Pelotazo de 2.670 millones

La 'gran apuesta bajista' de México surge como la ganadora de la crisis del petróleo

La Policía recupera 420.000 litros de diesel robado a Pemex en el noreste de México
La Policía recupera 420.000 litros de diesel robado a Pemex en el noreste de México

Es uno de los grandes misterios del mercado petrolero y uno de los mayores contratos financieros de la gran banca de Wall Street. México, el duodécimo mayor productor del mundo, renueva año tras año su cobertura financiera contra potenciales caídas y fluctuaciones de los precios del crudo. El coste de esta protección -que le permite vender a un precio pactado y estable durante el ejercicio- se eleva hasta los 1.000 millones de dólares (900 millones de euros) cada año, pero en 2020 les ha salido a cuenta: sus derivados blindan al país por debajo de los 49 y 55 dólares por barril frente a los poco más de 30 dólares en que cotiza el  europeo Brent a un mes o los 20 del West Texas (WTI) de EEUU.

Los mexicanos han dado la campanada hasta el punto de que su modelo tradicional ya está siendo estudiado por otros países productores como Nigeria o consumidores como China para poder aplicarlo. El crash de los precios del petróleo desde enero (-60% en el Brent) ha convertido esta cobertura en una fuente de beneficios sin igual para el país, compensando la pérdida de ingresos por las exportaciones de crudo. Según reveló Reuters en octubre, México mantiene una estructura de protección sobre dos tercios de su producción con grandes bancos como JPMorgan Chase, Citigroup Inc, Goldman Sachs Group Inc y BNP Paribas y con la petrolera angloholandesa Royal Dutch Shell.

Ahora, la contraparte tendrá que hacerse cargo de la diferencia entre los precios de mercado y el rango de 49-55 dólares. Tras la crisis financiera de 2009, México declaró beneficios extraordinarios de 5.100 millones de dólares por esta cobertura con opciones put (bajistas) con el crash petrolero de aquel año. En 2015, la protección afloró otros 6.400 millones para las cuentas públicas del país y en 2016, 2.700 millones más, según datos recopilados por 'Bloomberg' y 'Reuters'.

El coste de estas protecciones financieras se ha multiplicado con el paso de los años, pese a que la cobertura se extiende sobre una producción anual similar que ronda la venta de 200 millones de barriles de crudo. Si en 2001 gastó 212 millones de dólares en 2016 esa cifra rozó los 1.000 millones y, a partir de 2017, dejó de revelar de forma pública tanto los precios de cobertura como la cantidad de petróleo cubierto o la estrategia ejecutada por la secretaría de Hacienda. Por ejemplo, México no solo cubre la cotización del Maya, su barril de referencia, sino que opera también sobre petróleos más caros y de mejor calidad de otros mercados como el Brent europeo o WTI de EEUU.

Las ganancias en 2020 vuelven a contarse en miles de millones de dólares e irán a manos del Gobierno de López Obrador (AMLO). Es una de las claves del reciente acuerdo para recortar la producción de crudo de la OPEP y los países que no forman parte del cártel como Rusia, Noruega o EEUU. México se levantó de la mesa de negociación por sorpresa y dejó en el aire durante un día el histórico pacto petrolero. Fue el propio Trump quien desbloqueó la negativa mexicana después de que comprometerse a que EEUU asuma el recorte de 250.000 de los 350.000 barriles diarios de crudo que correspondían a México.

Un 'pelotazo' de 2.700 millones

El inesperado entendimiento entre la Casa Blanca y López Obrador escondía la posición de fortaleza con la que México acudió a la reunión. Su 'corto' sobre el petróleo mantuvo inflexible a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, en su negativa a aceptar un recorte de la producción para su país del 23% de la producción. No obstante, el servicio de estudios de BBVA advierte que el desplome de las últimas semanas en los precios del petróleo ha tenido un significativo impacto para México. "Prevemos que los ingresos petroleros (e incluimos la estimación de ganancias derivadas de las coberturas petroleras de 2020) serán un 20% menores al monto aprobado por el Congreso para este año", explican Arnulfo Rodríguez y Carlos Serrano, economistas del banco para México.

Según los números de BBVA, con el recorte de 100 mil barriles diarios, la producción promedio será de 1,71 millones de barriles diarios en 2020. "Asumiendo que alrededor de dos terceras partes de la producción petrolera cuenta con la cobertura de 49 dólares por barril, un precio de 24 dólares por barril para el resto y un impuesto de explotación conjunta (DUC) del 54%, las ganancias (ingresos netos de costos de extracción y DUC) petroleras serían de alrededor de 2.620 millones de dólares", estiman los expertos del banco.

A finales de 2019, la presión sobre México o Pemex, la petrolera estatal, por el uso de estas coberturas financieras para cubrirse del riesgo de fluctuaciones en el petróleo alcanzó niveles de debate público y, sobre todo, entre los compradores de los bonos de Pemex. Sin embargo, solo tres meses después nadie habla de la estrategia en términos negativos. Al revés, México emerge como el gran ganador de la guerra de sobreproducción entre Arabia Saudí y Rusia, aunque sufrirá como otros productores el parón del consumo de crudo por la crisis del Covid-109.

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