Lagarde subirá tipos pese a la recesión: "Tenemos que hacer nuestro trabajo"

"Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer. Nuestro mandato es la estabilidad de precios. "¿Eso quiere decir que somos ajenos al riesgo de recesión? Obviamente no", respondió la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ante las críticas de varios líderes de la UE sobre la política monetaria del organismo. "Tenemos que hacer nuestro trabajo", insistió la banquera gala en referencia a la lucha contra la inflación que está llevando a cabo el BCE y las expectativas de los mercados.

Después de elevar los tipos de interés en 75 puntos básicos, al 2%, Lagarde advirtió que el ciclo de subidas de tipos de interés "aún no ha terminado" aunque rehuyó las preguntas sobre la cuantía de los futuros movimientos y recordó el enfoque que ha adoptado el BCE de ir "reunión a reunión" y tomar las decisiones en función de los datos entrantes. 

En este sentido, la presidenta del BCE emplazó a la reunión de diciembre como la nueva fecha clave en la que se conocerán las proyecciones económicas trimestrales que usará como referencia para bajar el ritmo o poner fin a las subidas de tipos de interés. Los expertos prevén que el banco central baje el ritmo del endurecimiento monetario y deje la puerta abierta a una pausa en la reunión de febrero.

"¿Hemos terminado nuestra normalización? No", ha afirmado la francesa para dejar claro que "habrá más subidas de tipos en el futuro", aunque el ritmo de estas subidas, así como su magnitud y el nivel de los tipos de interés "será determinado sobre la base de los datos y reunión a reunión". Lagarde reconoce que a pesar de los progresos realizados en la normalización de la política monetaria con las tres subidas de tipos consecutivas adoptadas, "aún falta terreno por recorrer".

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Tres claves: inflación, efectos y retardo de los tipos

En este sentido, Lagarde ha explicado que el Consejo de Gobierno tendrá en cuenta tres factores, señalando en primer lugar la perspectiva de inflación, incluyendo la evolución de la economía y la probabilidad de una recesión en la zona euro. En segundo lugar, los efectos de las medidas adoptadas hasta la fecha por la institución y, en tercer lugar, el decalaje en la transmisión de la política monetaria, que tarda meses en llegar a la economía real.

"Es un hecho que hay una desaceleración en juego", advirtió Lagarde. A este respecto, ha advertido de que es probable que la actividad económica en la zona del euro se haya desacelerado significativamente en el tercer trimestre del año y se prevé un mayor debilitamiento en 2022 y 2023, advirtiendo de que, si bien los indicadores a corto plazo sugieren que todavía se estaban creando puestos de trabajo, "el debilitamiento de la economía podría conducir a un desempleo algo mayor en el futuro".