Empeoran las perspectivas

El ladrillo europeo vuelve a mínimos de 2012 ante la fuga de inversión a renta fija

La subida de los tipos de interés lastra al sector inmobiliario con castigos en bolsa, que se caracteriza por un alto endeudamiento, mientras los inversores se refugian en alternativas que les ofrecen una rentabilidad similar. 

Ladrillo europeo cotiza en mínimos
El ladrillo europeo vuelve a mínimos de 2012 ante la fuga de inversión a renta fija. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

El sector inmobiliario no logra escapar de las turbulencias del mercado. Con la sombra de Lehman Brothers siempre presente y la probabilidad de recesión en las economías desarrolladas en aumento, el panorama para el ladrillo pinta sombrío. Las empresas vinculadas a este tipo de actividad han pasado a estar en el punto de mira de los inversores, después de los castigos que han sufrido en bolsa, que les llevan a cotizar en mínimos desde 2012, en plena crisis de deuda soberana en la eurozona. El Stoxx Europe 600 Real State se mueve en la banda de los 110 puntos después de corregir un 5,3% en lo que va de año y casi un 50% desde el pico que tocó a finales de 2021, cuando alcanzó los 201 y parecía dispuesto a asaltar la barrera que registraba antes de que la fiebre pandémica afectara a las bolsas, según datos de cierre de los mercados europeos de este miércoles. 

La leve recuperación de la que daba visos después de tocar este nivel a finales del pasado mes de septiembre se ha difuminado por completo y vuelve a sufrir retrocesos en mitad de la volatilidad. La espantada atiende a dos factores con un origen en común: la subida de los tipos de interés. El repunte de las tasas de referencia del dinero a una velocidad inédita ha traído consigo el despertar de las rentabilidades de los productos de renta fija, especialmente de los bonos, cuyos rendimientos han pasado en poco más de un año del terreno negativo a ofrecer ganancias atractivas. 

Precisamente esta es una de las razones a las que obedece el recorte de posiciones dentro de las inmobiliarias, provocando un trasvase de inversores hacia el papel, según apunta el analista de Renta 4, Javier Díaz. "La evolución del ladrillo en bolsa es inversamente proporcional al interés que ofrece la renta fija", precisa al tiempo que argumenta que la lógica de este comportamiento radica en que cuando apenas hay diferencia en los retornos, la demanda vira hacia este tipo de vehículos inversores en detrimento de la renta variable.  

La otra razón se encuentra en su propia idiosincrasia. Se trata de un sector altamente endeudado que en épocas de encarecimiento de la financiación como el actual el mercado las pone en la diana de las caídas. En este sentido, Díaz establece una distinción entre aquellas que tienen un balance saneado y presentan vencimientos de deuda a largo plazo y a corto plazo. SBB se enmarca dentro del segundo grupo. La firma sueca ha pasado a la primera plana bursátil acusando un batacazo significativo desde el arranque de la semana con una corrección que supera el 50%. 

La rebaja de su 'rating' a BB+ con perspectiva negativa, dentro del grado especulativo o 'bono basura', ha alterado su plan de lanzar una emisión de derechos por 2.630 millones, viéndose obligada a cancelar el dividendo, mientras la agencia S&P ha advertido de que existe la posibilidad de que rebaje todavía más la calificación, poniendo el foco en su ratio de apalancamiento. Aunque las caídas en esta compañía vienen de antes, los últimos desplomes, que le llevan a retroceder más de un 65% en el cómputo anual, han activado las alarmas dentro del inmobiliario. 

De hecho, es el valor de los 36 que integran el índice que más se deja desde el 31 de diciembre de 2022, junto a la luxemburguesa Aroundtown (-52,9%), la finlandesa Kojamo (-25,72%), las suecas Fastighets (-17,77%) y Wallenstam (-17,45%) y la alemana Vonovia (-15,3%), que se ha visto golpeada por las acusaciones de corrupción. La lista continúa con la española Merlin Properties, que se deja más de un 14%, mientras la otra socimi del Ibex -Colonial- se ubica en la parte media de la lista con un retroceso anual del 7,1%. De hecho, tan sólo doce de los miembros registran subidas con avances que oscilan entre el 10% de la británica Rightmove y el tímido ascenso del 0,84% de la belga Cofinimmo.

Los analistas consultados destacan las dos citadas firmas inmobiliarias españolas, resaltando su "fortaleza" frente al sector y defienden que no ven posibilidad de que entren en apuros, ya que presentan niveles de solvencia "más saludables". Así, destacan Colonial, en el que el 100% de su deuda neta era a tipo fijo al cierre del ejercicio 2022, algo que juega a su favor en las circunstancias actuales. 

La previsión de que los tipos seguirán al alza, al menos en el corto plazo, sigue presionando a estas compañías. "Unos tipos más altos se traducen en una valoración más baja", subrayan desde Barclays, casa desde la que infraponderan las empresas relacionadas con esta actividad por considerarlas un sustituto de la renta fija. La valoración va en línea con la realizada desde JPMorgan, aunque se muestran algo más optimistas y creen que el estancamiento del interés de los bonos les puede dar algo de oxígeno. 

Sin embargo, uno de los más pesimistas es Citi, que anticipa vientos en contra para el inmobiliario, con recortes en la valoración de los activos comerciales que pueden llegar al 40%, llegando a requerir incluso la inyección de liquidez o de "otras medidas paliativas". Este empeoramiento de las perspectivas ha ido acompañado de una revisión a la baja de su recorrido en bolsa a doce meses, que se sitúa en los 137 puntos, lo que supone un potencial del 23,6%, con la mayoría de analistas recomendando mantener (68%) y ninguno vender. Pese a ello, la cifra supera la de los principales índices del Viejo Continente, en el que el FTSE MIB italiano presenta un potencial del 21,8%, el Ibex 35 un 18,4%, el Dax alemán un 17,8%, en línea con el FTSE 100 (17,6%) y el CAC 40 francés un 14%. 

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