Las 3 claves de Pimco para no perder ni la cabeza ni la cartera con el cambio de ciclo

  • Revisar la salud de las inversiones, mantenerse flexible y centrarse en la calidad son los tres pasos a seguir al asignar activos
El desplome en Wall Street ha dejado enrarecido el ambiente EFE / J. Lane
El desplome en Wall Street ha dejado enrarecido el ambiente EFE / J. Lane

Con inversores y expertos debatiendo sobre si el fin del ciclo alcista en la renta variable estadounidense está aquí y, cómo no, sobre el efecto dominó que este giro tendría en las bolsas europeas, los expertos de la gestora Pimco recomiendan aplicar tres pasos para evitar que nuestra cartera se resienta y paguemos por la exposición a renta variable.

Aunque las acciones son el activo que mejor se comporta en la segunda mitad de un periodo de expansión, también son las que más se resienten cuando el cambio de tendencia se produce finalmente. Por ello, lo primero que deberíamos hacer es comprobar la salud de nuestra cartera, es decir, revisar con lupa su composición para comprobar la distribución actual del riesgo y cómo puede comportarse si vienen mal dadas.

El segundo paso a dar sería apostar por la flexibilidad: según aumenta la dispersión tanto en la clase de activos como dentro de estos, se hace más necesario contar con una cartera más líquida y más flexible. Por ello desde Pimco apuestan por simplificar al máximo y recomiendan evitar posiciones menos líquidas salvo que recibamos una compensación adecuada por ese riesgo que conlleva la falta de liquidez.

Por último, deberíamos centrarnos en la calidad general de nuestra cartera. Esto implica poner el ojo en países, industrias y compañías que son más robustas y tienen mejor maniobrabilidad para gestionar un entorno más adverso. Esta regla es especialmente importante en la renta variable. Este tipo de compañías, no solo superan su rendimiento al final del ciclo, sino que además permiten al inversor obtener buenos resultados en el período inmediatamente posterior a una recesión.

Deuda empresarial a plazos cortos, divisas emergentes y oro

Recientemente, Pimco apostaba en su estrategia por dar prioridad a la deuda corporativa estadounidense a plazos más cortos, que este año ofrece rendimientos más atractivos. "Debido a su vencimiento más corto, estos bonos no solo son menos sensibles al aumento de los tipos de interés, sino que además podrían exhibir un carácter más defensivo en caso de que se produzca una desaceleración o una recesión", puntualizan.

Otro activo a tener en cuenta en el largo plazo -pero siempre diversificando y dándoles el peso adecuado- serían las divisas de los mercados emergentes. En tercer lugar y pese a las actuales dificultades, el oro sigue manteniendo parte de su valor como refugio. Las tensiones comerciales y la revalorización del dólar han hecho que su rentabilidad sea inferior a la media histórica. Con todo, éste es un buen momento para incorporarlo en la cartera como modo de defenderse frente a los episodios de aversión al riesgo, puesto que su valoración es atractiva.

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