Lagarde da la "bienvenida" a las políticas fiscales en el euro como respaldo al BCE

Lagarde, escoltada por Guindos, a su llegada al BCE.
Lagarde, escoltada por Guindos, a su llegada al BCE.
L. I.

La nueva presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha debutado al frente de la institución con su primera decisión de política monetaria: mantener los tipos de interés y el programa de recompra de activos de 20.000 millones de euros mensuales adoptado por su antecesor, Mario Draghi. Tras refrendar la política anterior, la ejecutiva francesa se ha dado de tiempo un año, "de enero a finales de 2020", para realizar la revisión estratégica de la política monetaria en el euro.

"Mi plan es comenzar la revisión estratégica en enero y completarla para fines de 2020 (...) No hay una zona de aterrizaje preconcebida en este momento para la finalización de la revisión estratégica", dijo Lagarde ante la prensa en Fráncfort. De este modo, la presidenta del BCE zanjó las especulaciones sobre un cambio a corto plazo en la política del banco central para comenzar a reconducir los tipos negativos en el euro.

El BCE rebaja sus perspectivas de crecimiento para la zona euro a partir del año que viene pero las mejora en una décima hasta el 1,2% en este ejercicio. Así, la recorta al 1,1% el año próximo (una décima menos de lo previsto) y la mantiene en el 1,4% en 2021. Para 2022, año sobre el que aún no se había pronunciado, la sitúa en el 1,6%. En lo que se refiere a la inflación, la mantiene en el 1,2% este año; la reduce al 1% el año que viene (una décima) y la coloca en en 1,4% en 2021 (también una décima por debajo de sus perspectivas previas).

"En vista de las perspectivas económicas debilitadas, el Consejo de Gobierno acoge con una bienvenida el llamamiento del Eurogrupo de respuestas fiscales diferenciadas y su disposición para coordinarlas. (....) Para obtener todos los beneficios de nuestras medidas de política monetaria, otras áreas de política deben contribuir de manera más decisiva a aumentar el potencial de crecimiento a más largo plazo, respaldar la demanda agregada en la coyuntura actual y reducir las vulnerabilidades", explica la máxima autoridad económica del euro.

"Para mí es de vital importancia que un banco central sea independiente y que su independencia sea respetada y valorada", asegura a preguntas de los medios sobre si se coordinará con los gobiernos del euro en las acciones para estimular la economía. E incide en que "no ve nada malo en que los responsables políticos acuerden hacer los esfuerzos que puedan para alcanzar sus respectivos objetivos".

Sobre el paquete de estímulo que el Consejo de Gobierno aprobó en septiembre, el último promovido por Mario Draghi, la responsable del emisor considera que éste "proporciona un estímulo monetario sustancial, que garantiza condiciones financieras favorables para todos los sectores de la economía". En concreto, señala las condiciones crediticias "más favorables" para empresas y hogares, que según dice "apuntalan el gasto del consumidor y la inversión empresarial".

Lagarde asegura que los nuevos datos macroeconómicos apuntan a que las presiones inflacionistas se mantienen "silenciadas" y a que la dinámica de crecimiento del área del euro sigue siendo "débil", aunque hay ya "algunos signos iniciales de estabilización en la desaceleración del crecimiento y un leve aumento de la inflación subyacente en línea con las expectativas anteriores".

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