Para apoyar la recuperación

Lagarde urge a los líderes de la UE a que aprueben rápido un plan "ambicioso"

La presidenta del BCE ha defendido el carácter "crucial" de adoptar una postura fiscal ambiciosa y coordinada en respuesta a la fuerte contracción en la economía de la zona del euro.

Christine Lagarde, BCE
Christine Lagarde, BCE
Europa Press

Hay que dejar de marear la perdiz... El mensaje de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, a los líderes políticos de la Unión Europea (UE) vuelve a ser claro: hay que actuar rápido y cualquier demora puede tener consecuencias. "El vicepresidente (Luis de Guindos) y yo somos veteranos en interminables reuniones europeas y, a menudo sucede que en Bruselas las cosas requieren tiempo y las negociaciones consumen mucho tiempo y energía", aseguró en referencia a los ritmos de los países europeos a la hora de alcanzar acuerdos, en especial, si hay dinero de por medio  

La banquera francesa aseguró este jueves que la actividad económica en la zona del euro mejoró significativamente en mayo y junio, aunque todavía no ha llegado al nivel previo a la pandemia de covid-19. “La incertidumbre sobre la dimensión del rebote sigue siendo alta y el equilibrio de riesgos sigue estando a la baja", aseguró tras la reunión sobre tipos de interés.

Tras la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad, que ha decidido mantener los tipos de interés en el 0% y seguir con los estímulos monetarios, Lagarde afirmó en rueda de prensa que la actividad económica de la eurozona se ha reanudado, pero sigue "muy por debajo del nivel al que estaba antes de la pandemia de coronavirus".

Lagarde ha defendido el carácter "crucial" de adoptar una postura fiscal ambiciosa y coordinada en respuesta a la fuerte contracción en la economía de la zona del euro, subrayando que las medidas de emergencia adoptadas deben ser, en la medida de lo posible, de carácter específico y temporal. De este modo, la francesa ha expresado su respaldo a la propuesta de la Comisión Europea para establecer un fondo de recuperación en el que haya una mezcla de transferencias y de préstamos, aunque inclinándose por una mayor proporción de las primeras, además de destacar que dicho mecanismo "deberá estar firmemente arraigado en políticas estructurales sólidas concebidas e implementadas a nivel nacional".

No perder el tiempo

"Es importante que los líderes europeos acuerden rápidamente un paquete ambicioso", ha señalado la banquera central en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que ha mantenido sin cambios los tipos de interés, así como el resto de sus medidas para hacer frente al impacto económico de la pandemia.

La pérdida de trabajos y de ingresos y la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia tienen un efecto en el consumo y la inversión, por lo que es necesario un amplio estímulo monetario para que suba la inflación hasta una tasa algo por debajo del 2%, según la presidenta del BCE. "Las políticas estructurales bien diseñadas podrían contribuir a una recuperación más rápida, más fuerte y más uniforme de la crisis, apoyando así la efectividad de la política monetaria en la zona del euro", ha indicado.

En la rueda de prensa también participó presencialmente el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, que lo había hecho de forma virtual hasta ahora desde la propagación de la pandemia en Europa.  Lagarde mostró que el BCE está dispuesto a utilizar en su totalidad el programa de compras de deuda por la pandemia, aunque hayan reducido el ritmo de adquisición de bonos las últimas semanas. La presidenta del BCE dijo que han reducido las compras porque la situación de los mercados financieros es más estable y porque "se ha reducido el riesgo de fragmentación".

Lagarde explicó que la rentabilidad de los bonos soberanos y de la deuda corporativa ha bajado y que los precios de las acciones han subido, pero todavía "no estamos donde estábamos antes de la pandemia" porque los intereses que deben pagar algunos gobiernos para refinanciarse son todavía más elevados que antes del coronavirus. Pero el mensaje principal de Lagarde sigue siendo el mismo que meses atrás: es la hora de los gobiernos y los planes de estímulo fiscal. 

La reunión del BCE precede al Consejo Europeo de los líderes de la UE el viernes y sábado para negociar el plan de recuperación a la pandemia. La Comisión Europea ha propuesto un fondo de 750.000 millones de euros, de los cuales 500.000 millones se desembolsarían en forma de subvenciones a fondo perdido y 250.000 millones como préstamos. Pero Holanda, Dinamarca, Austria y Suecia, llamados en los mercados los cuatro frugales o ahorradores, se oponen y quieren que se concedan créditos en vez de subvenciones y unas condiciones más estrictas para las ayudas.

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