La SGAE gastó 9 millones de euros en teatros nunca construidos

  • El auditor encargado de revisar el funcionamiento de la SGAE en losúltimos años concluye que la gestión de Teddy Bautista fueexcesivamente personalista y terminó por anular al resto de órganos dedirección.
Fernando de Luis-Orueta

La auditoría de la Sociedad General de Autores aporta pocos datos nuevos sobre la sospechosa actividad de SDAE, su filial digital, y su máximo responsable, José Neri, que benefició una y otra vez su propia empresa, Microgénesis.

Entre 1997 y 2011 SDAE, Portal Latino (filial de la anterior) y Microgénesis (empresa independiente controlada por Neri primero directamente, luego a través de testaferros) facturaron a la SGAE 86,1 millones de euros. El auditor, eso sí, no ha especificado si estos pagos se debieron o no a servicios efectivamente prestados o si las facturas comprenden cantidades abusivas.

No hay en esta parte de la auditoría grandes revelaciones, pero sí en el capítulo referido a la red Arteria de teatros, a la que el auditor ha calificado de "elefantiásica" porque, pese a partir de "una buena idea" inicial, ha resultado ser "un proyecto megalómano".

Para ello, basta un ejemplo. La SGAE ha invertido 83,7 millones de euros en los teatros Coliseum y Lope de Vega de Madrid. El primero de ellos incluía el edificio completo (con todos los pisos y locales, entre ellos un enorme restaurante). Sin embargo, estos dos espacios juntos sólo rentan 3,5 millones al año. Y, para más inri, no se dedican a la representación de autores españoles sino que alojan grandes musicales estadounidenses (en este momneto, 'Hair' y 'El rey león', respectivamente).

Otro dato muy chocante es que la SGAE ha gastado ya 8,8 millones de euros en proyectos abortados como el Teatro de Zaragoza (1,4 millones), Torre de Valencia (2,7 millones), el Teatro en la estación de tren de Principe Pío de Madrid (2 millones) y una nueva sede de la entidad en el Palacio del Infante Don Luis de Boadilla, a las afueras de la capital.

La mayor parte de esos 8,8 millones se han destinad al pago de honorarios de los arquitectos Santiago Fajardo y Antón García Abril, según concluye la auditoría.

"No existe una relación entre los recursos utilizados y la rentabilidad obtenida, ni el uso principal de los espacios para la promoción del repertorio de la propia entidad", establece el informe. 

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