Seguiría los pasos de la Fed

Lagarde abre la puerta a flexibilizar el objetivo de inflación en la zona euro

En una conferencia celebrada por el emisor en Fráncfort, Christine Lagarde ha apuntado que "la utilidad de tal enfoque podría examinarse" como parte de la revisión de la estrategia del banco central

Christine Lagarde preside el Banco Central Europeo (BCE)
Christine Lagarde abre la puerta a flexibilizar el objetivo de inflación en la zona euro
BCE / L. I.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) ha abierto la puerta por primera vez a una posible flexibilización el objetivo de déficit de la zona euro (por el que la entidad persigue que la inflación se sitúe próxima pero ligeramente por debajo del 2%), en un movimiento similar al anunciado ya por la Reserva Federal de Estados Unidos. En una conferencia celebrada por el emisor en Fráncfort, Christine Lagarde ha apuntado que "la utilidad de tal enfoque podría examinarse" como parte de la revisión de la estrategia del banco central.

El organismo inició una revisión de su estrategia en enero que se vio frenada en seco por el estallido de la pandemia y ahora podría retrasarse hasta septiembre del año que viene. A través de videoconferencia, Lagarde ha reconocido que el debate en estos momentos, en que la inflación subyacente se mantiene por debajo del 1,5% en la zona euro desde 2013 y cuando las principales economías del bloque se enfrentan a la mayor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, es si los bancos centrales "deberían comprometerse a compensar explícitamente los errores de inflación cuando han pasado bastante tiempo por debajo de sus metas".

Desde su punto de vista, esta estrategia puede ayudar a la política monetaria a "estabilizar la economía". Sin embargo, la presidenta del BCE también ha reconocido que una táctica de este tipo puede tener menos éxito cuando los ciudadanos "no son perfectamente racionales en sus decisiones", algo que podría ajustarse en su opinión a la "realidad que enfrentamos". Sin embargo, la propia Lagarde ha reconocido esta misma semana que ese giro podría toparse con el rechazo frontal de algunos miembros del consejo de gobierno de la entidad, los conocidos como 'halcones'.

Entre las posibilidades que podría contemplar el BCE estaría la de fijar una meta "simétrica", que pone tanto énfasis en no alcanzar su objetivo como en sobrepasarlo. El objetivo de esta medida sería, según Lagarde, "contar con un objetivo de inflación que el público pueda entender fácilmente". Se trataría de dar un impulso 'extra' a una economía cada vez más japonizada y que puede ver ahora comprometida su recuperación ante la nueva oleada de brotes de coronavirus. 

"Si lo 'normal' está cerca de lo que vimos antes del brote de la pandemia y es, me temo, lo que vemos ahora más claramente, necesitamos estar preparados. Necesitamos tener un claro consenso -acordado dentro del Consejo de Gobierno y comprendido por el público- de las herramientas de que disponemos cuando la inflación es demasiado baja y cómo deberían utilizarse sistemáticamente en respuesta a diferentes tipos de impactos", ha incidido Lagarde.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, anunció un cambio de rumbo del banco central en el último simposio anual de Jackson Hole, celebrado en esta ocasión por vía telemática. Su nueva estrategia de política monetaria se basa en un objetivo de inflación "media". En la práctica esto implica que la subida de precios podrá superar "moderadamente" la meta del 2% durante algún tiempo y compensar una inflación persistentemente baja que viene afectando a la principal economía del mundo.

Su 'bazuca' impulsará el PIB en 1,3 puntos hasta 2022

En su conferencia, Lagarde también ha cuantificado el impacto económico de las medidas extraordinarias que la entidad viene aplicando desde el pasado mes de marzo. Según sus cálculos, éstas impulsarán el PIB de la zona del euro en 1,3 puntos porcentuales de forma acumulada de aquí a 2022. La responsable de la política monetaria prevé además que las decisiones adoptadas impulsen la inflación aproximadamente en 0,8 puntos en el mismo periodo.

A través de su programa antipandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) el BCE ha decidido adquirir deuda pública y privada de la zona del euro por valor de 1,35 billones de euros. También ha puesto en marcha inyecciones  de liquidez muy barata para garantizar que los tipos de interés siguen bajos en todos los países de la zona del euro y estimular el flujo del crédito a la economía real.

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