Las acereras suben en el parqué ante el inminente acuerdo entre China y EEUU

Un empleado en la planta de Arcelor en Gijón.
Un empleado en la planta de Arcelor en Gijón.
L. I.

Las acereras se disparan en bolsa ante el inminente acuerdo entre China y Estados Unidos. La noticia la ha dado el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, quien ha asegurado que las partes tienen listo ya al 90% ese pacto y caminan en la dirección de poder completarlo. Nada más conocerse sus palabras, la mayor acerera del mundo, ArcelorMittal, se ha disparado un 4,72% en el Ibex 35, por lo que su cotización ha recuperado el nivel de los 15,7 euros; mientras que su rival Acerinox sube un 1,82% hasta 8,85 euros. 

En declaraciones a la cadena CNBC estadounidense, Mcnuchin ha confiado en que el presidente Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping puedan avanzar en las conversaciones comerciales actualmente estancadas en la próxima reunión del G20 este fin de semana en Japón. “El mensaje que queremos escuchar es que quieren volver a la mesa y continuar porque creo que hay un buen resultado para su economía y para que la economía de los EE. UU. obtenga un comercio equilibrado y continúe desarrollando esta relación”, ha añadido.

El discurso del secretario del Tesoro norteamericano va más allá de las expectativas que sobre este encuentro se habían hecho los analistas. Esty Dwek, responsable de Estrategia de Mercado en la firma Dynamic Solutions (Natixis IM) incide en que si bien esperan avances en las conversaciones entre Donald Trump y Xi Jinping, descartan un acuerdo este fin de semana. Sí ve probable que Washington posponga de momento la subida de aranceles del 25% a los 300.000 millones de dólares de productos chinos aún no gravados.

No habrá concesiones, sin embargo, en materia de las tarifas que ya han sido aprobadas e intentará que las negociaciones vuelvan a situarse en donde estaban antes de que se rompieran a principios de mayo. Es el punto de vista de Juan J. Fernández-Figares, responsable de Análisis de Link Securities. Esto no está tan claro porque fue entonces cuando el Gobierno Chino decidió dar marcha atrás, al considerar que estaba haciendo demasiadas concesiones, sobre todo en el ámbito estructural. "Sí parece más factible que, a raíz de la mencionada cumbre, ambas partes vuelva a sentarse a la mesa de negociaciones", añade. 

Los expertos consultados entienden que políticamente Trump no tiene incentivos para hacer un trato en este momento, ya que ser 'duro' con China es un buen movimiento político. Sobre todo de cara a su reelección en las presidenciales de noviembre del año que viene. Con las acciones estadounidenses cerca de máximos históricos y la economía de Estados Unidos aún sólida, el coste para Trump de la guerra comercial sigue siendo pequeño.

Además, con la Reserva Federal en modo totalmente relajado, la red de seguridad de Trump permanece intacta durante los próximos meses y continuará presionando su narrativa. "De manera similar, el presidente Xi puede darse el lujo de ser paciente y continuar agregando estímulos a la economía china para ayudarlo a soportar algunos de los efectos de la guerra comercial", añaden desde Natixis. 

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