Inversión Socialmente Responsable

La lucha del cambio climático sigue viva: el atractivo de la inversión ISR se dispara

  • Los flujos de inversión hacia fondos y  ETFs sostenibles a escala mundial alcanzaron los 40.500 millones de dólares en el primer trimestre.
Medidad contra el cambio climático
Medidad contra el cambio climático
FUNDACIÓN GLOBAL NATURE

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sentencia en un informe que siete millones de personas mueren prematuramente al año en todo el mundo por la contaminación atmosférica, sobre todo, en el mundo en desarrollo. De ahí a que Andrew Parry, responsable de inversión sostenible en la gestora de fondos Newton Investment Management, parte de BNY Mellon IM, señale que, si no queremos que la próxima crisis nos venza, “debemos potenciar la colaboración mundial”, no retroceder aún más en los objetivos de descarbonización.

Para lograr este objetivo, se ha de hallar la manera de introducir incentivos en el sistema que promuevan la cooperación para encontrar soluciones y eliminar aquellos que “fomentan el parasitismo que ha caracterizado el debate sobre el clima en las últimas décadas”, agrega Parry. Un acuerdo mundial sobre el precio del CO2, respaldado por un sistema de tarifas que penalice a quienes no participen, podría fomentar la participación y mejorar la eficacia del objetivo de reducir las emisiones mundiales de carbono, según este experto.

En Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha pedido oficialmente a las empresas que publiquen “información sólida y orientada a futuro” sobre el impacto de la crisis de Covid-19 en sus negocios. Se trata de una decisión histórica que puede marcar un hito en la divulgación de información sobre sostenibilidad y contribuir a mejorar la difusión de información importante sobre los riesgos a medio y largo plazo a los que se exponen las empresas.

Concretamente, en lo que se refiere al cambio climático, el anuncio del regulador americano debería permitir que las empresas estadounidenses proporcionen la información sobre planificación de escenarios que recomienda el Grupo de Trabajo sobre la Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés) y que, hasta ahora, muchos consideraban prohibida. El cambio climático, la degradación medioambiental y la desigualdad de oportunidades, junto con los problemas sanitarios, son cuestiones que demandan la atención urgente de las firmas de inversión.

Creciente interés inversor

En el plano de la inversión Sara Razmpa, directora del área de Inversión Responsable de Unigestion, y Robert Kosowski, responsable de análisis Quantitative Equities de la misma gestora creen que integrar criterios ESG o ISR (Inversión Socialmente Responsable) a la hora de construir las estrategias “no afecta la eficiencia de las carteras y puede generar una rentabilidad mejor ajustada al riesgo y una protección contra caídas”. 

En febrero, BlackRock publicó un informe que resaltaba su visión de que se produciría un cambio continuado y duradero hacia los activos sostenibles y que este no está descontado por completo en los precios del mercado. Si bien algunos analistas de mercado han especulado con la idea de que la crisis actual ralentizaría esta tendencia, en realidad hay una aceleración de este cambio durante el primer trimestre de 2020.

Sin ir más lejos, los flujos en fondos de inversión y ETFs sostenibles a escala mundial en la industria de gestión de activos alcanzaron los 40.500 millones de dólares estadounidenses en el primer trimestre de este año. Se trata de una tendencia que “esperamos observar a lo largo de la actual pandemia, durante la recuperación y mucho más allá”, afirmaba la gestora de fondos.

El avance hacia las energías verdes y el compromiso por el cambio climático parece haber llegado para quedarse. Según Blackrock, las empresas seguirán intensificando su énfasis en la gestión y divulgación de información relevante sobre sostenibilidad lo cual constituirá “un catalizador clave de las rentabilidades a largo plazo”.

El interés creciente por los bonos verdes

El mayor apetito de los inversores por los bonos verdes y la creciente conciencia hacia los productos verdes están impulsando el crecimiento, tanto en términos de emisión como de inversión. A nivel mundial, el mercado de bonos verdes registró un mejor comportamiento en 2019, con un volumen de emisiones récord de 240.000 millones de dólares (el 3% del total de bonos globales emitidos el año pasado). Las emisiones de bonos verdes aumentaron un 21% hasta 52.000 millones de dólares, llevando el tamaño total del mercado hasta los 168.000 millones.

Las emisiones han sido impulsadas por un mayor reconocimiento entre los emisores e inversores de los beneficios que brindan, incluidos unos rendimientos estables y predecibles, y una mayor conciencia con estos productos. Yerlan Syzdykov, Director Global de Mercados Emergentes de Amundi, concreta que ahora, más que nunca, mientras los gobiernos y las comunidades abordan colectivamente el Covid19, reconocemos “la importancia de hacer que nuestra economía sea más resistente a las crisis globales”. Su análisis muestra que los mercados de deuda pueden ayudar “a cerrar las brechas financieras y movilizar capital para el desarrollo sostenible en los mercados emergentes”.

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