro planeta: criterios ASG e inversión sostenible', una obra que cuenta con el patrocinio de la gestora Vontobel, incide en los retos de la cultura financiera, especialmente para los jóvenes, y en la penetración de los criterios de sostenibilidad. El reto en el camino es bastante importante y la transformación ya ha empezado.

Pregunta: Tras leer el libro nos preguntamos por qué este afán en la educación financiera, sobre todo la de los más jóvenes…

Respuesta: Porque es algo que van a necesitar. Saber de economía es una necesidad que tendrán en su futuro. Hay otros aspectos que también van a necesitar, pero que ya están aprendiendo muy rápido porque tienen mucho acceso y les resulta muy fácil, como son las competencias digitales. Hay que tener en cuenta que los temas de educación financiera y económica son más complicados y requieren más esfuerzo. Pero para ellos van a ser más necesarios, incluso, que manejar la tecnología como la manejan y todos los temas digitales porque, al final, la economía está en todo. 

A eso hay que añadir que los recursos son más escasos; se enfrentan a un mundo muy endeudado, a un mundo con muchísimos problemas y desafíos desde un punto de vista económico; toda la transición energética, todos los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU. Hacia donde va el mundo, por definición, es economía y se exige que los ciudadanos sepan de economía. Todo está ligado; si los ciudadanos no los conocen no se va a poder hacer bien, si ellos no lo hacen bien no se van a poder cumplir los objetivos y si no se cumplen los objetivos vamos por mal camino.

P: ¿Son los principios ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza) una moda pasajera?

R: No, no lo es. Es una necesidad imperiosa y esto hay que sacarlo adelante. Por eso es muy bueno que el mercado de capitales esté tan comprometido, ya que todo esto hay que financiarlo. Estamos todos alineados, tenemos claro que los ODS están muy bien trabajados y muy bien hechos, así como los criterios de ASG. El reto ahora es ponerlos en práctica y eso hay que pagarlo.

Si no encontramos la financiación esto se quedará tan solo en unos grandes objetivos y en una buena idea. Por eso es importante el sector financiero porque, además, si coges el ahorro de los particulares y por el mecanismo de los mercados de capitales lo trasladas a las empresas que se comprometen con esos objetivos, estamos ante la forma de que todo funcione. Pero los ciudadanos tienen que entender que esto es así. Si no lo entienden y no lo ven como un vehículo para conseguir esos objetivos no lo utilizarán tanto como si lo conocen.

P: Y por eso es imprescindible que los más jóvenes, las nuevas generaciones sepan de economía y finanzas….

R: Todo es economía. Tenemos que transformarlo todo y para eso hace falta gestionar como nunca los recursos escasos que tenemos. Tenemos que ser eficientes y sólo puede ser eficiente el que sabe cómo hacerlo; esto no llega por ciencia infusa.

P: ¿Qué peso tiene la A (de ambiental) en estos criterios ASG?

Posiblemente es, de las tres, la más políticamente correcta y la que está más de moda y es muy importante; pero no vas a conseguir la A sin la S y sin la G. Es decir, sin buena gobernanza (política, empresarial y en cualquier ámbito) y sin que la sociedad se vea protegida y ayudada no es posible. No saldrá la A sin la S y sin la G.

P: Más allá de tu faceta de autora, en tu faceta de asesora financiera, ¿aprecias un mayor apetito de estos productos ASG?

R: Sí y, definitivamente, en los más jóvenes. Y cuando se lo propones a los mayores, absolutamente nadie te dice que no. Yo tomo la iniciativa y es cierto que son los jóvenes los que más lo piden, pero cuando se lo propones a los mayores automáticamente todos lo aceptan cuando se les propone.

P: ¿Cuál es el papel de la industria financiera en este camino de transición energética?

No puede ocurrir nada si no hay dinero. El papel de la industria financiera en esta transformación, no solo energética, es la de financiador. ¿Quién va a pagar esto? Lo van a hacer el mercado de capitales y los ahorradores. Y hasta que se produzca el cambio, lo harán con costes más altos de la energía. En este proceso de cambio los costes suben porque lo antiguo se está destruyendo y lo nuevo no es tan eficiente como para que los costes sean bajos. Todo este proceso llevará años y por eso tenemos que estar todos comprometidos, como ahorradores, como consumidores, como inversores...

P: Y en ese proceso de traslación de ahorrador pasivo a inversor, ¿qué papel tienen los fondos?

R: Son los que democratizan, son los que permiten a cualquier ciudadano invertir con cualquier importe. Todo el mundo ayuda por pequeño que sea su ahorro. Cualquier persona puede ayudar invirtiendo en fondos sostenibles. Por lo tanto, es una manera de involucrar a toda la sociedad que quiera hacerlo y así no dejas a nadie fuera.

P: Vemos que las gestoras de fondos llevan un tiempo volcándose en la inversión con criterios ASG, ¿les queda mucho camino por recorrer?

Está todo por hacer. Ellos mismos te lo dicen; están yendo muy rápido, formando equipos. Los ves muy comprometidos y con muchas ganas. Pero los hay que están en distintas fases, pero todos van en la misma dirección y aunque unos han llegado y otros aún no lo han conseguido, sino que lo harán más poco a poco, esto ya es irreversible. Esto es una marea que ya no hay quien la pare.

P: Por último, hace poco que ha finalizado la UKCOP26, ¿cuál es su visión?

Pues me gustaría señalar que en estos eventos las expectativas siempre son muy altas. Mi opinión personal, y no tiene por qué ser compartida, es que ha sido un éxito. Desde el momento en el que se pensó que China no iba a participar y terminó participando; ya estamos ante un éxito. Si se compara esta cumbre con otras anteriores vemos que han estado presentes las grandes economías del mundo, se han sentado a hablar y el hecho de que busquen caminos, para mi es un éxito. 

Pero entiendo que queremos más, queremos compromisos… Está muy bien querer más, siempre que no nos ciegue y nos impida ver la parte buena de lo que está pasando. Y es que, realmente, se lo están tomando en serio; quieren hacerlo. Y luego, es cierto, que cada país tiene que ver cómo lo implementa, ya que no es tan fácil lo que se está proponiendo; no es tan fácil lo que queremos conseguir. Va a llevar décadas y creo que hay que reconocer y validar todos los avances, por pequeños que sean.

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