La guerra comercial con China resta a la economía de EEUU hasta 70.000 millones

  • Robert Lighthizer, representante comercial estadounidense, y Steven Mnuchin, Secretario del Tesoro, se reúnen en Pekín con la delegación china
Impacto en el PIB de EEUU de la guerra comercial con China
Impacto en el PIB de EEUU de la guerra comercial con China

China y Estados Unidos reanudan desde este jueves las conversaciones para tratar de poner fin de una vez por todas a su guerra comercial. Los principales negociadores de ambas partes se reúnen entre hoy y mañana en Pekín y tienen bastante trabajo sobre la mesa, sobre todo después de que Donald Trump y Xi Jinping amaguen con endurecer las exigencias a la otra parte. De momento, las medidas ya han aplicado en términos de aranceles van a costarle a la primera economía del mundo como mínimo cuatro décimas de crecimiento el año que viene, es decir, cerca de 70.000 millones de dólares (unos 62.000 millones de euros).

Es una cifra que puede ir más allá si se tiene en cuenta lo que ya está sucediendo con las principales empresas del país. Según apuntan desde MacroYield, tomando como referencia los datos de FacSet, cuatro sectores del S&P 500 cotizan por debajo de los niveles previos al inicio de la guerra comercial: energético, de materiales, financiero e industrial. Ese comienzo se produjo cuando Trump amenazó con aranceles a los productos chinos por valor de 50.000 millones de dólares. Una parte de los mismos (34.000 millones de dólares en total) entraron en vigor en agosto del año pasado, mientras que el resto lo hicieron en septiembre.

La compañía de análisis Rhodium y la Cámara de Comercio estadounidense alertan de que solo el escenario actual que lleva en vigor siete meses va a restar tres décimas al PIB del país el año que viene. Ese escenario incluye los aranceles del 25% impuestos a 50.000 millones de dólares de productos chinos y la represalia en la misma medida de China. Sin embargo, desde septiembre del año pasado a este escenario se han incorporado otros 200.000 millones en productos, lo que eleva ese impacto a cuatro décimas, es decir, a esos 69.434 millones de dólares. 

De momento y, sin novedades en el horizonte, las conversaciones deben continuar la semana que viene en Washington. Se especuló con que las partes pudieran sellar la paz definitivamente en abril, aunque ahora no se descarta que la instantánea con Trump y Xi se aplace como mínimo hasta junio (hay quienes dudan de que al líder norteamericano le interese sellar cualquier pacto antes de las Presidenciales de noviembre de 2020). El motivo es que los dos líderes han vuelto a lanzar un órdago sobre la mesa. 

Trump estaría reclamando a China elevar sus compromisos de compra de productos estadounidenses (en algunos casos al triple), mientras que a Pekín no le convence que Washington pueda decidir unilateralmente en qué grado su país cumple con los acuerdos que vayan sellando. A esto se suma el hecho de que el presidente de EEUU pretende mantener los aranceles actuales por un buen periodo de tiempo para garantizarse que China cumple lo pactado. El Gobierno de Pekín, sin embargo, trata de evitarlo, porque el nivel actual de tarifas ya les está penalizando.

el dato

La economía del Dragón también se resiente

El crecimiento en China se moderó en el cuarto trimestre de 2018 del 6,5% al 6,4% interanual, como resultado de la escalada en la guerra comercial y por el endurecimiento de las políticas de saneamiento financiero implantadas a lo largo del último año. Sin embargo, ante los riesgos de que el frenazo vaya a más, su gobierno ha respondido con medidas de estímulo en los frentes fiscal, monetario y financiero. Pero ojo, porque las empresas industriales chinas ya han registrado la mayor caída en beneficios desde finales de 2011 en los dos primeros meses de este año.

Los analistas de Bankinter destacan cómo el Ministro de Industria chino, Miao Wei, ha anunciado una reducción de la intervención estatal en el sector manufacturero del país y lo ha hecho apenas 48 horas antes de sentarse a la mesa de negociación, lo que demuestra "la voluntad del país asiático de acercar posturas".

A esa mesa se sentarán Robert Lighthizer, representante comercial de EEUU, y Steven Mnuchin, Secretario del Tesoro, mientras que el vicepresidente chino, Liu He, viajará a la capital norteamericana el próximo 3 de abril. En Monex Europe preocupa que las conversaciones queden estancadas en temas cruciales como las políticas de propiedad intelectual y de estabilización monetaria chinas.

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